Mad Max: Furia en la carretera es recordada como una de las mejores películas de acción de la década, pero también como uno de los rodajes más complicados y duros de los últimos años. Pasar meses en el desierto de Namibia pueden pasarle factura a cualquiera y, unido a la poca dirección que aportaba su director, George Miller, es lo que puso a prueba la relación entre Tom Hardy y Charlize Theron y les llevó al límite. No es ningún secreto que los protagonisas no hicieron buenas migas y, por este motivo, ninguno de los actores debe guardar un buen recuerdo de la grabación. Ahora han repasado sus errores en una entrevista con NY Times.
Theron reconoce que se sintió perdida y no comprendía la visión que Miller tenía del proyecto, algo que dificultaba su interpretación de Furiosa. En muchas ocasiones, especialmente en el cine de acción, los actores trabajan en tomas muy breves que solo cobran sentido al editarlas y verlas en pantalla grande. Sin una dirección clara y grabando pequeñas escenas de segundos de duración, ninguno de los miembros del reparto lo tenía fácil.
"Lo que más se sintió durante la producción fue el miedo. Estaba increíblemente asustada porque nunca había hecho algo así. Creo que lo más difícil entre George y yo es que él tenía la película en su cabeza y yo estaba desesperada por entenderla", confiesa la actriz.
Si ya era complicado para Theron entender la historia y a su personaje, imagina cómo tuvo que ser para Tom Hardy, que tenía que llenar los zapatos de Mel Gibson, anterior protagonista de la saga. “En retrospectiva, no tuve la empatía suficiente para entender lo que Hardy debía sentir al ponerse en el lugar de Mel Gibson. ¡Es aterrador!".
Creo que, debido a mi propio miedo, levantábamos muros para protegernos en lugar de decirle a los demás: ‘Esto es aterrador para ti y es aterrador para mí. Vamos a llevarnos bien’. De una manera extraña, funcionábamos como nuestros personajes: lo importante era sobrevivir
Una reflexión con la que Hardy está de acuerdo. “Creo que estaba en mi cabeza de muchas maneras. La presión sobre los dos era abrumadora a veces. Lo que ella necesitaba era un compañero mejor y más experimentado. Eso es algo que no se puede falsear. Me gustaría pensar que ahora que soy mayor y más feo podría estar a la altura de la ocasión”.
A pesar de las tensiones surgidas en la grabación, es bonito ver que ambos son conscientes de sus fallos y que, si ahora tuviesen que embarcarse en un nuevo rodaje junto a George Miller, las cosas serían diferentes.
Fuente: Collider