Enrique Lavigne es el culpable de que te hayas enamorado de Conor O’Malley en Un monstruo viene a verme, de que te hayas muerto de miedo con Verónica, de que te sepas de memoria las canciones de La llamada o de que hayas roto a reír con Paquita Salas. Es uno de los mayores productores de nuestro país y, sin su trabajo, muchas historias se habrían quedado por el camino. Por este motivo, tenía que estar en nuestra ronda de cuestionarios para #JuntosPorElCine.
El cine es uno de los sectores más perjudicados por la crisis del coronavirus y en SensaCine queremos apoyar al sector audiovisual con el ‘hashtag’ #JuntosPorElCine. Tú también puedes participar utilizándolo para comentar la última película que viste en pantalla grande, la que más ganas tienes de ver o compartiendo recuerdos que sólo pueden ocurrir en esas butacas. Además, cuando las condiciones sanitarias lo permitan, os avisaremos de la reapertura de los cines. Si quieres que te hagamos saber cuándo las salas han vuelto a abrir sus puertas solo tienes que entrar en juntosporelcine.org e introducir tus datos.
Lavigne retrocede en el tiempo para contarnos su mejor recuerdo en el cine -aunque los que más recordemos sean los más incorrectos-, las cintas que más le marcaron en su infancia y la que más ganas tiene de que se estrene en 2020.
· La primera película que viste en el cine.
La primera película que recuerdo haber visto en el cine es Peter Pan, recuerdo verla tres o cuatro veces seguidas. La primera vez fue en el cine Espronceda, que ya ha desaparecido, que estaba en Chamberí.
· La mejor película que has visto en el cine (o una de las mejores).
No soy nada de ‘Lo mejor’ y ‘Lo peor’ porque a veces hay cosas que son horribles que me encantan y viceversa, pero tengo un recuerdo especialmente potente de películas que he visto siendo muy pequeño. Creo que las dos experiencias más grandes que he tenido en cine, que me han marcado y me han hecho pensar ‘Yo quiero vivir en esta fábrica de sueños’ son 2001: Una odisea del espacio, que no entendía absolutamente nada pero me quedé fascinado con todo lo que estaba viendo, y Hasta que llegó su hora, de Sergio Leone, que me parecía absolutamente insoportable y muy violenta, pero me provocaba mucho.
· Una película que te encantaría volver a ver en cines de nuevo.
Preferiría ver todas aquellas que no he visto en cine, sobre todo porque te das cuenta de muchos detalles del ritmo. El cine es una experiencia hipnótica, el poder concentrarte en esa pantalla te lleva a una reflexión diferente.
· La película más rara o singular que has visto en el cine.
No sé, yo es que soy espectador de películas raras. Lo raro para mí es lo normal. Vuelvo a remitirme a los primeros recuerdos, que son los que se quedan de manera más potente. Recuerdo haber visto en el cine Simón del desierto de Luis Buñuel en el cine Dúplex en Madrid siendo adolescente y no entendía por qué la película duraba 50 minutos solo. No sabía si se había terminado o no, no había entendido el final. Para mí lo raro es bueno, es bonito, entonces salí del cine impresionado de ver que habían contado una historia en 50 minutos.
· Tu mejor recuerdo en una sala de cine.
Es una pregunta difícil de contestar, además seguramente incorrecta. Lo que está dentro de mi cabeza son recuerdos que tienes con alguien que has llevado al cine. Ya sea un beso o meter mano a alguien, eso se te queda para toda la vida. Hay gente que lleva a alguien a cenar y hay gente que lleva a alguien al cine porque quieres compartir algo con ese alguien. Yo recuerdo concretamente ver Vértigo, de Alfred Hitchcock, con una chica que me gustaba mucho y recuerdo, con mucho patetismo ahora mismo, querer besarla en el momento en que James Stewart besaba a Kim Novak.
Parece una tontería pero hay mucha proximidad. Cuando llevas a alguien al cine y te sientas al lado, se producen otras cosas químicas. Si hay alguien que te gusta y lo llevas al cine te arriesgas a dos cosas: recibir un tortazo o que la película no le guste. Decía Godard ‘No puedes estar con alguien que no le gusta la misma película que a ti’.
· La mejor zona para sentarse.
Me suelo sentar en las primeras filas, incluso si el cine es muy grande, me gusta estar inmerso en la experiencia. La 7 me parece lejos, incluso.
· Tráilers antes de la película, ¿sí o no?
Desde pequeño soy muy fan de los tráilers. Para mí son como los cromos. Te gusta ver lo que luego está en la película. Cuando yo era pequeño, muchas veces esos tráileres mentían. Pero no soy tan fan de los tráileres que cuentan la película completa. No necesito saber todo lo que pasa, ni siquiera conocer la historia, para ir a verla. Todo lo contrario. Cuanta menos información, más me gusta.
· ¿En versión doblada u original?
Siempre en versión original, pero no soy un talibán. Muchos de los recuerdos que tengo han sido con películas dobladas y doblajes maravillosos. Yo me asomé por primera vez a los hermanos Marx en la versión doblada y cuando lo veo en versión original no percibo la misma sensación, porque el cine no deja de ser sensaciones. Es como la primera vez que te comes una paella o un filete con patatas. No se te olvida, pero no se te olvida ese filete con patatas en concreto.
· ¿Con palomitas o sin palomitas?
Depende de si es cine o entretenimiento. Si es cine y necesito estar concentrado, no soporto estar con palomitas. Creo que son dos actitudes diferentes. Si es entretenimiento, me asomo a ello con todo el material. Pero si quiero estar encerrado e hipnotizado y no quiero pensar en lo que estoy comiendo… Es que se te quita el apetito.
· ¿Comentas la película mientras la ves?
Jamás. Ni cuando la veo ni cuando termino de verla emito un juicio, a no ser que salga absolutamente enloquecido. Las películas surten efecto en las personas y no tiene por qué ser al final. Y menos durante. Tienes que esperar que esa semilla germine. Hay películas que, al salir, me han parecido fallidas y, años más tarde, te acuerdas de ellas de otra manera.
· La película que más ganas tienes de ver en 2020.
La que estoy produciendo ahora mismo es la que más ganas tengo de ver. Significará que hemos luchado en una de las crisis más graves que ha habido nunca y que lo hemos superado. Significará también que la película se ha podido terminar y que estamos todos contentos con lo que hemos sacado. Yo no concibo la película hasta que conseguimos la mejor versión posible de lo que teníamos en la cabeza. Y, por último, significará que está preparada para los demás y la vamos a estrenar en salas, cuando a lo mejor es de las últimas películas que se estrenan en salas.
Enrique Lavigne, de Apache Films, está produciendo La abuela, dirigida por Paco Plaza con guion de Carlos Vermut.