Han pasado más de 100 años desde que H.G. Wells publicase la novela El hombre invisible y casi 90 años desde el estreno de la cinta homónima de James Whale, pero no son los únicos proyectos que han estado inspirados por este relato. La historia sobre el hombre que deja de verse a ojos de los demás ha fascinado a la población durante el último siglo y hoy, 28 de febrero, llega a los cines una nueva versión. En esta ocasión, más actual que nunca, Leigh Whannell dirige a Elisabeth Moss en El hombre invisible, una cinta que visibilida la violencia de género en un terreno de suspense y terror.
Alejandro G. Calvo -que desmiga el filme en la vídeocrítica que puedes encontrar sobre estas líneas- pone a Moss como la pieza clave de la película y la que consigue mantener el tono durante las 2 horas de duración.
Por más que lleguen escenas muy violentas o muy salvajes o muy gore, Elisabeth Moss no deja nunca que la película pase a un grado fantástico superior. La ancla mucho en lo real, con lo cual la parte dramática del terror acaba funcionando porque te acabas creyendo la historia
La película tiene el sello Blumhouse (Insidious, Saw, Feliz día de tu muerte) y cuenta la historia de Cecilia Kass, una mujer víctima de abuso que está atrapada en una relación con el científico Adrian Griffin. Después de que Cecilia consiga escapar, Adrian se quita la vida y deja una gigantesca herencia a su esposa. Ésta podrá disfrutar de ella con la condición de que no sea incapacitada mentalmente.
El hombre invisible ya está en las salas de cine españolas.