Cuando lees la sinopsis de la película colombiana El Olvido que seremos uno puede creer erróneamente que va a ver un dramón. En realidad, el filme dirigido por Fernando Trueba y escrito por David Trueba, de alguna manera convierte en héroe social a Héctor Abad. Porque lo era. Y es sobre todo el elogio a un hombre bueno, y una película cargada de optimismo, que rinde un homenaje a su protagonista. Es fiel, eso sí, a la novela que adapta y que firma el hijo del protagonista, el colombiano Héctor Abad Faciolince. Una película ganadora del Goya a la mejor pelicula iberoamericana.
El largometraje es un retrato de Héctor Abad Gómez (Javier Cámara), un epidemiólogo colombiano, padre de familia y profesor universitario que promovía la tolerancia y los derechos humanos en la violenta Medellín de los años 70. Y lo hace desde la mirada de su hijo, el que luego se convertiría en el escritor Héctor Abad Faciolince (Juan Pablo Urrego). La pelicula le describe como un hombre preocupado por el bienestar de sus hijos, pero también por el de los más desfavorecidos.
¿Quién era en realidad Héctor Abad Gómez?
Además del libro escrito por su hijo, y la actual pelicula de Fernando Trueba, hay también un documental que homenajea a este emblemático personaje de la Colombia de los años 70 y 80. Lo dirigió su propia nieta Daniela Abad, junto con Miguel Salazar, recurriendo a los archivos familiares. Se titula Carta a una Sombra y relata la historia de este epidemiólogo que luchando por los derechos humanos de los que menos tenían logró vacunas generalizadas para niños, agua potable para todos y una mejor sanidad pública en Colombia.
Tras el fallecimiento de una de sus hijas de cáncer cuando era solo una adolecsente, Abad Gómez se dedicó a las causas sociales y políticas convirtiéndose en un personaje influyente y carismático en una sociedad dominada por el poder que no estaba dispuesta a ver prosperar a las clases más bajas.
Asesor internacional
Además, fue asesor de Organización Mundial de la Salud para Perú, República Dominicana, México, Cuba, Haití y asesoró a los ministerios de Salud de Indonesia y Filipinas. En el campo político, llegó a ser diputado a la asamblea de Antioquia y representante a la Cámara. De su estancia en diversos países del mundo queda constancia en las afctuosas cartas que les escribía a sus hijos desde los rincones más remotos del mundo.
También fue un profesor universitario de referencia y creó la Universidad Autónoma Latinoamericana de la ciudad de Medellín. Y peleó contra el poder para que los recursos económicos no se desviaran hacia la guerra y el gasto militar. Considerado marxista por los conservadores y reaccionario por los más izquierdistas, contaba con una legión de seguidores agradecidos pero también con demasiados enemigos.
Entre otros, la Iglesia de Colombia. Hasta tal punto llegaba su anticlericalismo que incluso en el rodaje de la película de Trueba les negaron la autorización para grabar la escena del funeral en el interior de un templo, según explicó el propio director Fernando Trueba en una entrevista en El País.
A pesar de sus enemigos, Hector Abad peleó por la democracia, la tolerancia y a la convivencia pacífica, en un momento en que Colombia vivía la guerra contra el narco que permitió todo tipo de tropelías, desapariciones y abusos. Él sin temor las denunció lo que le llevó a ser asesinado por unos motoristas paramilitares en la ciudad de Medellín a la edad de 66 años. Su familia veló en plena calle su cadáver ensangrentado durante 6 horas en plena calle.
Héctor Abad en la película de Trueba
De entrada Fernando Trueba se resistió a adaptar la película por el gran respeto que le producía la obra literaria. De hecho el propio director ha reconocido que esa novela es una de las pocas que su madre leyó dos veces. Pero el productor colombiano Dago García logró convencerle tras presentarle a su familia, visitar los lugares donde vivió la familia, y sobre todo por la convicción de la productora y esposa de Trueba Cristina Huete, según explicó García en el una entrevista en el Tiempo, de Colombia.
La elección de Javier Cámara fue también azarosa. Aunque Trueba había pensado en él, el propio actor sugirió que buscaran un actor colombiano, sin embargo, fue la propuesta e insistencia de la familia del doctor Abad lo que llevó a su contratación. La decisión, según explicó luego Hector Abad hijo fue por su parecido físico con el doctor original.