José Luis Cuerda ha fallecido en Madrid a los 72 años. El productor, guionista y director se convirtió en una figura clave del cine español tras ser responsable de cintas como La lengua de las mariposas o Los girasoles ciegos. Pero, sin duda, lo que más se recuerda de su obra es ese toque de humor tan característico del que hizo gala en la trilogía del 'surruralismo'.
La Academia de Cine lo ha anunciado en su cuenta oficial de Twitter:
Cuerda firmó Total, Así en el cielo como en la tierra y la popularmente recordada Amanece, que no es poco. Una serie de películas que el mismo director definía como "un retorcimiento de la realidad que sigue siendo realidad". Esta etapa de humor absurdo se inauguró en 1987 con el estreno de El bosque animado, cinta que reunía a Alfredo Landa, Tito Valverde o Alejandra Grepi. Nunca abandonó este estilo y en 2018 estrenó Tiempo después, una comedia futurista que supuso la secuela espiritual del filme de 1989.
Esta cinta le llevó a repasar los pesares y sinsabores de la sociedad actual y le salió su historia más pesimista, aunque él reconocía en una entrevista con El País que su intención era reírse de sí mismo: "Puede que la realidad actual sea así. Yo lo que quiero es ponerle al espectador un espejo, que posteriormente reflexione y que cada cual tire por donde quiera. He intentado que se salga de la sala con un requiebro no muy agresivo. Yo no puedo ordenar a la gente que piense de una manera -mi análisis solo me vale a mí-, aunque sí que medite, que se plantee por qué ocurren las cosas que ocurren hoy en día".
También hizo sus pinitos en el terreno televisivo y suya es la segunda temporada de Makinavaja -la primera pertenece a Carlos Suárez-, la serie de La 2 que contaba las andanzas del 'último choriso', un delincuente que vagaba por las calles de la Barcelona de los años 80.
Durante la promoción de Tiempo después, el cineasta declaró a dicho medio que habría más películas y, aunque ahora no va a poder terminar sus proyectos, siempre nos quedará su aportación al surrealismo, al humor nacional y al libre albedrío, que es un tema muy bonito.
Fuente: El País