Tras el exitazo de Solo en casa, John Hughes prácticamente se dedicó a colaborar en películas como guionista asalariado, coproduciendo películas de escaso valor cualitativo aunque mucho tirón popular. Hablamos de la saga Beethoven: Uno más de la familia y de películas como 101 dálmatas, ¡Más vivos que nunca!, Daniel el travieso, Flubber o Dos colgados en Chicago. Mucho más interesante sería la herencia dejada en otros cineastas, puesto que su huella se encuentra tanto en la saga American Pie, como en las comedias generacionales de Judd Apatow (Supersalidos).