La Marcha de la Muerte de Bataán, campos de concentración y miles de hombres muertos. Así se puede resumir el episodio de la II Guerra Mundial que retrata El gran rescate, la película de John Dahl que esta noche se emite en Paramount a las 22h. Este conflicto bélico ha dado pie a numerosas películas y es que, sucesos como el que narra esta cinta superan con creces la imaginación de cualquier guionista.
El gran rescate cuenta la misión de liberación de los prisioneros estadounidenses que quedaron atrapados en el campo de concentración japonés de Cabanatuan. Durante tres años aguantaron las peores condiciones, con racionamiento de comida, duro trabajo físico y deplorables condiciones sanitarias. Una situación que parecía no tener fin para centenares de hombres que esperaron, pacientemente, a la llegada de tropas amigas.
La Marcha de la Muerte
Todo comenzó tras el ataque de Pearl Harbor, cuando las tropas japonesas atacaron Filipinas. 10.000 estadounidenses y 60.000 filipinos quedaron atrapados en Bataán, rodeados por un lado por el mar y por otro por el ejército enemigo. Aguantaron cuatro meses hasta su rendición, obligados por la hambruna y la falta de provisiones. Los japoneses no tenían comida con la que alimentarles, por lo que obligaron a los 70.000 hombres a caminar durante 100km hasta llegar a un campo de internamiento.
Es lo que se conoce como la Marcha de la Muerte de Batáan, en la que fallecieron entre 7.000 y 10.000 hombres y que se considera un crimen de guerra. Los prisioneros, ya en lamentable estado físico después de estar meses sin comer, aguantaron a duras penas la larga caminata de cinco días. A pesar de disponer de acuíferos naturales a lo largo del camino, los soldados japoneses disparaban a todo aquél que se acercara a beber. Solo les daban un par de bolas de arroz para aguantar y no dejaban que ningún filipino local se acercase a ayudarles. A esto hay que sumar el terrible calor que soportaban. Los japoneses obligaban a los prisioneros a permanecer horas sentados bajo el sol, una tortura conocida como ‘cura de sol’.
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La Marcha de la Muerte les llevó al campo de concentración de Cabanatuan, donde permanecieron tres años. Allí vivían en chozas de bambú, recibían dos raciones de arroz al día y se enfrentaban a enfermedades como la malaria o la disentería. Gracias al contrabando tenían comida extra, medicinas y lograron meter una radio que les permitía estar al tanto de lo ocurrido en la guerra. El general MacArthur regresó para salvar a los estadounidenses, a pesar de las amenazas de los japoneses: El objetivo es no permitir que escape ni uno solo, aniquilarlos a todos sin dejar rastro.
En enero de 1945, el 6º Batallón Ranger recibió la orden de rescatar a los prisioneros. A las 17h del 30 de enero, 120 hombres se situaron a 50 km de Cabanatuan dispuestos a liberar a los 500 soldados que aún quedaban con vida. Un grupo de guerrilleros filipinos tendió una trampa a los japoneses, distrayéndoles y evitando que protegieran el campo de concentración. A las 18h un caza fingió una avería y provocó un fuego controlado, atrayendo del todo la atención de los enemigos. A las 19.40h los rangers penetraron el recinto y acribillaron a los japoneses.
Protegidos por la oscuridad, los prisioneros estadounidenses corrieron hacia la libertad. Aquellos que pudieron, ya que muchos se encontraban en un terrible estado de salud y precisaron ayuda. Poco a poco, los centenares de prisioneros llegaron a territorio amigo y la misión culminó exitosamente. Solo 2 rangers perdieron la vida.
El gran rescate, que se emite hoy, 8 de abril, a las 22h en Paramount, cuenta con Benjamin Bratt, James Franco, Connie Nielsen, Joseph Fiennes, Sam Worthington y Marton Csokas como protagonistas.
