Después de Jake Gyllenhaal o Tom Hanks -pero sin hacerle perder el trono a Christian Bale-, Tom Holland es el último actor en sumarse a la lista de las grandes pérdidas de peso en el cine. El actor de Marvel interpreta a un drogadicto en Cherry, la nueva película de los hermanos Russo, y ha pasado por una increíble transformación física para meterse en la piel del personaje.
La cinta sigue la historia de un exsoldado que tiene trastorno por estrés postraumático en su vuelta a la vida normal. En su intento por superarlo, se vuelve adicto a las drogas y comienza a robar bancos para poder costeárselas. Este papel es muy diferente al que viene haciendo Holland, pero, como ha declarado Joe Russo en una sesión de preguntas y respuestas para CinemaBlend, ha sido muy concienzudo en su trabajo, al igual que su compañera Ciara Bravo.
"Se han destrozado física y emocionalmente para esto", reconoce el cineasta, "Tom ha perdido casi un cuarto de su peso. Sé que Ciara también ha perdido mucho peso y ya sabes como es cuando lo mantienes durante un tiempo, cuando empiezas a vivir con ello cada día".
Estás hambriento y tienes que ir a trabajar y lidiar con esas escenas tan emocionales. Se han destrozado. Les felicito porque se han desnudado, se han quedado en carne viva para sus actuaciones, para que fuesen lo más auténticas posibles. Es uno de los trabajos interpretativos más impresionantes del que hemos formado parte. Tuvo un coste físico real para ambos
Puede que Vengadores requiriese un gran esfuerzo físico para grabar todas esas escenas de acción o que Lo Imposible le pusiese a las puertas de un terrible tsunami, pero Cherry quizás sea la cinta definitiva para demostrar sus habilidades como actor. Al menos, ya vemos de lo que es capaz para prepararse un papel.