Adú, la película española más vista del 2020, refleja una realidad, la de aquellas personas que arriesgan su vida para poder llegar a Europa. Para contar la historia del niño protagonista, el director Salvador Calvo (1898: Los últimos de Filipinas) tenía que encontrar al actor perfecto. Y su búsqueda fue larga y complicada.
El realizador y su directora de 'casting' Cendrine Lapuyade, quien ha trabajado en películas como La mujer sin piano o El muerto y ser feliz, estuvieron seis meses tratando de encontrar al niño perfecto para encarnar al joven Adú. Su búsqueda terminó cuando decidieron adentrarse en Parakou, ciudad al norte de Benín. Una vez allí, un niño se les acercó con mucho desparpajo y con dos cosas que, para el realizador, eran clave: autenticidad y haber nacido y sido criado en África. Ese fue el primer encuentro entre Calvo y Moustapha Oumarou, el joven actor que ha debutado con Adú.
"Queríamos a algún niño que tuviera algo especial", cuenta la actriz Bella Agossou (Palmeras en la nieve), quien da vida a Safí en el filme y que estuvo ejerciendo también de 'coach' de Oumarou durante el rodaje. "Yo sé que Moustapha es muy especial en ese aspecto", añade. "No habían salido, ni él ni su familia, del pueblo. No tenían todavía los documentos de identificación", explica Edmon Roch, productor de la cinta. Fue a partir de ahí cuando el equipo de la película inició una labor de formación para enseñar a interpretar emociones y a nadar, entre otras cosas.
Adú está protagonizada por Anna Castillo (Paquita Salas), Luis Tosar (Quien a hierro mata) y Álvaro Cervantes (Ofrenda a la tormenta) y cuenta tres historias que terminan encontrándose. La de un niño que intenta llegar a Europa, la de un padre que viaja a África para luchar contra la caza furtiva y mejorar la relación con su hija. Y, por último, la de un guardia civil en la frontera con España.