Cuando entró a formar parte del elenco de El señor de los anillos, Elijah Wood tenía 18 años y, terminó la saga en el 2000, con 22. Son los años más importantes en la vida de cualquier persona, pero en el caso de Wood también fue la época que le cambió por completo. "Nunca tendré una experiencia así en mi vida. Hice algunos de los mejores amigos. Me convertí en un hombre", cuenta el actor a The Scotsman.
Fue algo irrepetible. Tanto, que nunca ha querido volver a formar parte de una súper producción. El actor reconoce que ser Frodo le abrió las puertas a todos aquellos proyectos que siempre había querido hacer. Con dinero asegurado en el banco -casi de por vida- y muchas opciones donde elegir, Wood se decantó por proyectos pequeños y buenos guiones. "Realmente quería hacer algo pequeño. Todo va sobre el guion. Si el guion es bueno, da igual lo pequeña o grande que sea, quiero ser parte de ello", cuenta a MovieHole.
5 espectaculares lugares donde se rodó 'El señor de los anillos'La serie Wilfred sobre un hombre (Wood) que ve al perro de su vecina como si fuese un adulto disfrazado, el caníbal de Sin City o el pianista amenazado de muerte de Grand Piano. Son algunos de los proyectos que decidió hacer después de la saga de la Tierra Media. Y todos tienen algo en común: si el actor forma parte de una película o serie es porque cree en ella. Lleva desde su más tierna infancia dentro de la industria del cine y su olfato nunca le ha fallado. Él fue el culpable de que su familia -excepto su padre- dejase la tienda de delicatessen que tenían en Iowa para perseguir su sueño de ser intérprete en Los Ángeles.
Desde los 7 años cantaba en el coro del colegio, tocaba el piano y participaba en las producciones teatrales. Su madre se dio cuenta de que disfrutaba con ello y el actor empezó a hacer trabajos de modelo, anuncios y pequeños papeles de televisión. Además, Wood era pura energía y ésto era un buen modo de permanecer activo. Así se convirtió en un niño actor y pudimos verle en Regreso al futuro, Un lugar llamado paraíso o la mítica Flipper. Su madre, Debbie, tenía varias normas para elegir sus papeles. En primer lugar, nada de películas de terror, lenguaje malsonante o comportamientos extraños. Pero, sobre todo, ningún trabajo que Wood no quisiera hacer. "Si no quiero hacer algo, no tengo que hacerlo, porque mi madre quiere que sea feliz", decía un Wood de 12 años a Los Angeles Times.
Se habla mucho de la infancia de los niños actores y si éstos son realmente felices, pero Wood es el mejor ejemplo de un niño actor que puede triunfar en su carrera sin perder el norte. En una entrevista con The Guardian asegura que la lección más importante que ha aprendido en la vida es la "humildad" y si pudiese escoger un poder haría que cualquier persona se sintiera mejor acerca de las cosas que les hacen inseguros. Esa modestia de la que habla siempre ha estado presente en su vida. En 2003, cuando El señor de los anillos invadía las vallas publicitarias y el 'merchandising', Wood vivía con su hermana Hannah en Nueva York, pero decidió regresar a casa de su madre. No le valía la pena mantener un alquiler cuando pasaba tan poco tiempo en el apartamento, por lo que se trasladó a la casa de invitados del hogar materno. Eso sí, en 2005 se hizo con su propia casa en Venice Beach.
Siempre ha preferido mantenerse alejado del foco público y trabajar como una hormiga: poco a poco y recogiendo sus frutos. Ha protagonizado la genial Dirk Gently de Netflix, ha colaborado con directores españoles como Nacho Vigalondo en Open Windows, ha prestado su voz a numerosas producciones de animación -Más allá del jardín, Star Wars: La resistencia, Campamento mágico…- y ha participado en vídeos musicales como ‘Make Some Noise’ de Beastie Boys o ‘Ridiculous Thoughts’ de The Cranberries.
Hablando de videoclips, su otra gran pasión, la música, se ha llevado gran parte de su tiempo. En 2005 fundó la discográfica Simian Records y un año después sacó el primer álbum bajo su sello perteneciente a la banda The Apples in Stereo. Heloise and the Savoir Faire, otro de los grupos favoritos de Wood, también trabajó con él. Sin embargo, la empresa cerró en 2015. No es su única aventura empresarial. En 2010 fundó otra compañía, esta vez una productora de cine que dirige junto a Daniel Noah y Josh C. Waller. Juntos han realizado Una chica vuelve a casa sola de noche, Mandy y un videojuego junto a Ubisoft titulado Transference.
Wood es capaz de encontrar el equilibro entre su productora, sus trabajos de actuación, su labor humanitaria -que, entre otras cosas, le ha llevado a visitar Chile tras el terrible terremoto de 2010- y su vida personal. En 2019 anunció que había sido padre de su primer hijo junto a la productora Mette-Marie Kongsved.