Margit y Katia, su hermana mayor, huyen de su hogar en Islandia después de que su madre, acusada de brujería, haya sido lapidada. Así comienza Cuando fuimos brujas, el debut en el largometraje de Nietzchka Keene y de la cantante Björk, que se ha convertido con los años en una película de culto, aunque prácticamente invisible en su día hasta hoy. Porque treinta años después de finalizar la producción, llega el 8 de noviembre a las pantallas españolas tras haber sido restaurada con el apoyo de The Film Foundation y The George Lucas Foundation, en un estreno en salas seleccionadas.
Cuando fuimos brujas, titulada originalmente The Juniper Tree, es una cinta de culto por varios motivos. Adaptación del cuento El enebro, de los hermanos Grimm, esta ópera prima de Nietzcha Keene tiene una historia detrás tan potente como la que vemos en pantalla. Nietzchka Keene estudió Filología Germánica en la Universidad de Massachussets y en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), un Máster en Bellas Artes; además de investigar sobre los primeros textos en lengua islandesa desde el departamento de lenguas escandinavas. Allí también cursó cine. Y la ecuación hizo efecto: Keene voló a Islandia en 1986 para preparar su primera película, que adaptaría el cuento de los Grimm incorporando a la trama varias leyendas folcklóricas locales.
En Islandia, conoció a la artista Björk, que por entonces estaba comenzando a despuntar como cantante pero que aún no era la gran estrella de pop vanguardista en la que se transformaría solo unos años después. Björk tenía 21 años, acababa de ser madre, y se convirtió en la coprotagonista de Cuando fuimos brujas encarnando a Magrit, la bruja más pequeña de las dos hermanas hechiceras.
La cinta se rodó en el país nórdico aprovechando al máximo los paisajes misteriosos del país y las largas jornadas de sol del verano polar. Por problemas ecnomómicos, Keene no pudo finalizar la post-producción hasta 1989 y no fue hasta 1991 cuando la cinta pudo estrenarse en el Festival de Sundance. Después, el olvido.
Keene murió de cáncer en 2004 y su entorno, amigos, compañeros de trabajo y familiares, decidieron darle un empuje a este filme inaudito con el objetivo de que tuviera la vida que en su día no disfrutó. La restauración en tecnología 4K ha sido una iniciativa de la Universidad de Wisconsin-Madison, donde Keene enseñó cine, y se ha realizado con el apoyo de la The Film Foundation y The George Lucas Foundation. Y el resultado, una obra muy cuidada que ofrece una relectura del cuento de hadas en clave minimalista, que transforma la imagen de las brujas a los paradigmas contemporáneos.
Tras estrenarse en el Festival de Rotterdam, el LPA Film Festival y el Festival de Sitges, Cuando fuimos brujas llega a las salas este próximo 8 de noviembre.