Asif Kapadia y Diego Maradona, el ganador de un Oscar al Mejor documental por Amy, sobre la cantante Amy Winehouse, y el que fue el gran astro del balón durante los años 80, son el combo perfecto que dirige y protagoniza Diego Maradona, otro documental antológico del cineasta que nos descubre en esta ocasión la vida del jugador a partir de sus propias imágenes y de su archivo. La película está disponible en Movistar+.
Tras Senna y Amy, Asif Kapadia nos traslada al Napolés de los 80 para conocer el auge y caída de un jugador que marcó para siempre la historia del fútbol y a través de un montaje de dos horas que comprimen 500 horas de imágenes inéditas del deportista. El resultado es un apasionante largometraje documental sobre un jugador que rompió las reglas y sobre una manera de jugar al fútbol extinguida. En SensaCine hablamos con Kapadia sobre esta película documental. No te pierdas la entrevista a continuación.
¿De dónde sale todo ese material de archivo sobre Maradona que has utilizado en la película?
Asif Kapadia– En 1982, el agente que representaba a Diego Maradona en ese momento tenía muy claro que el futbolista iba a ser una gran estrella, te hablo de mucho antes que su paso por el Barcelona, así que contrató a un par de operadores de cámara para que le filmaran, el argentino Juan Laburu y el italiano Gino Martucci. Y le grabaron en Argentina, en Barcelona y en Nápoles.
¿Y cómo llegas al material?
Asif Kapadia– Tras los procesos de Senna y Amy, ya tengo establecido un sistema de trabajo muy concreto que pasa por investigar durante mucho tiempo, normalmente durante todo un año. Para Diego Maradona, un miembro del equipo fue a Nápoles, habló con quien tenía que hablar, hizo entrevistas, encontró a las personas importantes para averiguar cosas; otro miembro del equipo fue a Argentina, a Buenos Aires… Ya más adelante, me desplacé personalmente para continuar con los contactos que se habían conseguido. Pero hacernos con los vídeos digamos oficiales fue muy complicado, porque la mitad del material está desperdigado fuera de Nápoles, y además están registradas en un formato muy antiguo llamado UMATIC, que las cadenas televisivas solían utilizar en los 80, antes que llegara el BETACAM. Es un formato mucho mejor que el VHS pero ligeramente por debajo del BETA. En fin, fue mucho lío. Parte de esos vídeos son de uno de sus fans, un ultra del Nápoles, que tenía cientos de VHS guardados; mientras que la mitad del material que hemos usado pertenece a Claudia, la ex mujer de Diego. Descubrimos que tenía muchísimas cintas guardadas en un gran baúl. Nadie había visto esas cintas desde hacía 30 años.
¡Menudo tesoro!
Asif Kapadia– ¡Completamente! Para poder ver esas cintas tuvimos que comprar una máquina especial por eBay y llevarla a Buenos Aires. Valió la pena, porque el material era increíble. Conseguir el permiso de Claudia fue complicado: el tema de Maradona es un asunto espinoso ya que ambos están en una especie de guerra judicial. Imagínate la situación: ellos imbuidos en temas de tribunales y llego yo pidiéndole una entrevista y que me cuente de cuando eran jóvenes y felices… Pero al final Claudia sí aceptó ser entrevistada y me dejó utilizar esas cintas.
De todos los perfiles de Diego Maradona, ¿cuál es el que más te ha impresionado ahora que has tenido la oportunidad de conocerle mejor?
Asif Kapadia– Cuando era estudiante de cine, a mediados de los 90, leí la biografía sobre Diego Maradona de Jimmy Burns, La mano de Dios, y me pareció increíble porque conseguía captar el drama de la vida de Maradona. Y creo que ese fue el motivo que me llevó a hacer la película: no tanto el hecho de que es un gran futbolista, sino el drama de su vida. Mi trabajo es contar historias y para un narrador, y para el cine, necesitas acción, subidas y bajadas, y en el caso de Maradona, su vida va de un extremo al otro: su triunfo al lograr la Copa del Mundo, de la manera en que se ganó; coronando ligas con el Nápoles, un equipo que no había ganado nada hasta entonces; su relación con la ciudad de Nápoles, que es una locura. Ya solo un viaje a Nápoles durante dos semanas es muy intenso, imagínate lo que debió ser para Maradona, que vivió allí siete años.
¿Podemos decir que la vida de Diego Maradona es ‘bigger than life’?
Asif Kapadia– Creo que hay muy poca gente de quien se pueda decir que sus vidas son bigger than life y Maradona es uno de ellos. Vayas a donde vayas, dices Maradona y todo el mundo sabe quién es. Maradona es más grande que el futbol: es una leyenda. El final de mi película documental habla del mito, de esa idea de leyenda, pero todo el mundo conoce la leyenda y yo he querido enseñar sobre todo al futbolista, que era buenísimo. Porque aparte del campeonato del mundo del 86, y los goles que marcó a Inglaterra, no se sabe mucho sobre sus hitos en el Nápoles.
Amy Winehouse y Diego Maradona se parecen bastante. Amy era una cantante de jazz a la antigua, un poco fuera de su tiempo, que no encajaba en la industria de la música cuando se volvió muy comercial. Maradona también vivió el cambio profundo que se dio en el mundo del fútbol, y no creo que sea posible vivir hoy de la manera en que vivió y acumular tantos éxitos.
En ‘Diego Maradona’ se habla del futbolista como el último de una estirpe y del final de una época en lo que al balompié se refiere.
Asif Kapadia– Sí, esa era la intención. ¡Los futbolistas son tan profesionales hoy en día! No lo critico: sus carreras son más estables y largas, pero también algo aburridas. Están muy protegidos por sus abogados y controlan al milímetro la imagen que ofrecen. De algún modo, Amy Winehouse y Diego Maradona se parecen bastante. Amy era una cantante de jazz a la antigua, un poco fuera de su tiempo, que no encajaba en la industria de la música cuando se volvió muy comercial. Maradona también vivió el cambio profundo que se dio en el mundo del fútbol, y no creo que sea posible vivir hoy de la manera en que vivió y acumular tantos éxitos. Porque a pesar de todo, Maradona triunfó. Tal vez se deba a algo generacional, a haber crecido en los 80 y 90, y a haber vivido la transformación de lo analógico a lo digital, pero me interesan mucho los personajes que están entre dos épocas.
Señalas esa idea de la imagen mediática de los futbolistas actuales, pero sorprende la cantidad de material de vídeo que hay registrado sobre Maradona. ¿Crees que estaba preocupado por su imagen?
Asif Kapadia– No, al menos no como los futbolistas de ahora, que forman parte de una generación de futbolistas selfie o futbolistas Instagram. Lo interesante del material de la película es que a Diego le daba igual que le grabaran. Conocía a la persona que llevaba la cámara, confiaba en él, y sabía que nadie nunca iba a ver esas cintas. ¡A mí, por ejemplo, me llevó más de 30 años dar con esas cintas! Maradona también vivió en un momento en que abundaba el registro en fotos, vídeos y cintas de audio. Pero, a diferencia del vídeo, los archivos digitales se puede perder, se pueden borrar, se puede destruir un disco duro… El vídeo es más fiable que la imagen digital, mientras que lo digital es más autoconsciente.
Maradona también vivió en un momento en que abundaba el registro en fotos, vídeos y cintas de audio. Pero, a diferencia del vídeo, los archivos digitales se puede perder, se pueden borrar, se puede destruir un disco duro… El vídeo es más fiable que la imagen digital, mientras que lo digital es más autoconsciente
Hay escenas en ‘Diego Maradona’ que son de una inocencia absoluta. Estoy pensando en el momento en que se ve al padre de Maradona, Don Diego, cocinando un asado a los compañeros de equipamiento durante el Mundial del 86. ¡Eso hoy es impensable!
Asif Kapadia– Alucinante, ¿verdad? El padre de Maradona solía cocinar para el equipo. Era un currante y para él acompañar a Maradona era ir a trabajar, y, además, cuidaba a los compañeros de equipo de su hijo, quienes por cierto adoraban a Don Diego. ¿Te puedes imaginar que esto suceda hoy en día?
Un antes y un después.
Asif Kapadia– Exacto. Maradona fue una figura única. Iba a todas partes con su padre y tampoco se separaba de su entrenador personal, otro secundario interesante en la vida de Maradona. Porque Maradona tiene esta reputación de tío loco, pero creo lo contrario: que es muy listo e inteligente. Es un avispado chico de la calle. Ahora no se me ocurren muchos futbolistas de los 80 que tuvieran un entrenador personal, y Diego Maradona tuvo uno y trabajó muchísimo. Siempre quería aprender y, por ello, ayudó al Nápoles.
El Maradona inteligente, preocupado por su rendimiento, es algo que sorprende de ‘Diego Maradona’. También la imagen de un hombre engullido por su propio mito en un entorno muy hostil.
Asif Kapadia– Me atrae el conflicto de los marginados contra el sistema, narrar cómo el sistema usa a las personas y las destroza. Estaba en Amy y, en menor medida, en Senna. Maradona es conocido por ser un tramposo, especialmente tras el famoso episodio del gol con la mano, pero diría que es la única persona honesta dentro de un sistema completamente corrupto. En Italia no llegó a comprender del todo las dinámicas del país, las del norte contra el sur, las de Nápoles y cómo le consideraban, las de la Copa del Mundo… Está claro, por otra parte, que Diego no es un ejemplo de candidez. Es problemático y da problemas, pero también ha sido tratado como el chivo expiatorio.
No eres complaciente con la FIFA ni con el mundo del fútbol. ¿Has tenido alguna queja al respecto?
Asif Kapadia– ¡La gente de la FIFA ha visto la película! [Risas]. A ver, hubiera sido más sencillo mostrar entrevistas actuales a los protagonistas de la vida de Maradona, pero creo que habría sido una estrategia estúpida. Al utilizar material de archivo, ves las cosas según sucedieron. Habrá gente a la que tal vez no lo guste lo que se ve, pero no puede negar que eso pasó. Hemos investigado mucho y nos hemos cubierto las espaldas en materia legal.
¿Cuál es la situación del clan de la Camorra que aparece en ‘Diego Maradona’? ¿No te preocupaba ser tan explícito a la hora de hablar de la mafia napolitana?
Asif Kapadia– Me encanta Nápoles y ¡me encantaría poder regresar algún día! Te cuento cómo es la situación actual del clan Giuliano. Las fotografías en las que aparece Diego Maradona con los miembros de esa familia son muy conocidas en Nápoles y en Italia. Algunas fotos son inéditas, pero el caso, en suma, tuvo mucha repercusión. Le pregunté a Diego al respecto y él habló conmigo sobre este tema de una manera muy franca. Mucha de la gente relacionada con los Giuliano están muertos, otros en la cárcel y otros se han convertido en testigos protegidos y colaboradores de la policía. Así pues, esa generación de mafiosos ya no está en las calles de Nápoles. Ahora es distinto: ves a chicos, chavales muy jóvenes, en moto…
¿Cómo fue el trabajo con Diego Maradona?
Asif Kapadia– Trabajar con Diego fue complicado al principio pero muy bueno al final. Nos hemos visto 4 o 5 veces en su casa en Dubai, adonde viajé para entrevistarle. Ahí se mostró muy simpático. Cuando está de buen humor y contento es un tipo muy amable y conversador, pero cuando sucede lo contrario se le ve cansado, desganado, y cuando habla, apenas se entiende lo que está diciendo. Además, pasaba como un año entre los varios encuentros que tuvimos, y cada vez que nos veíamos no sabía si me recordaba, si sabía quién soy yo o si entendía del todo lo que yo estaba haciendo. Creo que pensaba que estaba preparando un programa radiofónico, porque las entrevistas las hice sin cámara. Era una situación desconcertante pero divertida. Además, ¿cuánta gente ha entrevistado a Diego? ¿Por qué iba a acordarse de mí?
Es muy complicado ver y montar las imágenes de la vida de una persona adicta a las drogas y, tal vez por ello, decidimos que con 'Diego Maradona' tenía que ser distinto a 'Amy'. Cuando veo a Maradona, veo a alguien que no se ha desenganchado de las drogas. Cada vez que recae, hace algún tipo de locura y es imposible no pensar en que necesita ayuda.
¿Ha visto la película finalizada?
Asif Kapadia– Mi intención era enseñarle la película antes de que estuviera finalizada y entonces entrevistarle de nuevo, porque sé que iba a ser muy emotivo. Hacía abril del año pasado le pregunté a su asesor legal si podía volver a Dubai para una entrevista final y para que viera la película pero me respondió que no era posible porque viajaban a Bielorrusia. De ahí, fueron a Colombia y luego a Moscú, a la Copa del Mundo, un escenario poco adecuado para que Diego viera la película. Imagino que conoces las imágenes de Maradona en la Copa del Mundo. No era el lugar. Propusimos que el último encuentro fuera después de la Copa del Mundo, en Argentina. Pero dos días antes de volar a Argentina, nos enteramos de que Maradona estaba en México y ¡a través de un amigo que me telefoneó! Así pues, Diego no vio la película antes de su estreno en Cannes, a pesar de nuestros intentos persiguiéndole alrededor del mundo. La última carta fue Cannes: si aceptaban la película en Cannes, le invitábamos. Y como sabes, Diego no llegó a ir a Cannes.
Hubo muchos rumores sobre su presencia en Cannes.
Asif Kapadia– ¡Estuvimos a punto de conseguirlo! Lo teníamos todo preparado, pero la semana previa a Cannes, el equipo de segunda división que entrenaba Diego estaba en plenos playoffs para subir a primera división. Y si lo lograban, para Diego, como entrenador, supondría un gran logro. De repente, el equipo cobró relevancia y lo de Cannes se fue apagando. Lógico. Desafortunadamente, su equipo perdió el penúltimo partido y no llegó a la final. Y apareció de nuevo la posibilidad de que Diego volara a Cannes, pero no vino. Imagino que le disgustó mucho el hecho de haber perdido y se desanimó. ¡Y todavía no ha visto la película!
Por último, te muestras muy compasivo con la caída de Diego Maradona tras su paso por el Nápoles. ¿Por qué decidiste mantener una distancia con el perfil más oscuro del jugador?
Asif Kapadia– En mi opinión, después de su etapa en Nápoles, Diego Maradona deja de ser futbolista. Jugó al fútbol, pero ya no era el enorme futbolista que fue y se iba a convertir en otra cosa. Y daba igual lo loco o controvertido que sea lo que dijera, todo el mundo iba a escucharle porque es Maradona. En la película, damos pincelazos de las sucesivas etapas de Maradona, pero no queríamos perdernos en los detalles. Además, veníamos de Amy, cuyo montaje fue muy difícil. Honestamente, es muy complicado ver y montar las imágenes de la vida de una persona adicta a las drogas y, tal vez por ello, decidimos que con Diego Maradona tenía que ser distinto. Cuando veo a Maradona, veo a alguien que no se ha desenganchado de las drogas. Cada vez que recae, hace algún tipo de locura y es imposible no pensar en que necesita ayuda. Cuando salieron esas imágenes en la Copa del Mundo, por ejemplo, a mucha gente le pareció algo divertido, pero a mí me dio mucha pena. Esas imágenes están en la película, pero como corolario decidimos dar presencia a su familia, a sus hermanas, porque siempre han cuidado de él. María, su hermana pequeña, es una mujer muy tranquila, habla muy bajito, y es muy dulce y emotiva. Creo que es de las voces más honestas sobre Maradona, porque sabe la presión que llevaba Diego sobre sus hombros al sacarles del arrabal de Villa Fiorito cuando solo tenía 15 años, y porque muy poca gente conoce a Diego Maradona antes de que se convirtiera en Maradona.