Mujercitas de Greta Gerwig (Lady Bird) se estrenó la pasada Navidad, 25 de diciembre, y ya supera en la taquilla mundial los 100 millones de dólares de recaudación. Se trata de la séptima adaptación del celebérrimo clásico escrito por Louisa May Alcott, si bien la también guionista prestó poca atención a todo lo que se había hecho antes y se centró en recuperar lo que ella consideraba la esencia del libro. Desde su publicación en 1868, la novela no se ha dejado de editar y ha sido traducida a 55 idiomas. Y no sólo ha dado el salto a la pantalla grande, sino también a televisión, teatro e incluso ópera y anime.
Al volver a leer la novela de adulta, como recogen las notas de producción del filme, Greta Gerwig se sorprendió del lenguaje desenfadado e informal que usaba Alcott en boca de sus personajes. "Estaba claro que el lenguaje era fresco y emocionante y necesitaba poca intervención por mi parte. Intenté que el guion tuviese las máximas transcripciones directas del libro posibles", declara. Poco a poco, la historia empezó a desarrollarse en su cabeza, lo que hizo que quisiera dirigirla. "Quería que los actores dijesen todo a la velocidad de la vida cotidiana. Quería que pasasen por el diálogo rápida e irreverentemente".
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¿Y lo de presentar las vidas de las hermanas March -Jo (Saoirse Ronan), Meg (Emma Watson), Amy (Florence Pugh) y Beth (Eliza Scanlen)- en dos líneas temporales? "Tuve la idea de empezar con las chicas de adultas y luego permitir que sus infancias conviviesen a su lado", continúa Gerwig. "Pero no como un 'flashback', sino como dos líneas temporales distintas. Refleja el hecho de que cuando caminamos por la calle siempre lo hacemos de la mano de nuestra versión joven. Siempre estamos integrando la persona que pensábamos que íbamos a ser con la que somos hoy en día. Quería construir una narrativa que incorporase esta vida completa".
Por otro lado, la cineasta hizo que cada hermana apostara por el amor, uno de los grandes atractivos de la obra original de Alcott, pero no sólo por él y también por su propia visión del amor entre iguales. ¿Tenía sentido que Jo, su heroína, eligiese marido cuando Alcott, igual que esta, permaneció soltera incluso después de alcanzar la fama? "Si Jo es mi heroína de niña, entonces Louisa May Alcott es mi heroína de adulta", razona Gerwig. "Es importante para mí que no quisiese casar a Jo, pero lo hizo porque su editor se lo dijo [...] Así que quise darle el final que le hubiese gustado, uno que hubiese querido, que celebrase la decisión que había tomado. Quería recrear ese momento de comedia romántica que nos dio Louisa al final. Pero mientras ocurre también quería plantear: '¿Por qué queremos eso?'. '¿Por qué necesitamos que Jo tenga ese momento?'. Si no has visto Mujercitas, todavía puedes hacerlo.