El director de Sin tiempo para morir Cary Fukunaga ha admitido que quería hacer que los dos primeros actos de la película tuviesen lugar en la mente de James Bond (Daniel Craig), idea que fue finalmente rechazada.
En una entrevista concedida a Interview Magazine, cuando se le ha preguntado sobre la posibilidad de que el filme incluyese elementos metafísicos, el realizador ha explicado en qué se basó para crear dicha idea. En palabras de Fukunaga:
Tenía la idea de que esta película podría transcurrir dentro de la guarida del villano de la última película. Hay una escena en la que una aguja entra en la cabeza de James Bond, lo que debería hacerle olvidar todo lo que ha ocurrido, y después, milagrosamente, escapa con la bomba de un reloj. Y después, él y Léa explotan el lugar y continúan su misión. Fue como: ‘¿Y si todo lo ocurrido hasta el final del segundo actor está en su cabeza?
El argumento del filme está todavía rodeado de misterios, pero a juzgar por sus declaraciones, la historia podría ser bastante diferente a todas las entregas anteriores. Este giro argumental, sin duda, es uno de los conceptos más nuevos de la franquicia. Es una idea bastante revolucionaria y podría haber sido maravillosa o un completo desastre. En toda la historia de James Bond no ha habido ningún momento en el que todo haya sido producto de su imaginación. Pero por desgracia o por fortuna la idea fue descartada, por lo que nunca podremos saber si Sin tiempo para morir podría haber sido alabada u odiada si Fukunaga se hubiese decidido por hacer lo que tenía pensado al principio.
El último reto al que ha tenido que enfrentarse la película es a la pandemia del coronavirus, que se ha visto forzada a retrasar su fecha de estreno unos meses. Es un problema por el que han tenido que pasar numerosas películas como Fast & Furious 9, Viuda Negra o Mulán con el cierre de los cines debido a la pandemia actual. La nueva fecha para Sin tiempo para morir ya está fijada: 12 de noviembre. Sobre estas líneas, echa un vistazo al tráiler del filme sobre estas líneas.
Fuente: Interview Magazine