Liyun y Yaojun tienen un vida normal. La misma que la de cualquier matrimonio chino en la época más álgida del comunismo en su país. Hasta que su único hijo muere ahogado. Es entonces cuando su pasado, marcado, como el de otros tantos matrimonios por la política del hijo único, vuelve para definir su futuro. La historia que cuenta el director Wang Xiaoshuai en Hasta siempre, hijo mío, su nueva película, no es fácil, pero es la misma que la de varias generaciones. “En el año 2015 se elimina la política del hijo único y me di cuenta de que, quizás, hay dos generaciones que solo han podido tener un hijo y se acostumbraron a ello. Y ahora, de repente, pueden tener más”, nos cuenta el realizador durante nuestro encuentro en el Festival de San Sebastián sobre por qué se decantó por contar esta historia.
En el largometraje, cuando el matrimonio protagonista pierde a su hijo, adoptan a otro con el que tienen problemas para educar como les gustaría. En una de las huidas de este, la historia de Liyun y Yaojun es narrada a través de 'flashbacks'. Desde que tienen a su pequeño entre brazos, pasando por su muerte y terminando por explicar cómo han llegado hasta su presente. En total, el filme abarca más de 30 años en los que sus protagonistas se enfrentan a diferentes cambios políticos, sociales y ecónomicos.
Wang Jingchun, encargado de interpretar a Yaojun, recoconoce que para prepararse para el papel tuvo que recurrir a sus padres y otras personas que vivieron en la misma época que su personaje. Una época con unas políticas que, durante muchos años, no han resultado fáciles para los cineastas por culpa de la censura. “No estoy preocupada”, afirma la actriz Yong Mei sobre si el filme puede despertar cierta polémica por el tema que trata. “Me gusta este personaje y quise hacerlo lo mejor posible. Lo demás es problema del director, no mío”, bromea. “Es la historia de una familia. Una historia real para mucha gente. Quizá, como artistas, eso no nos preocupa”, añade su compañero de reparto.
Xiaoshuai, pese a ser un cineasta cuyos proyectos suelen indagar en la sociedad de su país, cree que en el cine debe de existir todo tipo de películas. “No digo que necesitemos esta película porque el cine es muy universal”, explica. “A mi me gusta este tema y creo que mis películas siempre hablan de ello [...] Durante una época, en China, había más películas de este estilo; sobre la sociedad, la familia y la historia. Creo que no deberíamos perder este tipo de películas para recordar lo que ha pasado”. Y, según el realizador, también para pensar en cómo afectan a las personas las decisiones que toman los políticos porque “hay que considerar el daño que han causado”.
Como ya te contamos hace poco en nuestra crónica del Festival de San Sebastián, Hasta siempre, hijo mío dura tres horas. ¿Creen que eso puede provocar cierto rechazo a la hora de que el público se decante por ella? "Para eso hacemos la entrevista, para que podáis promocionar la película", ríe el director. Precisamente la duración del filme le valió a su actor protagonista para guardarse una anécdota del paso de la cinta por el Festival de cine de Berlín, certamen en el que se llevó el Oso de Plata a la Mejor interpretación masculina y su compañera de reparto a Mejor interpretación femenina. “Después de su proyección en el Festival en Berlín, al día siguiente, una señora me paró por la calle y me dijo que, pese a las tres horas, no había perdido ni un minuto de su vida”.
Hasta siempre, hijo mío se estrena en España este viernes, 27 de septiembre. Sobre estas líneas, no te pierdas el tráiler de la película.