El pasado viernes 23 de octubre se estrenaba en la plataforma de 'streaming' de Disney Disney+ el esperado cortometraje de Frozen Érase una vez un muñeco de nieve, esta vez centrado en los orígenes de Olaf, el simpático personaje con la voz original de Josh Gad (La Bella y la Bestia). La creación de Dan Abraham (Vitaminamulch: Air Spectacular) y Trent Correy (La gota) responde a unas cuantas preguntas desde que Olaf fuese creado por Elsa en la canción 'Suéltalo', pero no a todas ni mucho menos. De hecho, hay un importante detalle que Disney no ha explicado. Si quieres saber cuál es, sigue leyendo las siguientes líneas. Si no has visto el corto, estas incluyen 'SPOILERS'.
La acción de Érase una vez un muñeco de nieve transcurre durante los sucesos de Frozen, el reino del hielo (2013) y antes de Frozen Fever (2015), Frozen: Una aventura de Olaf (2017) y Frozen II (2019). Olaf (Gad) cobra vida gracias a los poderes mágicos de Elsa (Idina Menzel) y en el transcurso del corto intenta solucionar unos cuantos problemillas de identidad. Por ejemplo, acaba en la tienda de Oaken (Chris Williams) y, como este ha vendido su última zanahoria, recibe en su lugar un salchichón como nariz. Esto provoca que le persiga una manada de lobos en las montañas -casualmente, allí también vemos, aunque brevemente, a los futuros tortolitos Anna (Kristen Bell) y Kristoff (Jonathan Groff).
"Me llamo Olaf y me gustan los abrazos cálidos"
¿Pero cómo aprende Olaf que se llama Olaf? En el interior de la tienda de Oken, el protagonista piensa en el nombre que le pega más. Fernando, Trevor... Pero no queda muy convencido con ninguno de ellos. Tenemos que esperar hasta el final cuando, de pronto, Olaf parece recordar sus orígenes durante la infancia de las hermanas de Arendelle y dice: "Me llamo Olaf y me gustan los abrazos cálidos". Es cierto que antes escucha a Anna y a Elsa de pequeño, pero aún así no tiene demasiado sentido que sea consciente de su identidad sin haberlas conocido. ¿Acaso se ha guardado Disney este 'secreto' para darle respuesta en un nuevo corto después de Érase una vez un muñeco de nieve?
¿Cómo puede recordar Olaf su propio nombre sin haber visto todavía a sus queridísimas amigas? Quizá porque, como descubrimos en Frozen II, el agua también tiene memoria. Aunque lo más seguro es que el amante del verano no esté hecho de la misma nieve que el Olaf original, puede que Elsa sí incorporara sus propios recuerdos mágicamente cuando le dio vida en 'Suéltalo'. Si la reina de Arendelle estaba pensando en su infancia al hacerlo, como se supone, todo encajaría. También hay que matizar que Olaf parece recordar después de tener un bonito momento con uno de los lobos, a quien regala su salchichón/nariz. Así pues, es un abrazo cálido lo que desencadena su memoria.
Si quieres saber más sobre Olaf y no puedes esperar a que Disney anuncie la tercera parte de Frozen, ya puedes ver a través de Disney+ el cortometraje Érase una vez un muñeco de nieve.