Los '50 fueron, sin duda, los años dorados de los estudios. Fue en esta época cuando se estrenaron alguno de los mayores éxitos de la compañía, entre ellos 'La cenicienta', la película favorita de Walt Disney. Algunas historias han envejecido mal, pero no se puede negar su valor cultural.
La cenicienta (1950)
Los estudios vuelven a las adaptaciones de clásicos de la literatura, y su primer largo animado se inspirará en el cuento de Charles Perrault. Como curiosidad destacaremos la escena en la que Cenicienta canta mientras limpia el suelo, en la que aparecen tres burbujas que forman la cara de Mickey Mouse. Pero también es reseñable el hecho de que el príncipe carezca de nombre, simplemente es "el príncipe encantado".
Alicia en el país de las Maravillas (1951)
Disney continúa con los clásicos, y se atreve a animar el cuento homónimo de Lewis Carroll. Este fue el primer clásico de Disney en el que estrellas de Hollywood, como Kathryn Beaumont, prestan su voz a los personajes del filme. La repercusión de los estudios en el mundo del entretenimiento es tal, que Alicia en el país de las maravillas es su primer largo promocionado en televisión antes de su estreno en cines.
Peter Pan (1953)
El decimocuarto clásico de Walt Disney está inspirado en el libro infantil de J. M. Barrie. Destacable es el hecho de que en un primer momento, el Capitán Garfio iba a perder su mano derecha, pero tras ver la limitación de sus acciones se optó por que fuera la izquierda. Fue entonces cuando todos los niños querían ir al país de Nunca Jamás.
La dama y el vagabundo (1955)
La historia de amor entre Dama y Golfo conquistó a grandes y pequeños, y se convirtió en la película de Disney más taquillera desde Blancanieves y los 7 enanitos. Además de estar basada en una historia original de los estudios -algo que no ocurría desde Dumbo-, puede presumir de ser el primer largometraje animado en rodarse en formato panorámico (2.55:1).
La bella durmiente (1959)
Fue el primer largometraje de Disney creado en un formato de 70mm. Para crear los personajes del filme los animadores se inspiraron en actores reales vestidos con los trajes que aparecerían en la película. Concretamente, para diseñar al príncipe Philip tomaron como modelo al actor Ed Kemmer.