El logotipo del PSOE, el de Correos, el emblema de la Comunidad de Madrid, la insignia del diario 'El Mundo', el diseño de los billetes de pesetas... Todo esa producción visual, iconografía y patrimonio artístico de nuestra historia más reciente, salió de la mente creativa de una sola persona: José María Cruz Novillo. No en vano el diseñador y artista, nacido en Cuenca en 1936, es para los cineastas Andrea G. Bermejo y Miguel Larraya el hombre que le ha dado imagen a (casi) todo en nuestro país, y de su fascinación por esta figura esencial de las artes gráficas patrias nace El hombre que diseñó España, que se estrena este viernes 27 de marzo a Filmin.
El hombre que diseñó España tuvo su premiere en la pasada Seminci de Valladolid, donde competía en el concurso de documentales, para después participar en Abycine 2019. Tras proyectarse un par de semanas del pasado febrero en salas seleccionadas de Madrid y tras un pase en Barcelona, y en las circunstancias actuales de cierre de salas de cine en nuestro país, el documental de Andrea G. Bermejo y Miguel Larraya llega ahora al público general del país gracias a la plataforma Filmin con el fin de reivindicar a Cruz Novillo y dar a conocer su abundante y colorista obra artística. Sobre el personaje, su trayectoria y otras cuestiones hemos podido conversar con los cineastas. A través del e-mail, en este caso. No os perdáis la entrevista a continuación ni El hombre que diseñó España. En Filmin a partir del 27 de marzo.
Para situar a nuestros lectores, explicad el origen el proyecto. Miguel, tú tienes un par de películas a tus espaldas –Todo el mundo lo sabe (2015) y Afterparty (2012)– y Andrea, tú eres redactora jefe de la revista CINEMANÍA. En ese sentido, ¿qué os lleva a interesaros por el mundo del diseño y por esta figura esencial del diseño español?
Andrea G. Bermejo– Descubrí a Cruz Novillo haciendo un reportaje de cartelistas de cine españoles para la revista CINEMANÍA. Le entrevisté y caí rendida ante su carisma y su genialidad. Documentándome para hacer la entrevista descubrí que no solo había diseñado 79 carteles de algunas de las películas más importantes de la historia de nuestro cine, sino que era el artífice de muchos de los logos que habían contribuido a modernizar España después del franquismo. En un principio, pensando en qué podía hacer para reivindicar a una figura tan desconocida para el gran público, quise organizar una exposición de sus carteles pero cuando le conté a Miguel Larraya, mi pareja sentimental además de co-director, que había conocido a Cruz Novillo a él se le ocurrió que podíamos hacer un documental.
La trayectoria de José María Cruz Novillo ha sido reconocida por sus iguales en el mundo del arte y del diseño, y, sin embargo, sigue siendo desconocida para el gran público. Por otra parte, también es llamativo que hayáis sido vosotros –y no una venerable institución cultural– quienes hayáis tenido la iniciativa de realizar un documental sobre su figura y sobre su obra. ¿No os chocó encontraros en esta situación como punto de partida?
A.G.B. y M.L.– Fue llamativo desde el principio no encontrar apoyos institucionales para el proyecto. El proceso de hacer el documental ha servido también como una reflexión propia sobre el funcionamiento de los mecanismos del reconocimiento público que se dan en España, especialmente a figuras del ámbito de la cultura. Una de las conclusiones es que probablemente el poco interés de Cruz Novillo en buscar estos reconocimientos haya tenido que ver en que no se hayan producido.
Fue llamativo desde el principio no encontrar apoyos institucionales para el proyecto. El proceso de hacer el documental ha servido también como una reflexión propia sobre el funcionamiento de los mecanismos del reconocimiento público que se dan en España, especialmente a figuras del ámbito de la cultura.
El carácter cercano y humilde de Cruz Novillo también llama la atención, teniendo en cuenta que se trata del hombre que diseñó de arriba abajo la imagen de nuestras instituciones durante los primeros años de la democracia. ¿Fue así de fluido el proceso de rodaje y producción?
A.G.B. y M.L.– Esta humildad que se refleja en documental es absolutamente real. de hecho inicialmente el era algo reticente a que hiciésemos la película. Consideraba que un homenaje así significaba que su trayectoria habái terminado y él no ha dejado de sentirse activo. Nos decía que aquello era como ir a buscar la momia de Tutankamon a su tumba y encontrársela trabajando. Su personalidad, su cercanía, su humildad y su sentido del humor creemos que enriquecen mucho la película. Podría haber tenido esa misma trayectoria sin esos rasgos personales, pero no hubiese sido tan buen protagonista. En el propio proceso de hacer la película, en los momentos más complicados de búsqueda de financiación, la relación humana tanto con él como con su familia fueron una gran motivación para sacar el proyecto adelante en las mejores condiciones.
El momento en que Alfonso Guerra dice su famoso ‘que no lo conoce ni la madre que lo parió’, ¿fue espontáneo o estuvo pactado?
A.G.B. y M.L.– Fue totalmente espontáneo. Creemos que es una persona consciente de cuáles son su "greatest hits". Su intervención en la película es muy explicativa y es capaz de concretar la relevancia de Cruz Novillo una forma sencilla y articulada, hablando de cómo le encargó el puño y la rosa a Cruz Novillo, lo que buscaban exactamente con el diseño y también su papel en el cambio semiótico (sic) de España. Se nota la experiencia de comunicación política de primer nivel.
La canción de Astrud 'Hay un hombre en España que lo hace todo', que acompaña los créditos de la película, parece un traje a medida para la figura de Cruz Novillo. Una curiosidad: ¿ya la conocía? Y si no la había escuchado antes, ¿qué le pareció como sintonía para el documental sobre su obra?
A.G.B. y M.L.– Creemos que no la conocía aunque no hemos hablado con él específicamente de la canción. Él esta especialmente contento con el título del documental, que tiene mucho que ver con la canción. Dado su sentido del humor creemos que le debe de gustar también el tema de Astrud.
‘El hombre que diseñó España’ es un documental de presupuesto humilde, que habéis realizado a lo largo de varios años. Aunque Miguel ya tenía experiencia en la ficción, imagino que muchos procesos habrán sido nuevos para vosotros. ¿Cuál ha sido el mayor reto: el rodaje, rastrear el archivo, la financiación de un proyecto así?
A.G.B. y M.L.– La ausencia de medios ha sido el principal reto pero probablemente el proceso más interesante de todos. dada la importancia que queríamos darle al archivo, la búsqueda de imágenes alternativas a las de TVE han hecho que tuviésemos que buscar soluciones creativas que acaban recorriendo todo el metraje. Las imágenes del películas de aquella época, los documentales libres de derechos del Departamento de Estado de los EEUU, o el archivo cedido por instituciones como la Fundación Pablo Iglesias, afectan tanto a la estructura, tono y ritmo de la película. Encontrar estas soluciones fue complejo y trabajoso pero estamos muy contentos con el resultado.
Además de la reivindicación de Cruz Novillo –figura y obra–, en vuestro documental subyace también la idea de que a través del diseño podemos conocer también la historia de un país y en este caso, es imposible no pensar en el despegue de los años 80 en España sin tener en cuenta los diseños de Cruz Novillo.
A.G.B. y M.L.– Absolutamente, la renovación estética de cualquier aspecto que cambia su esencia es fundamental y más en el ámbito político. Por tael cambio en España de aquellos años está asociado a muchas imágenes creadas por Cruz Novillo pero que la mayoría de españoles no vinculan entre sí.
En el momento en que Cruz Novillo explica sus pinitos como diseñador dice que tanto él como sus compañeros son aspirantes a artistas. Finalmente, Cruz Novillo ha conseguido llegar al arte a través del diseño y parece que por fin, con su ‘Opus 14’, se le está comenzando a valorar. A pesar de todo, esa faceta no es nada conocida y su obra conceptual es increíble, vanguardia absoluta.
A.G.B. y M.L.– Así lo creemos nosotros también. No parece especialmente destacable que una obra como el Opus 14, que se desarrolla en tiempo real en internet, fuese concebida por la misma persona que diseñó el logo del PSOE en los años 70. Tal vez esa dualidad artista/diseñador le haya perjudicado en el reconocimiento de su labor artística.
Ahora que habéis ahondado algo más en este personaje, ¿cómo definiríais el universo de Cruz Novillo?
A.G.B. y M.L.– Es sin duda el universo de un artista que imprime su arte en todas sus facetas profesionales pero también en su vida. Una persona con una mirada muy original, filosófica, poética y con mucho sentido del humor, sobre la realidad. Creemos que esa es la clave de que su trabajo permanezca tan bien en el tiempo, hasta tres millones de años.
¿Y en qué etapa creativa de toda la trayectoria de Cruz Novillo os hubiera gustado deteneros más?
A.G.B. y M.L.– Nos hubiese gustado detenernos más en su faceta de artista. De hecho en las últimas fases del montaje debatimos si incluir más obras y minutos. Nos dolió dejar fuera La cuadratura del círculo que es uno de nuestros trabajos favoritos de su colección. Finalmente decidimos centrarnos tan solo en el Opus 14. Dada su complejidad no queríamos perder frescura y ritmo en la narración en el tramo final de la película explicando otra obra de gran carga abstracta.
Necesitamos un paso al frente como el que se dio en aquellos años y especialmente recuperar una mirada ilusionante hacia el futuro. Es algo que percibimos al hablar con los protagonistas de aquella época y que estos días, más durante esta crisis sanitaria, es especialmente necesario.
El estudio de Cruz Novillo es como un museo del diseño y su trayectoria, inmensa. Es difícil escoger entre tanto producción genial, pero ¿con qué obra os habéis encariñado más? Yo no puedo mentiros: me encanta el ‘Abecedario animal de Fósforos del Pirineo’ y la fachada del Instituto Nacional de Estadística.
A.G.B. y M.L.– Los dos coincidimos en la fachada del INE. Creemos que reúne muchos de los aspectos de la trayectoria de Cruz Novillo. Es por encima de todo una obra de arte cromocronofónica, "la escultura más grande del mundo" dice él; pero también un encargo institucional que simboliza todo el país a través de valores estadísticos, encriptados en colores, números y notas musicales. Es hiperrealismo poético.
La crisis del coronavirus ha paralizado toda actividad y ocupado el centro de interés de la política y de la sociedad, por lo que es difícil hablar de cualquier otra cuestión que no sea esta situación de urgencia. Pero, volviendo un poco la vista atrás, y teniendo en cuenta los años tan duros de corrupción y recesión económica que hemos vivido, ¿creéis que España necesita un rediseño y ‘acruznovillarse’ de nuevo?
A.G.B. y M.L.– Creemos que sí, que necesitamos un paso al frente como el que se dio en aquellos años y especialmente recuperar una mirada ilusionante hacia el futuro. Es algo que percibimos al hablar con los protagonistas de aquella época y que estos días, más durante esta crisis sanitaria, es especialmente necesario.