Alice Guy-Blache, Moufida Tlatli, Dorothy Arzner, Kinuyo Tanaka, Agnes Vardà, Yuliya Solntseva, Chantal Akerman, Lois Weber, Jane Campion, Lotte Reineger, Binka Zhelyazkova, Claire Denis y así hasta 183 mujeres cineastas y 700 películas: todo ese volumen conforma el material de Women Make Film, la nueva historia del cine de Mark Cousins que llega hoy a salas seleccionadas de España.
El norirlandés, que presentó el monumental serial en el Festival de Sevilla, así como también en Madrid y Barcelona, vuelve a ponerse detrás de la cámara para ofrecernos una historia heterodoxa del cine, centrada esta vez en el trabajo realizado por directoras cuya obra ha quedado relegada de los volúmenes historiográficos oficiales. El objetivo de Women Make Film es, por tanto, reivindicarlas por su talento, más allá de cuestiones sobre la mirada femenina o el sesgo de género.
Narrada por iconos del cine como Tilda Swinton, Debra Winger o Jane Fonda, Women Make Film está dividida en cinco bloques de unas tres horas de duración (tres capítulos cada uno), pero está realizada de manera que puede verse aleatoriamente o sin necesidad de seguir la serie de manera cronológica. En Madrid se estrena hoy martes 26 de noviembre a las 20:30h en Cineteca Matadero, y se verá hasta el sábado 30 de noviembre. En Barcelona, el Cinemes Méliès ha programado sus cinco bloques entre las semanas del viernes 29 de noviembre y la del viernes 27 de diciembre de 2019. Tras su paso por salas, la serie llegará a la cadena TCM en 2020.
Así presenta Mark Cousins su propuesta: "Por suerte, no tiene nada que ver con estar en una clase de la universidad. Pero debería de ser una experiencia más intensa, porque he pensado el documental como una obra que te arrastra, que al verla sintamos, ¡wow!, hay un todo un mundo de cine ahí fuera que no conozco. Luego se puede ir a internet y, bueno, ya sabes, hay datos de estas cineastas que se pueden averiguar, aunque no en todas las ocasiones. Pero mi intención era crear primero de todo una sensación y mostrar todo ese continente, todo ese patrimonio". No te pierdas las sesiones de Women Make Film ni nuestra entrevista a continuación.
Tras 'The Story of Film: An Odissey' y 'A Story of Children and Film', presentas ahora 'Women Make Film'. Háblanos de la génesis de este trabajo, centrado en mujeres cineastas.
Mark Cousins– A Story of Children and Film es en realidad sobre niños y usaba clips de película casi como un pincel para pintar un retrato de la infancia. Pero Women Make Film no es para nada un retrato de mujeres en el cine o sobre las mujeres. No se habla apenas de sus vidas. No trata a las cineastas como mujeres específicamente, sino que habla de su trabajo. Para mí eso era muy importante, ya que muchas de sus obras no se han visto. Quería hablar de su trabajo, porque esta serie es de nuevo una obra que habla del amor al cine.
Entiendo que el sesgo de género no era prioritario a la hora de plantear esta historia de mujeres cineastas.
Mark Cousins– Recuerdo que en la universidad había un curso de literatura y, además, otra asignatura, más reducida, de literatura femenina. Mi serie no se pregunta cómo las mujeres han hecho este u otro travelling, sino esos travellings que se han realizado. La serie se pregunta sobre el lenguaje del cine. Y ese el motivo por el cual Tilda Swinton, Jane Fonda y Debra Winger se involucraron. Porque no plantea que las mujeres hagan las cosas de manera diferente.
Comenzamos 'Women Make Film' mucho antes de la polémica sobre Harvey Weinstein y el auge del movimiento #MeToo. Y, aunque a mucha gente tipo polemistas y activistas le gustaría que la película hablara de esas cosas, no es el caso.
Habrá quien señale que detrás de 'Women Make Film' hay un hombre como director.
Mark Cousins– Bueno, ¿has visto todos los créditos de la serie? Hay centenares de mujeres involucradas. Fuimos en busca de esas cineastas para conocerlas, ver su trabajo y entrevistarlas. Cuando estaba con The Story of Film: An Odissey me encontraba cada vez con más directoras muy interesantes que no eran muy conocidas. En los viajes de promoción de esa serie viajé por muchos países y aproveché para ir a cinetecas y museos para preguntar a sus responsables algo muy simple: los nombres de sus grandes directoras. El viaje empezó en Albania y, al cabo de todos estos años, hemos logrado restaurar muchas películas, realizar subtítulos, etc. Nunca pregunté sobre cuestiones sobre la mirada femenina o si hay una manera de filmar diferente según el género. Solo los nombres de grandes directoras, como en una escuela de cine en la que estudias las películas de los maestros del arte. Creo que es bastante simple, en realidad. No hay mucha teoría más allá de lo cinematográfico. Comenzamos Women Make Film mucho antes de la polémica sobre Harvey Weinstein y el auge del movimiento #MeToo. Y, aunque a mucha gente tipo polemistas y activistas le gustaría que la película hablara de esas cosas, no es el caso.
Solo cine, pero hecho por mujeres.
Mark Cousins– La serie es un acto de cinefilia, de adorar al cine. Y, por lo tanto, es mucho más sencillo y más puro. Y, de nuevo, creo que este es el motivo por el que Tilda se enroló. Creo que Tilda no ha dado entrevistas sobre el #MeToo ni sobre el 'affaire Weinstein', pero, le preguntan siempre estas cosas solo por el hecho de ser mujer en el cine. Y, con motivo, muchas como ella están hartas de que les pregunten sólo por eso. ¿Por qué deberían tener que hablar sobre eso si no les apetece? ¿Solo porque son mujeres? Hay que tener cuidado con el peligro de re-victimizar. Por ejemplo, en Women Make Film podríamos haber contado una historia en un sentido más cronológico y narrar grandes trayectorias que fueron olvidadas. Pero eso sería un relato de las víctimas, y, en mi opinión, es peligroso a pesar de las buenas intenciones. Porque existe el peligro de contar la historia de un fracaso, o de varios. Y esto no va de fracasos, sino de victorias y de celebrar. De ver todas estas películas y admirarlas.
En 'Women Make Film' podríamos haber contado una historia en un sentido más cronológico y narrar grandes trayectorias que fueron olvidadas. Pero eso sería un relato de las víctimas, y, en mi opinión, es peligroso a pesar de las buenas intenciones. Porque existe el peligro de contar la historia de un fracaso, o de varios. Y esto no va de fracasos, sino de victorias y de celebrar. De ver todas estas películas y admirarlas.
¿Y la reivindicación? Tampoco se puede obviar el momento político del feminismo en el que nos encontramos.
Mark Cousins– Muchas mujeres, periodistas, activistas, etc., están realizando grandes logros en relación al feminismo, presionando a la industria sobre las desigualdades y en relación a la profesión. La serie Women Make Film va por otros derroteros. Es algo que suma, un complemento con el que yo solo quiero poner el foco en el arte cinematográfico. Hay muchas personas increíbles tratando de cambiar el mundo y la revolución está sucediendo, y yo siento que con este trabajo solo ofrecemos argumentos en la conversación. Enriquece el debate y enriquece la revolución y el cambio social.
¿Has querido hacer una serie política?
Mark Cousins– No voy de polemista ni soy la típica persona que se cree con la razón. Pero sí me parece que en cierto modo Women Make Film es una película política. No del tipo ‘necesitamos paridad en las instituciones u organismos de poder’ –aunque yo sí creo a nivel personal que la paridad es necesaria–, pero sí en relación a las sensibilidades.
La serie también propone ampliar el foco a los cines realizados en países de todo el mundo, más allá de Europa y Estados Unidos.
Mark Cousins– Kira Murotava, por ejemplo, es una gran cineasta cuyas obras aún son muy desconocidas. Muy poca gente ha visto su cine. ¡Síndrome asténico (1989) fue la única película censurada durante el gobierno de Gorbachev! Cuando murió, ni siquiera la reconocieron en el In memoriam de los Oscar… ¡Una cineasta tan grande como Martin Scorsese! Esa noche me dije que era el momento de convencer a Jane Fonda para que participara en la película. Le escribí un largo email sobre Muratova, sobre lo importante que es, sobre lo desconocida que es y sobre mis motivaciones detrás del proyecto. Al día siguiente, Fonda me dijo que se apuntaba.
¿Le convenció tu defensa apasionada de Muratova?
Mark Cousins– No hay que tener miedo a la emoción. Es algo muy común en la crítica de cine masculina, que piensan en el trabajo del crítico como algo solo intelectual, pero a mi parecer es necesario el aspecto más emocional a la hora de pensar nuestra cultura y a nosotros mismos. Creo que hay que ser más emotivo. Women Make Film es como ir a clase, pero de manera distinta. Se acerca a la creación del cine desde el cine, desde la emoción de ver un plano o una toma. La cultura no solo es lo académico, también es algo que sale de dentro nuestro.
Tilda Swinton o Jane Fonda ponen su voz, pero todos los capítulos de 'Women Make Film' comparten esta imagen de la carretera que se va recorriendo. ¿Has planteado la serie como una road movie?
Mark Cousins– Quería mostrar la sensación de que la serie da la vuelta al mundo, porque hemos filmamos en muchas partes del mundo. Pero también porque la serie, hacia el final de sus 14 horas, concluye en un lugar muy específico. La serie se parece más bien a un camino de peregrinación y va hacia un lugar que es muy, muy importante para mí y para lo que se cuenta. Va hacia su Santiago de Compostela particular.
Dinos alguna cineasta, o varias, con la que hayas alucinado completamente y que sea uno de tus grandes descubrimientos de 'Women Make Film'.
Mark Cousins– Una directora rumana llamada Malvina Urşianu. Desconocía su obra y fue gracias al Instituto del Cine de Rumanía, tras proponerme un programa de cine rumano. Vi sus películas y, bueno, creo que son tan buenas como las de Ingmar Bergman. Binka Zhelyazkova, otro ejemplo. Llegó a ser una figura clave en el cine búlgaro con su primera película y desafío todos los clichés posibles en relación a su condición de mujer y al cine, todos estos jodidos clichés sobre si las mujeres hacen películas sobre niños o sobre entornos domésticos, o si solo filman cine experimental. Esa mierda de generalizaciones, de que las mujeres no hacen el tipo de cine que suele ser estar dominado por directores. En el caso de Zhelyazkova, sus películas eran todas de cine negro y otros géneros, y fueron tremendamente populares.
La idea de una mujer dirigiendo películas de género, sea cine negro, de acción o de terror, todavía es hoy algo que sorprende.
Mark Cousins– Completamente. Hay grandes cineastas mujeres en el noir. ¿Qué te parecen las películas de Ida Lupino? Es verdad que está el cliché del noir como terreno de lo masculino, con la femme fatale como némesis del protagonista, pero hay otras maneras de entender el género que pasan por otros lugares. Kathryn Bigelow es otro buen ejemplo. La gente dice que hace películas como un hombre, pero yo creo que ella filma como le da la gana, expresa su visión del mundo. Buena parte del debate comienza con la cuestión del género, e incluso muchos grandes críticos (hombres) no pueden evitar pensar que ciertas películas están dirigida por mujeres y para ellos es complicado. Hay que ver las películas como películas. Ver lo que son, cómo están realizadas y lo que nos ofrecen. Hay muchas directoras que están hartas de ser juzgadas por su condición de mujer. El cine es un espacio andrógino. Compartimos lo que somos y nos dejamos llevar. En el cine podemos escapar de la presión social de ser mujer u hombre, de la presión de conformarnos. Podemos ser lo masculino y lo femenino, o las dos cosas a la vez. Ese es su poder. Cuando veo Vértigo, de Alfred Hitchcock, soy Jim Stewart y también Kim Novak. Los dos personajes a la vez.
Por último, ¿qué sientes al desafiar el canon histórico del cine con tus documentales?
Mark Cousins– Es emocionante. Tiene mucho de punk. Creo que tras ver esta película, mucha gente que ha estado enseñado historia del cine puede llegar a sentirse avergonzado. Me encanta el hecho de que podemos ser, de manera silenciosa, parte de la revolución.