¡Cuidado, SPOILERS! No sigas leyendo si no quieres saber nada de la película
Star Wars: El ascenso de Skywalker ya ha cerrado la saga de Rey y la franquicia de Skywalker al completo. En La guerra de las Galaxias, los títulos de los diferentes episodios son muy importantes para las tramas, ya que resumen a la perfección la esencia de lo que quieren contar. Por eso, cuando se reveló que el Episodio IX iba a llamarse El ascenso de Skywalker, las teorías comenzaron a circular por internet.
En su momento, JJ Abrams explicó que era resultado de tener que resumir la historia: "Tenía que ser el final de tres películas, después de nueve cintas, y la idea de incorporar las historias que han ocurrido antes. Trata sobre los pecados del padre, sobre la sabiduría que han adquirido y la gran pregunta es: ¿puede esta generación estar a la altura de su misión? ¿Podrán hacer frente a lo que tienen que hacer?".
Sabiendo que la anterior entrega se llamaba Los últimos Jedi, esta película parecía insinuar que los Skywalker iban a ser la clave para la salvación de los Jedi. En realidad, esta teoría no iba tan desencaminada.
Al final de la película, Rey ya ha aceptado su linaje. Es una Palpatine. Sin embargo, no está contenta con lo que eso conlleva ni con la atracción al Lado Oscuro. Cuando la guerrera viaja a Tatooine, una mujer le pregunta quién es. Ante ella se aparecen Luke y Leia, su maestro y entrenador Jedi y su gran guía, tanto moral como en la Resistencia. Rey siente que, en realidad, la persona en la que se ha convertido es gracias a ellos, por lo que su verdadero apellido es Skywalker.
Por lo tanto, efectivamente, Rey es la salvación de los Jedi, la heredera del legado, y, aunque no es una Skywalker, ha adquirido toda la sabiduría y habilidades de sus dos grandes mentores, Luke y Leia Skywalker.
Star Wars: El ascenso de Skywalker ya está en cines.