Últimas horas en el Festival de Sitges y -mientras los cronistas buscamos algo caliente que llevarnos a la boca (recordemos que la Generalitat ha ordenado el cierre de bares y restaurantes por la pandemia del Coronavirus)- la organización se prepara para poner punto y final a una de las ediciones más complicadas que se recuerdan en cuanto a organización y gestión, pero que parece que finalmente concluirá sin ningún tipo de problema. Bravo por el arrojo y valentía de Ángel Sala y su equipo.
Comenzamos hablando de Cosmética del enemigo, tercera película del realizador español Kike Maillo tras Eva (que inauguró el Festival de Sitges en 2011) y Toro (2016). Se trata de una adaptación de la novela homónima escrita por la autora belga Amélie Nothomb. Rodada en inglés y con los actores Tomasz Kot (Cold War) y Athena Strates (La gran mentira) como protagonistas, el largometraje narra la historia de un arquitecto que viaja a París para dar una conferencia. En su camino al aeropuerto para volver a Varsovia, se ve obligado a parar para recoger a una joven que -como él- está a punto de perder su vuelo. Ninguno de los dos llegan a tiempo y el destino volverá a cruzarlos en la sala de espera, lugar en el que la chica comenzará a contar tres historias cada cual más retorcida. Pese a su reticencia inicial, los relatos acaban enganchando al tipo y poco a poco se dará cuenta de que la muchacha sabe algo sobre su pasado.
Cosmética del enemigo es un correcto filme de suspense que mantiene el interés hasta sus últimos compases. El problema reside -como en las anteriores obras de su director- no tanto en la forma sino en la impostura del relato, ya que es incapaz de deshacerse de una plasticidad que resta credibilidad al conjunto. Como curiosidad cabe destacar que Maillo se sirve de una maqueta que corona el centro de la sala de espera del aeropuerto para relatar algunos pasajes del filme, un recurso que recuerda bastante al que utilizaba el cineasta Ari Aster con las casas de muñecas de Hereditary.
Según tengo entendido Cosmética del enemigo es una novela bastante densa y compleja, por lo que no ha debido ser sencillo trasladar su prosa a la gran pantalla. Suele suceder bastante en estos casos con libros que son tachados de inadaptables, que el resultado sea algo irregular. De todas formas, se agradece el atrevimiento de Maillo a la hora de plasmar en imágenes una obra de estas características.
'She Dies Tomorrow': Una importante tontería postmoderna
La directora estadounidense Amy Seimetz ha presentado en la Sección Oficial a concurso su segundo largometraje She Dies Tomorrow. Se trata de un drama con toques de comedia de narrativa experimental. En ella, la cineasta reflexiona sobre el concepto de la muerte que tenemos los humanos y cómo nos afecta según el carácter de cada uno de nosotros.
El filme arranca con una chica que acaba de mudarse a una nueva casa llamada Amy. La cuestión es que está bastante deprimida, aunque desconocemos el porqué. Preocupada por ella, su amiga (que también es un bicho raro) se acerca a su casa y ésta le dice que va a morir mañana. Ésto parece contagioso ya que ella vuelve a casa y comienza a pensar lo mismo, de modo que se dirige a casa de su hermano y comienza a expandirse entre todos este extraño pensamiento como si del Coronavirus se tratase.
Seimetz se pasa de lista y nos entrega un ensayo pretencioso sobre cómo las personas afrontamos la muerte y las decisiones que tomamos en los últimos días de nuestra existencia. Los personajes deambulan por la pantalla con diálogos pretendidamente muy profundos en un ejercicio vacuo -aunque muy bien rodado, todo hay que decirlo- de estilo. Un delirio insoportable que conduce al tedio y al hastío, a pesar de que no llega a los 90 minutos de duración. Además peca de un impostado 'post humor' que no cala en ningún momento.
Si alguien quiere deleitarse con verdadero post humor existencialista que vea Algo muy gordo de Carlo Padial en Netflix, o bien cualquier obra del guionista y cineasta catalán (desde Quiero ser negro a Go Ibiza, go) casi toda disponible en Youtube. El público ha despedido con algún que otro abucheo a She Dies Tomorrow, y con razón. Y eso que aquí en Sitges se aplaude casi todo…
'Hunted’: La enésima (y divertidísima) 'película de caza al hombre' del año
En la crónica que grabo para nuestro canal de Youtube comentaba sobre The Silencing que se trataba de la enésima película de 'caza humana' que he visto este año. Pero me equivocaba, y el Festival me guardaba una sorpresa más: un 'slasher' titulado Hunted (o Cosmogonie en su versión original), que se iba a añadir a la extensa lista. Pero he de decir que he salido mucho más satisfecho que con aquel tedioso 'thriller' con Nikolaj Coster-Waldau.
A modo de revisión del cuento clásico de Caperucita Roja, en Hunted se nos cuenta la historia de una chica que pasa por un mal momento en su relación y sale a tomar algo para olvidar sus problemas. En una localidad que no conoce -ya que está allí trabajando- es abordada en una discoteca por un borracho, hasta que un agradable tipo se erige en su salvador y lo espanta. La química entre ambos comienza a ser evidente hasta que éste le invita al coche y su amigo se monta en el asiento del conductor. Con los seguros activados se dará cuenta de que se ha metido en la boca del lobo, con dos locos que torturan a mujeres y lo graban en vídeo como si de la película Tesis se tratase.
Un divertido filme de terror dirigido por el dibujante de cómics Vincent Paronnaud (responsable de Pollo con ciruelas y co-director de Persépolis), que flojea en algunos tramos de su metraje pero que remonta con un loquísimo final en el que la actriz protagonista (una encomiable Lucie Debay) de desata por completo en una batalla donde la sangre y los golpes vuelan por la pantalla.