María Galiana ha vivido varias vidas en una sola. Pasó las primeras cuatro décadas de su carrera profesional dando clase de Arte e Historia en Sevilla y con 50 años su vida dio un vuelco. Un grupo de jóvenes sevillanos la animó a participar en una película titulada Madre in Japan y ahí comenzó su andadura en el cine. Durante años estuvo compaginando la educación con su trabajo como actriz y justo el año en que se jubilaba, a sus 63 años, ganó su primer Goya por Solas, película que se emite este viernes 12 de marzo a las 22h en La 2.
El lunes después de ganarlo se fue al instituto y sus alumnos le decían: "Oye, ¿pero tú sales en el cine? ¿Tú sales en el cine con ese glamour?". "Con esta pinta mía", cuenta Galiana entre risas en una entrevista en La hora D. Unos meses después la llamaron para fichar por una serie nueva, Cuéntame cómo pasó, y, dos décadas después, se ha convertido en Herminia, la abuela de toda España. Justo cuando terminaba su etapa como profesora empezaba a ser la actriz que siempre había querido ser.
Galiana dedicó su vida a la enseñanza sin perder nunca el amor por la actuación. En una entrevista para Diario de Madrid, la actriz cuenta cómo se escapaba a Madrid cuando era joven para ver teatro. "Cuando era joven venía con frecuencia, unas veces para investigar en la hemeroteca para mis estudios de Historia y otras con mis amigas a ver teatro. Cogíamos el tren, que tardaba toda la noche en llegar y entre el sábado y el domingo nos daba tiempo a ver hasta tres funciones en diferentes teatros".
Asegura que nunca ha sido una actriz frustrada y que siempre ha disfrutado de sus dos profesiones. De hecho, si tuviera que elegir una se queda con la enseñanza, pero la actuación le ha llevado a vivir experiencias que nunca habría imaginado. Empezó una segunda juventud a sus 60 años y, entre otras cosas, ha viajado como no pudo hacer décadas atrás.
¿Quién me iba a decir a mi que con 65 años que me jubilé iba a ir seis veces a América? (risas). Ni loca. He estado en Nueva York, dos veces en Buenos Aires, en Cuba y en Río de Janeiro haciendo películas
"Todo esto nunca se me había pasado por la imaginación. Yo viví una época en la que con dos sueldos de profesores (su marido también era maestro) no podía permitirme el lujo de ir a ninguna parte, ni al extranjero. Realmente ahora estoy disfrutando de la vida", confiesa a Madridiario.
Y eso que, desde fuera, da la sensación de que Galiana ha vivido con libertad, algo que llama la atención aún más tratándose de una mujer que ha crecido en el Franquismo. De joven, viajaba a Madrid como jugadora de voleibol para participar en los Juegos universitarios y aprovechaba estos momentos para patearse la ciudad. Otra rareza de su época es que aprendió a conducir y ha disfrutado de ello desde entonces. El objetivo de la actriz siempre ha sido ser independiente y este rasgo, junto a su fuerte personalidad, es lo que lleva por bandera.
Actriz innata y sin pelos en la lengua
La interpretación fluye por ella de manera tan natural como su propia sangre. La actriz confiesa que nunca se ha puesto nerviosa sobre un escenario porque le encanta que la vean. "Yo nunca he tenido nervios. Me gusta tanto que la gente me vea que supero todos los miedos posibles", reconocía recientemente en RTVE.
María Galiana es tan segura de sí misma que, probablemente, nunca ha pensado que iba a fallar en un papel. "Esto del gusanillo de la interpretación lo he tenido siempre pero no como algo frustrante, sino como alguien que sabe que tiene un don, y yo creo que tengo un don, lo digo tranquilamente", reconoce en RTVE. Como trabajadora incansable que es y con el aliciente de que la actuación corre por sus venas, ha logrado transformarse en personajes completamente opuestos a ella.
Es el caso de la madre de Solas. "Si yo, licenciada en Filosofía y Letras y catedrática de instituto, había hecho creer a la gente que era analfabeta, es que soy una actriz como la copa de un pino", asegura en Madridiario. Pero su mayor logro ha sido hacernos creer que ella y Herminia son la misma persona.
María Galiana vs Herminia: polos opuestos
María Galiana, a pesar de haber empezado tarde y con casi 86 años, tiene una buena carrera a sus espaldas, pero para la gran mayoría de españoles siempre será la entrañable abuela de los Alcántara. En la ficción, es el gran apoyo de la familia, una señora como las de antes: callada, luchadora y recta. En la vida real, la actriz reconoce que no tiene nada que ver. "No tenemos mucho que ver. Yo no soy precisamente tierna, sino arisca y de fuerte carácter, raramente admito las situaciones que no me gustan y prefiero ser independiente siempre", admite en una entrevista con Hola.
Al contrario que Herminia, Galiana destaca por no tener pelos en la lengua. Hace solo unos días fue noticia por sus declaraciones acerca de los Goya, justo antes de la celebración de la gala de 2021. "Cuando me dieron el Goya, gracias a Dios, nunca me lo he creído. Eso es muy importante porque, tal como me los han dado a mí, se los han dado a actores que son infames de malos. Así, como te lo digo. Sin ánimo de señalar", confesó en La hora D.
María Galiana sobre los Goya: "Se los han dado a actores que son infames"Como decimos, María Galiana ha vivido varias vidas. No solo porque ha logrado mantener dos carreras profesionales de éxito, también porque ha habitado en cada uno de los personajes que ha interpretado. Nos ha hecho creer que era la madre de Solas, Conchi de Tapas y Herminia en Cuéntame. Esta noche tienes la oportunidad de disfrutar de uno de sus mejors papeles en Historia de nuestro cine, a las 22h en La 2.