Muere Ennio Morricone, genial compositor de 'El bueno, el feo y el malo', 'Novecento' y 'Los odiosos ocho'

Muere Ennio Morricone, genio de la música y compositor esencial de la historia del cine. El italiano, responsable de las partituras de El bueno, el feo y el malo, El gran silencio, Novecento, Los intocables de Eliot Ness o Los odiosos ocho ha fallecido en Roma hoy lunes 6 de julio a los 91 años de edad. 

Con más de 500 composiciones musicales para cine a sus espaldas, Ennio Morricone ha sido una de las grandes figuras del séptimo arte. Suyas son las melodías atmosféricas tan características del spaghetti western aunque su talento único y versatil se prodigó en muchísimas producciones de muy diferente talante. No obstante, y pesar de su constante trabajo en grandes obras de Sergio Leone, Sergio Corbucci (Salario para matar), Dario Argento (4 moscas sobre terciopelo gris), Pasolini (Saló o los 120 días de Sodoma), Bernardo Bertolucci (Novecento), Terrence Malick (Días del cielo), John Carpenter (La cosa), Brian de Palma (Los intocables de Eliot Ness), Giuseppe Tornatore (Cinema Paradiso), no fue hasta Los odiosos ocho (2015), de Quentin Tarantino, cuando el compositor italiano finalmente fue reconocido con el Oscar a la Mejor banda sonora original. 

Nacido en Roma en 1928, Morricone comenzó en la música muy joven. Su padre, Mario Morricone, era trompetista y le inició en ese instrumento hasta que el joven Ennio ingresó en el conservatorio. Finalizó los estudios en 1954 y trabajó en la televisión italiana y en algunos filmes antes de que junto a su amigo Sergio Leone trastocaran para siempre el género del western con la conocida 'Trilogía del dólar': Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo ( 1966). Para los anales del cine y de la música ha quedado la magnífica The Ecstasy of Gold, de esta última producción.

A partir de entonces, las composiciones brillantes para el cine se suceden y son míticas las bandas sonoras de clásicos del spaghetti western como Una pistola para Ringo (1965), de Duccio Tessari, Joe, el implacable (1966), de Corbucci, Hasta que llegó su hora (1968), de Leone, Dos mulas y una mujer (1970), de Don Siegel; filmes polémicos como La batalla de Argel (1966), de Gillo Pontecorvo, o Teorema (1968), de Pasolini; polars como El clan de los sicilianos (1969), de Henri Verneuil y con Alain Delon, Lino Ventura y Jean Gabin, o El furor de la codicia (1971), también de Verneuil y con Jean-Paul Belmondo; giallos como El gato de nueve colas (1970), de Argento; o grandes epopeyas históricas como Novecento o Érase una vez en América (1984), de su amigo Sergio Leone. 

Ennio Morricone llegó a estar nominado al Oscar cuatro ocasiones –Días del cielo; La misión (Roland Joffé, 1986); Los intocables de Eliot Ness; Bugsy (Warren Beaty, 1991); y Malena (Giuseppe Tornatore, 2000)–, pero su primer Oscar de la Academia de Hollywood llegó en 2007 y como Oscar honorífico en reconocimiento a su increíble trayectoria cinematográfica. En 2016, no obstante, Morricone recibiría su Oscar de Hollywood a la Mejor banda sonora original por Los odiosos ocho, de Quentin Tarantino, en donde regresaba al universo del spaghetti western con el que se convirtió en leyenda.

Después de más de 60 años de carrera, Morricone anunció en enero de 2019 que abandonaba la música. El pasado 5 de junio de 2020 se hizo público que Morricone iba a ser galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2020, junto a su colega John Williams, por “enriquecer con su talento cientos de películas”. Sin duda, se va una personalidad inigualable en el mundo de la música y en el del cine.