A Roman Polanski, nacido en París en 1933 pero de origen polaco (su familia regresó a Cracovia poco antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial), le ha acompañado siempre la polémica. Al impacto emocional de haber sobrevivido a la persecución nazi contra los judíos (los miembros de su familia -entre ellos, su madre- acabaron muriendo en campos de concentración), el cineasta ha vivido al menos cinco décadas acompañado del infortunio y la controversia, Primero por el asesinato de Sharon Tate a manos de los acólitos de Charles Manson, y, sobre todo, por la acusación de violación a a Samantha Geimer cuando ella tenía 13 años, y por otras nuevas acusaciones que han visto la luz a lo largo de los últimos años.
Exiliado de los Estados Unidos desde 1977, Roman Polanski tiene ahora en salas españolas El oficial y el espía, cinta que recrea el denominado 'caso Dreyfus', en el que se condenó injustamente a un oficial judío por un espionaje del que era totalmente inocente, y que vuelve a poner sobre la mesa el antisemitismo europeo, la cuestión de la presunción de inocencia –a debate en la película– y el espinoso asunto de la separación entre obra y artista.
En el caso de Polanski, resulta complicado separar vida y obra, porque sus películas están teñidas del horror y fatalismo que vivió especialmente tras el salvaje asesinato de su mujer a manos del clan Manson, y también por una paranoia que se ha multiplicado desde que mantiene un perfil bajo a raíz de las acusaciones de abusos sexuales. Sea como fuere, su cine ha marcado la historia del medio y por ello recordamos algunos de los títulos más importantes, tanto en su fondo como en su forma, de El oficial y el espía a El cuchillo en el agua.
'El oficial y el espía' (2019)
En su última película, Polanski nos traslada a la Francia decimonónica para relatar la investigación de l coronel Georges Picquart (Jean Dujardin) cuando descubre que las pruebas presentasdas para condenar por espionaje al capitán Alfred Dreyfus (Louis Garrel) no son concluyentes. Premio Especial del Jurado en la Mostra de Venecia de 2019.
'El pianista' (2002)
Con el siglo XXI, Polanski se reconcilió con la industria del espectáculo tras arrasar con esta película en la que el cineasta volcaba su terrible infancia en el gueto de Varsovia. Adaptación cinematográfica de las vivencias de Wladyslaw Szpilman recogidas en El pianista del gueto de Varsovia y protagonizada por Adrien Brody, El pianista le valió a Polanski la Palma de Oro en Cannes y el Oscar al Mejor Director en 2003.
'Lunas de hiel' (1992)
Portagonizada por Peter Coyote, Emmanuelle Seigner, Hugh Grant y Kristin Scott-Thomas, en Lunas de hiel Polanski volvía su mirada hacia el thriller erótico para hablarnos de los insonsables misterios del deseo y la rutina matrimonial. Todo empieza cuando la pareja formada por Fiona y Nigel Dobson conocen en un crucero hacia la India a la pareja formada por Oscar y Mimi...
'El quimérico inquilino' (1976)
Una de las más inquietantes pelícuals de Polanski, El quimérico inquilino nos cuenta la historia de Trelkovsky (interpretado por el propio cineasta) cuando se muda a una habitación en la que una joven chica se suicidó tirándose por la ventana. Un ejercicio sobre los límites de la paranoia que también protagoniza Isabelle Adjani.
'Chinatown' (1974)
La magistral Chinatown es también la última película que Polanski rodaría en Estados Unidos, ya que para esas fechas Polanski ya había violado a la entonces menor de 14 años Samantha Gailey en una fiesta que se celebró en la mansión Jack Nicholson. El filme en cuesitón es una perturbadora visión de la ciudad de Los Ángeles a partir de la historia de un detective privado y de un caso de oscuros secretos.
'La semilla del diablo' (1968)
La más celebrada película de Roman Polanski es también la más polémica: La semilla del diablo, con Mia Farrow, John Cassavetes, Ruth Gordon (ganadora del Oscar a la Mejor Actriz de Reparto) y Ralph Bellamy, cuenta la historia de una mujer que se queda embarazada del demonio. Todo apuntaba a maldito durante el rodaje, que acabó con no pocos conflictos e imprevistos, y, con todo, es también uno de los filmes más aterradores sobre las sombras del ser humano.
'El baile de los vampiros' (1967)
A mediados de los 60, Roman Polanski viajó a Estados Unidos para realizar su primera película en color: El baile de los vampiros, una exquisita comedia sobre vampiros que marcó para siempre su vida, ya que durante el rodaje el cineasta y Sharon Tate se enamoraron. La pareja contrajo matrimonio tras esa película, en enero de 1968 en Londres.
'Repulsión' (1965)
Para Repulsión, Polanski, que entonces contaba con 32 años, escogió a Catherine Deneuve para el papel de una mujer asocial y perturbada que acaba asesinado a todos los hombres que se le acercan. Premio Fipresci y Premio Especial del Jurado en la Berlinale de 1965, la película consagró al director como una de las voces renovadoras del cine europeo.
'El cuchillo en el agua' (1962)
El debut de Roman Polanski en el largometraje en 1962 es también un thriller de marcada carga de violencia soterrada: en El cuchillo en el agua se nos cuenta la historia de un matrimonio que cuyas vacaciones se ven alteradas cuando recogen a un joven que hace autostop.