"El libro me parece mucho mejor". Esta es una de las frases que más se escuchan tras el visionado de adaptaciones cinematográficas de algunas de nuestras novelas favoritas. Si bien es cierto que hay grandes producciones que llevan conocidos libros a la gran pantalla con éxito (como El nombre de la rosa o Matar a un ruiseñor), hay otros casos que son especialmente sangrantes. Películas que duele ver y que no dejan contentos ni a los lectores más fieles, ni a la crítica especializada, que carga las tintas contra ella. Este es un repaso por esos largometrajes que pierden la esencia de las letras en las que se basan y que se ganaron 'haters' e incluso algún que otro Premio Razzie. Un viaje por las dos últimas décadas, que nos llevará desde Cincuenta sombras de Grey (2015) a El gran Gatsby (2013), pasando por largometrajes como Vampire Academy (2014) o Eragon (2006).
'Cincuenta sombras de Grey' (2015)
En el año 2011 se publicaba Cincuenta sombras de Grey, primera novela de una trilogía escrita por una novata E.L. James, que usó la saga Crepúsculo para inspirarse en su obra. Rápida -y sorprendentemente- el libro se convirtió en un 'bestseller' mundial con 35 millones de libros de su saga vendidos, y no era raro el conocer a alguien que se había enganchado a esta historia romántica regada con dosis de sadomasoquismo. Fue entonces cuando las grandes 'majors' de Hollywood comenzaron la puja por los derechos de la historia, hasta que, finalmente, fue Universal Pictures la que se llevó el gato al agua.
Desde el inicio de la preproducción se especularon con los diferentes nombres de actores, que eran los favoritos de los lectores, para encarnar a los protagonistas: Anastasia Steele y Christian Grey. Finalmente se seleccionó a Jamie Dornan (que venía de la serie Érase una vez) y Dakota Johnson (secundaria en producciones como Eternamente comprometidos o Need for Speed). Para ponerse tras las cámaras se eligió a la cineasta Sam Taylor-Johnson, una directora con sólo un largometraje a sus espaldas: Nowhere Boy (2009).
El resultado es una película anodina y torpe con sexo muy descafeinado que no gustó ni a los fans que fueron en masa verla al cine ni a la crítica especializada. Nuestra crítica Paula Arantzazu Ruiz dice de ella:
"En su salto al cine ha sufrido un proceso de lavado de cara, de higienización para hacerla más accesible, que ha afectado de manera considerable a todo aquello relacionado con el sexo en general y los polvos entre la pareja protagonista están filmados y montados con menos gracia que un videoclip de Miley Cyrus".
'El código Da Vinci' (2006)
El autor Dan Brown paseó su novela El código Da Vinci por muchas editoriales, sin éxito alguno. Aquellos ejecutivos poco después se rasgarían las vestiduras al comprobar que cuando el escritor consiguió lanzar su obra, se convirtió en uno de los mayores éxitos de ventas de todos los tiempos. El libro, además, estaba protagonizado por el personaje principal de Ángeles y demonios (el relato que Brown escribió previamente): Robert Langdon, lo que lo convertía en una franquicia millonaria al estilo de la saga protagonizada por Jason Bourne o de Jack Ryan. Además, supuso el cénit de un tipo de literatura muy concreta de misterio, que mezcla mitología en torno a la religión con el 'thriller' puro y duro.
Fue la compañía Columbia Pictures (ahora Sony Pictures) la que se hizo con los derechos de la novela para la que contó con la producción de las compañías Imagine Entertainment y Skylark Productions. El director escogido para tan ardua tarea fue Ron Howard (que venía de ganar el Oscar con Una mente maravillosa) y se fichó a Tom Hanks para ponerle rostro -y pelazo- a Robert Langdon. El problema, vino principalmente porque el guión de Akiva Goldsman no supo trasladar lo entretenido y trepidante (eso no quiere decir que fuese de calidad) de las páginas de la novela de Brown, y se centra en ser lo más fiel posible.
El resultado es una película que avanza a trompicones y que se hace larga y tediosa. La periodista Virgina Montes escribió sobre ella en SensaCine:
"Tom Hanks y Audrey Tautou hacen lo que pueden con unos papeles que les caen encima como una losa en una película que, lamentablemente, se toma más en serio de lo que debería".
'La serie Divergente: Leal' (2016)
Hay películas y sagas cinematográficas que pueden destrozar carreras. Y eso es lo que le ocurrió a Shailene Woodley, que durante un tiempo aparecía en todas las quinielas para convertirse en una de las mayores estrellas de su generación. Tras un prometedor estreno frente a las cámaras en un largometraje (sólo había tenido breves papeles en diferentes series de televisión) con Los descendientes (2011), su teléfono no dejó de sonar y le llegaron grandes contratos en películas como Aquí y ahora (2013) o Bajo la misma estrella (2014). Sin embargo, Woodley se embarcó en lo que parecía ser una fiel adaptación de una saga 'young adult' al estilo Los juegos del hambre, pero desembocó en una tercera entrega llena de problemas, rodada con prisa y que pasó por la cartelera de todo el mundo sin pena ni gloria: La serie Divergente: Leal.
Dirigida por Robert Schwentke (responsable también de la anterior entrega de la trilogía y de la infumable R.I.P.D. Departamento de policía mortal), la película también estuvo a punto de llevarse por delante las carreras del coprotagonista Theo James. Poco después a la joven actriz le recortaron su papel en la película The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro, en la que daba vida a Mary Jane Watson, algo que todavía no se ha aclarado muy bien del todo. La hemos visto recientemente como secundaria en el largometraje The Mauritanian. Sobre ella, escribía estas líneas Marcos Gandía en nuestra web:
"Una 'road movie' muy discursiva que tal vez pueda provocar unas risas por el tono solemne con el que habla de destino, humanidad, sociedad y futuro".
'Eragon' (2006)
A mediados de los 2000 había una tendencia en alza de adaptar sagas de fantasía épica, tratando de seguir la estela del exitazo que había conseguido Warner Bros. con la trilogía de El Señor de los anillos. Fue entonces cuando llegaron cintas como Solomon Kane, Stardust o Un puente hacia Terabithia. Tratando de seguir esta tendencia, los ejecutivos de Twentieth Century Fox se embarcaron en la producción cinematográfica de la adaptación de Eragon, el primer libro de la popular saga escrita por Christopher Paolini. Al proyecto se sumó un casting lleno de estrellas -entre las que se encuentran Jeremy Irons, John Malkovich y Robert Carlyle- lo que aumentó el 'hype' entre los fans del autor estadounidense.
Lo que iba a ser la primera película de una saga, se quedó ahí ya que las primeras críticas de medios echaron para atrás a los fans y, los que la vieron tampoco fueron mucho más vehementes con ella. Y es que parece que Eragon es un producto al que se le recortó el presupuesto (como han pasado con tantas otras producciones de este pelaje) y parece que se ejecutó y montó de forma atropellada y apresurada. Si has leído el libro cualquier similitud argumental con el mismo es pura coincidencia: la trama ha sido alterada, suprimida en algunos casos o incluso inventada.
Nuestra colaboradora Virginia Montes se refería así al texano Stefen Fangmeier, que no volvió a ponerse tras las cámaras y volvió a su labor de supervisor de efectos especiales:
"Es una muestra más del poco ritmo narrativo y la escasa capacidad de sorpresa que ejercen los directores de este tipo de productos para imprimirles algo de personalidad"
'Cazadores de sombras: Ciudad de hueso' (2013)
Tras el exitazo de la saga Crepúsculo (tanto en cines como en las estanterías de las librerías), las grandes productoras de Hollywood buscaron su 'Crepúsculo particular' y se lanzaron a buscar en el mercado de la literatura 'young adult' para encontrar el nuevo taquillazo que diese el salto de las páginas a la gran pantalla. La saga The Mortal Instruments escrita por la autora Cassandra Clare tenía todo lo necesario para convertirse en digna sucesora, por lo que la alemana Constantin Film se puso manos a la obra, con el respaldo de Screen Gems (Sony Pictures) para presentar el filme en todo el mundo.
Si en Crepúsculo los actores Kristen Stewart y Robert Pattinson ponían el rostro a dos de los personajes que sin duda marcarían su carrera profesional (Bella Swan y Edward Cullen), en esta ocasión los jóvenes Lily Collins (Emily en París) y Jamie Campbell Bower (que ya había interpretado a Caius en la adaptación cinematográfica de la saga de Stephenie Meyer) serían los protagonistas del filme.
El resultado final fue tremendamente decepcionante para los fans, aparte de un tremendo fracaso en taquilla, lo que obligó a la productora abandonar los planes de una precuela que estaban en marcha (Cazadores de sombras: Los orígenes - Ángel mecánico). Finalmente, la saga se convirtió en una serie de televisión de Netflix que duró tres temporadas antes de ser cancelada.
Paula Arantzazu Ruiz decía de ella en nuestra web:
"Tras un animado primer tramo, el filme se vuelca sin pudor alguno en el tono gótico y cursi propio de este tipo de franquicias"
'El jilguero' (2019)
Antes de la pandemia y el cierre de los cines era complicado que una producción como El jilguero no se estrenase en salas en nuestro país. Adaptando el Premio Pulitzer de ficción del año 2014 y con un reparto encabezado por Ansel Elgort (Baby Driver), Nicole Kidman (The Prom), Sarah Paulson (Mamá te quiere) y Luke Wilson (Zombieland: Mata y remata), las expectativas con respecto a la película eran muy altas desde el primer momento. Pero, una vez más, el resultado no fue cómo se esperaba. El filme que iba a lanzarse en nuestro país en pantalla grande, acabó siendo relegado al alquiler digital, debido a la falta de confianza que tenían los ejecutivos en ella.
El filme narra la historia de Theodore Decker un muchacho que a sus 13 años vive un suceso que lo marca de por vida: sobrevive a un atentado en un museo de arte en Nueva York, donde su madre muere. Desde ese momento el camino del dolor, la pérdida y la culpa serán su forma vida. El único recuerdo que quedará imborrable de aquel último día con su madre será el cuadro de un jilguero, que el chico conservará.
Por desgracia, a pesar de algunas buenas actuaciones del elenco, la película no se puede recomendar a aquellos lectores de la novela de Donna Tart. La fidelidad casi literal del guión al texto se contrapone con las elecciones libres que hace (inevitablemente, dada la extensión del libro).
La periodista Beatriz Martínez comentaba sobre ella en las páginas de El Periódico:
"Se suma a la larga lista de adaptaciones fallidas. La continua fractura en diferentes tiempos a los que es sometida la trama resta lucidez a una narración con la que resulta difícil empatizar"
'Un pliegue en el tiempo' (2018)
En los últimos años la compañía Walt Disney se ha caracterizado por traer de vuelta -pero en acción real- sus grandes clásicos animados como Aladdin (2019), La Bella y la Bestia (2017) o El Rey León (2019). Pero tampoco ha cejado en su empeño de sacar adelante títulos originales que adaptan novelas populares como Artemis Fowl (2020), El magnífico Iván (2020) o esta Un pliegue en el tiempo (2018).
Se trata de una adaptación a la gran pantalla de la novela juvenil escrita por Madeleine L'Engle. El filme nos sitúa tras el descubrimiento de una nueva forma de viaje espacial, además de la desaparición de su inventor. Entonces, su hija Meg, su hermano y su amiga deben unirse a tres seres mágicos, la Sra. Whatsit, la Sra. Who y la Sra. Which, para viajar a través del universo para rescatarlo de un terrible mal.
Dirigida por una directora de gran proyección como es Ava DuVernay (Enmienda XIII, Así nos ven), el filme es desafortunado, plástico, sin gracia y ausente de toda lógica. Alberto Corona nos dejó esta reseña sobre ella:
El guión y la dirección se olvidan de cómo conseguir que la narración fluya mínimamente, y ésta al final acaba teniendo la misma lógica que un viaje de LSD.
'Vampire Academy' (2014)
La llegada de Crepúsculo supuso no sólo la moda de adaptar sagas literarias 'young adult', sino también el retorno con fuerza de los vampiros al panorama visual. Fue la época en la que tuvimos series como Crónicas Vampíricas, Penny Dreadful o películas como Sombras tenebrosas y el 'remake' de Noche de miedo. Esta especie de 'revival' llevó a cuatro compañías independientes a aunar fuerzas para llevar a la gran pantalla una historia que mezclaba toda la mitología de los 'chupasangres' con la clásica historia de instituto estadounidense: Vampire Academy. Para ponerse tras las cámaras se fichó a un experto en cine adolescente, Mark Waters (Ponte en mi lugar, Chicas malas) y a unas semi desconocidas Zoey Deutch y Lucy Fry como protagonistas.
El resultado es una anticlimática cinta que condensa los peores clichés de ambos géneros y que, además, pasó con mucha pena y poca gloria por la cartelera de nuestro país. El crítico Gerard Casau escribía esto sobre ella en SensaCine:
A la película solamente se le permite ametrallar al público con escenas de acción, prestidigitación fantástica y gamberradas estudiantiles destinadas a remarcar que nos estamos moviendo en un entorno de cainismo adolescente, con sus envidias y complejos.
'Carrie' (2013)
Stephen King es uno de los autores estadounidenses con más cantidad de obras adaptadas a la gran -y a la pequeña- pantalla. Si bien es cierto que hay grandes películas basadas en sus novelas (como pueden ser El resplandor o Cadena perpetua), la mayoría de las veces el resultado de éstas suele ser bastante irregular. Pero, si encima se trata de un libro del escritor de Maine que ya se ha trasladado a cine en otra ocasión en 1976 Carrie y, además, a manos de un genio del séptimo arte como es Brian de Palma, la cosa se complica aún más. Hablamos, por supuesto, de versión más reciente de Carrie, dirigida por la cineasta Kimberly Peirce (Boys Don't Cry).
El descalabro fue tal que casi se lleva por delante la prometedora carrera de su protagonista, Chloë Grace Moretz y, de hecho, su directora ha dejado el largometraje para centrarse en realizar algunos capítulos de diferentes series. Una película sin alma, que está a años luz de su predecesora rodada más de 30 años antes. Nuestra crítica Paula Arantzazu Ruiz se refería a ella de esta manera en su reseña para SensaCine:
"A la protagonista, interpretada por una Chloe Moretz en la que es su peor actuación hasta la fecha, el mundo le atrofia tanto y de una manera tan tonta que resulta imposible sentir empatía, y ni tan siquiera en su versión de malvada bruja telequinética mejora a ojos del espectador".
'El gran Gatsby' (2013)
En 1974 el director Jack Clayton dirigió -con guión de Francis Ford Coppola- la adaptación de la novela de F. Scott Fitzgerald, El gran Gatsby. Se trata de la historia de amistad entre un tipo recién llegado a Nueva York y un excéntrico millonario que esconde una gran melancolía interior en fiestas rodeado de gente más o menos 'VIP'. El australiano Baz Luhrmann, que había recibido el beneplácito del público -no tanto de la crítica- gracias a un estilo visual muy marcado en cintas como Romeo y Julieta, de William Shakespeare y Moulin Rouge, fue el encargado de volver a llevar la popular historia a la gran pantalla. Todo ello con un reparto espectacular en el que encontramos a Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire, Carey Mulligan e Isla Fisher.
Al final tenemos un filme muy cargado visualmente, agotador en sus formas y que se alarga demasiado en su metraje. Mención aparte merece el atropello al personaje de Myrtle Wilson, rodado a cámara lenta y de manera pomposa a la par que sonrojante. El crítico Gonzalo de Pedro nos dejó estas líneas sobre ella: "El blanco y negro, ese temblequeo de la imagen, esa suciedad propia de las viejas y dañadas copias, se desvanece para dar paso al color, al único que a Luhrmann parece importarle: el dorado, luminoso, y todavía más digital si cabe, más falso, más brillante.
En ese 'fake sobre fake', en ese simulacro sobre simulacro se esconde la operación histórico-comercial de un cineasta que encuentra su acomodo perfecto en una época en la que los pasteles han mutado en esas piruetas de lo cursi llamadas 'cupcakes' (magdalenas adornadas)".
