A sus 82 años, Costa-Gavras sigue haciendo activismo político a través del cine. Después de embarcarse en el mundo de la banca con El capital (2012), el realizador griego lleva a la gran pantalla Adults in the Room (Comportarse como adultos), su nuevo proyecto que llega hoy, viernes 18 de octubre, a las salas de cine. En esta ocasión, Gavras ha decidido contar la historia de Yanis Varoufakis durante su labor como ministro de finanzas de Grecia y, para ello, se ha basado en Adults in the Room: My Battle with Europe’s Deep Establishment, las memorias que el político escribió sobre sus encuentros y desencuentros con el Eurogrupo.
Costa-Gavras, además, recibió este año el Premio Donostia en la 67ª edición del Festival de cine de San Sebastián, evento en el que se presentó su último proyecto cinematográfico. Con el realizador pudimos hablar durante el certamen sobre el cine comprometido, la confianza en los políticos y lo importante que es la comedia como alivio a los males de la sociedad.
¿Cree que el cine comprometido, como el suyo, está desprestigiado en la actualidad?
El arte debe ser comprometido. El arte sin compromiso no existe. Todo tipo de arte. El cine tiene una obligación. Debe ser libre, pero tiene una relación directa con el pueblo, con la gente, con nosotros. Por eso es muy importante que tenga este papel. El cine no puede ser como el fútbol. Como si fuésemos a pasar dos horas allí y luego nos fuésemos a casa. En mi opinión, el cine debe crear emociones y el espectador puede hacer algo o no al respecto. Es libre.
Adults in the Room (Comportarse como adultos) es una sátira. ¿Cree que la realidad es tan insoportable que acercarse a ella desde un punto de vista crítico tiene que ser a través del humor?
Es una tragedia, pero al mismo tiempo es una comedia. Para que exista esperanza en la vida hay que tener en cuenta a la comedia. La comedia aleja y aligera los problemas. Me parece indispensable.
¿Se siente europeo?
Sí. Pero... ¿qué quiere decir exactamente europeo? ¿Cuál es el sentido de ser europeo? No puedo sentirme europeo con personas como [Jean-Claude] Juncker o [José Manuel] Barroso porque son personas muy negativas. Me siento bien con otra gente con la que hablo sobre las ideas de lo que puede hacerse por Europa, aunque luego no se haga lo que queremos. La cultura no funciona en Europa como debería. La pedagogía no funciona como debería. Lo social no funciona tampoco. Es un problema de ser europeo. Nací griego, pero soy ciudadano francés. Y soy muy feliz de serlo porque Francia me dio mucho más con las posibilidades que tenía. Grecia no hace eso con sus hijos. Se van. Más de 2.000 personas se han ido porque no tienen trabajo ni futuro. Esto debe cambiar.
En su película muestra lo diferentes que son los políticos en privado y en el ámbito público. ¿Podemos confiar en los políticos?
No hay otra solución. Porque los elegimos. El problema es el tipo de elección que hacemos y que nos permiten hacer. Cuando votamos, en esta relación entre la promesa y la elección, tenemos una responsabilidad política. Los votamos porque queremos escuchar las promesas buenas que nos dan. Es una relación un poco histérica. Nos dicen: "No puedo hacer eso, pero voy a tener que hacerlo. Van a sufrir con eso, pero voy a intentar cambiarlo". Nosotros no lo notamos. Viene otro y nos dice que hará todo lo que queremos que haga. Y no lo hace. Y continuamos con ellos. Hay también una relación casi religiosa con lo político. Las ideas pueden cambiar los países, no salvarlos. La idea de salvación es una cosa completamente religiosa y no me interesa.
También en Adults in the Room (Comportarse como adultos) los medios son una parte crucial en el ámbito político...
Es esencial. Son los intermediarios entre los ciudadanos y la realidad. No sirve de nada si no hay una relación directa con los medios. No sabríamos qué hacer o hacia donde vamos. Los medios tienen una responsabilidad muy grande. Mucho más grande que la que tiene el cine. El cine es un espectáculo. Insisto en eso.
¿Se siente decepcionado con el hecho de que en 2019 las cosas sigan estando mal?
No. Las cosas han mejorado mucho. Si vas al principio del siglo pasado mira lo que pasaba con la sanidad. La sanidad ha cambiado mucho. También la democracia. Muchas cosas han cambiado, pero no lo bastante. Hay millones de personas que viven todavía en condiciones inaceptables.
¿Cree que Yanis Varoufakis es un héroe?
No necesitamos héroes, necesitamos gente coherente. No le veo como un héroe de tipo cinematográfico como Superman, que salva los problemas del mundo, pero sí lo veo como un personaje coherente con sus ideas y su comportamiento.
¿Teme que películas como la suya sean vistas solo por las clases acomodadas y las clases populares vayan a ver otro tipo de cine?
Depende mucho de los medios. De cómo la presentan. Si dicen: "Es muy dificil. Habla de economía...". Me gusta mucho cuando dicen que hay ironía, que hay suspense… La gente se interesa. Pero no quiero decirles cómo escribir sus crítica (bromea).
Parece que la etiqueta de cine político es una forma de distanciarle...
Creo que todas las películas son políticas. Qué es la política más que la relación entre la gente a cada momento. Mis películas hablan del poder y, a veces, de los políticos. Arcadia (2005) es una película que, de forma directa o indirecta, tiene política. No podemos salir de la política.