"Desde el día que al mundo llegamos, y nos ciega el brillo del sol (...)" ¿Recuerdas el épico inicio de El Rey León con el tema El ciclo sin fin? Ya puedes volver a emocionarte al ver a todos los animales acudir a Pride Rock a dar la bienvenida al hijo del rey con la nueva versión hiperrealista del clásico de 1994 que acaba de estrenarse en los cines españoles.
Después de ver cómo ha cambiado el aspecto de los protagonistas del filme y quiénes han sido los encargados de darles vida en las dos versiones de El Rey León, hemos querido indagar un poquito más en la producción de la magnífica obra dirigida por Jon Favreau para conocer esos lugares reales de África y Estados Unidos en los que se han inspirado los diseñadores para crear algunos de los míticos escenarios donde transcurre la acción. ¿No te apetece viajar a cada uno de ellos?
Las Tierras del reino
"Mira, Simba. Todo lo que toca la luz es nuestro reino". Con esta frase inolvidable le mostraba Mufasa a su retoño la dimensión de sus tierras. Unas tierras que para recrearlas en la denominada por Favreau versión "fotorrealista", el equipo de producción de El Rey León viajó hasta la reserva natural de Masái Mara, una extensión del parque nacional del Serengueti, situada al sudoeste de Kenia. Los reponsables de fotografía capturaron sus icónicas praderas, las acacias y sus impresionantes cielos, siempre en constante cambio. Entre los animales que viven en esta zona de África destacan los leones, los guepardos, los búfalos del cabo, las cebras y los antílopes, entre otros.
También en Kenia, se sitúa Chyulu Hills, un sistema montañoso, situado en el sureste del país, que forma el parque nacional del mismo nombre. Su altas y rocosas montañas sirvieron de inspiración al equipo para crear Pride Rock, o la Roca del Rey. El centro neurálgico de la vida de Mufasa y Sarabi, cuyo impresionante entorno se inspiró en Borana, una zona ubicada al norte del país africano.
Cementerio de elefantes
"Un cementerio de elefantes no es lugar para un joven príncipe". Scar advertía a su sobrino Simba de uno de los lugares más peligrosos, fuera del reino. Sin embargo, luego le animaba a descubrir con sus propios ojos el siniestro territorio donde las hienas campan a sus anchas. Para este imponente escenario, donde el pequeño heredero al trono pone su vida en peligro junto a su amiga Nala, el equipo se fijó en el idílico lago Mono. Este emplazamiento formado por curiosas tobas, está ubicado en California, a unos kilómetros del Parque Nacional Yosemite.
La región geotérmica de Dallol, en Etiopía, una de las zonas más calurosas del planeta Tierra, también les sirvió como inspiración, pero sus altas temperaturas y los gases tóxicos emitidos por los pequeños cráteres, les impidió tomar capturas. Como consecuencia, el equipo de fotografía viajó hasta el Parque Nacional de Yellowstone, en Wyoming (Estados Unidos), donde sí pudieron inmortalizar algunas áreas geortérmicas.
Simba, Timón y Pumba
"Huye. Huye lejos, Simba, y no regreses". Tras la trágica y triste muerte de Mufasa, Scar sugerie al pequeño Simba que se vaya del reino, para evitar que los demás le juzguen por haber provocado la muerte de su padre. En su huida se cruzan los geniales Timón y Pumba, quienes acompañan al protagonista de la historia en su camino hacia su edad adulta.
Para recrear el desierto donde el suricato y el jabalí encuentran a Simba, los responsables de fotografía viajó hasta el desierto de Sossusvlei, en Namibia, donde capturaron sus imponentes dunas de arena. Y volvieron a Kenia, para fijarse en su monte más alto, el monte Kenia, un emplazamiento perfecto para capturar su nubosidad, y sus lagos, escenario en el que Simba ve a su padre reflejado.
En esta etapa de la vida de Simba, es fundamental la aparición inesperada de Nala. El momento del reencuentro, transcurre en unas cascadas para las que tomaron como referencia las de los Aberdares, y entre ellas la de Karuru, la más alta de Kenia.