Pedro Almodóvar ya tiene el León de Oro entre sus manos. El cineasta manchego, con la reciente Dolor y gloria todavía en cartelera, ha recibido hoy el Gran premio honorífico en la 76ª Mostra de Venecia de las manos del presidente del certamen Alberto Barbeta y de las manos de Lucrecia Martel en lo que ha denominado "un acto de justicia poética".
La Mostra ha reconocido así la importancia de Pedro Almodóvar en el séptimo arte al considerarle el director español más importante desde Luis Buñuel y también en tanto que hijo pródigo. En Venecia tuvo su debut internacional en 1983 con Entre tinieblas, y Venecia también fue su trampolín internacional en 1988 con Mujeres al borde de un ataque de nervios, con la que ganó el premio al Mejor guion y que llegó a estar nominada al Oscar a la Mejor película de habla no inglesa. Entonces, el León de Oro se le escapó de las manos a pesar de que al presidente del jurado de esa edición, Sergio Leone, la película le había encantado.
"El León de Oro honorífico a mi trayectoria es un premio muy emocionante. El poder del cine me ha permitido mostrar a la gente que he visto en la calle, mostrar la vida. No he tratado de cambiar el mundo, pero sí de explicar el mío con libertad e inocencia", ha dicho Almodóvar en la rueda de prensa previa a recibir el premio, en declaraciones recogidas por EFE. "Mis películas nacen en un momento único de la historia española, el del nacimiento de la democracia española. El resultado de ese momento son mis películas, que demuestran que la democracia española era real".