Ocurrió en 1981. Fue uno de los conocidos Expedientes Warren y esta semana su historia acaba de llegar a las pantallas de los cines de todo el mundo con la tercera entrega de la exitosa saga de terror: Expediente Warren: Obligado por el demonio. Su protagonista es Arne Cheyenne Johnson, en aquella época tenía 19 años, y asesinó de más de 20 puñaladas a Alan Bono, el dueño de la perrera donde trabajaba su novia. Su historia no hubiera pasado de las páginas de sucesos locales de Conneticut si no hubiera sido porque en el juicio su abogada, apoyada por el matrimonio de investigadores paranormales de los Warren -él demonólogo y ella medium- sorprendió a todos. Arne alegó que cuando cometió el crimen estaba poseído por el demonio. El caso pasó a ser denominado por la prensa "El diablo me obligó a hacerlo". Esta es su historia.
El caso de Arne comenzó casi un año antes del crimen, en 1980, cuando el joven se mudó a vivir a casa de la familia de su novia, Debbie Glatzel, según explican los archivos legales del caso, que atesora la Universidad de Virginia, donde se pueden acceder también a los bocetos del juicio que hizo la artista Ida Libby Dengrove, y que ilustran este reportaje.
Según explican, un mes antes de la llegada de Arne a casa de los Glatzel, el hijo pequeño, David, de 11 años -aunque en la película tiene tan solo 8- empezó a comportarse de forma extraña. Aseguraba que veía a una especie de monstruo al que describía como un anciano con el que soñaba. En sus visiones el hombre aparece como una bestia demoníaca, que murmura en latín y quería robarle su alma.
La madre de la familia, Judy Glatzel contó a la revista People que su hijo describía en sus visiones a "un hombre con grandes ojos negros, la cara delgada con rasgos de animal y dientes irregulares, orejas puntiagudas, cuernos y pezuñas".
A pesar de que la familia entera aseguró escuchar ruidos extraños en el ático, nadie excepto David llegó a ver al supuesto anciano. Después, David comenzó a sufrir terrores nocturnos, se comportaba de forma peculiar, y tenía marcas y heridas inexplicables.
La familia de Glatzel buscó ayuda de la iglesia católica y de los famosos investigadores de sucesos paranormales Ed Warren -demonólogo reconocido por la iglesia católica- y Lorraine Warren- medium-. La familia relató al Washington Post que llevaba 12 días viviendo "en el infierno". La madre contó a este periódico que el niño se retorcía en su cama por la noche, gritando obscenidades. Se apartaba manos invisibles que parecían ahogarle. "Me atacó varias veces", explicaba la madre Judy Glatzel. "Me escupió, me pateó, me apretó el pecho". También atacó a su abuela con un cuchillo.
Tanto los Warren como los Glatzel describieron con detalle cómo era cuando la bestia se presentaba supuestamente en el cuerpo de David. Contaron que David bajaba la al pecho y luego la levantaba lentamente y entonces su rostro cambiaba: sus ojos se ponían blancos, gruñía y se reía. Relatab al periódico en septiembre de 1981 que habian visto caminar a un dinosaurio de juguete del niño, que fueron testigos de platos que levitaban y mecedoras y libros, que volaban por los aires. También aseguraban que la bestia había llamado por teléfono y le había dicho a Carl, el hermano de David que tuviera cuidado. Y Debby, la novia de Arne, contó que una mano verde que salió del suelo la atacó en su cama por la noche.
A pesar de este relato publicado en el Washington Post en 1981 el hermano de David, Carl Glatzel, que ahora tiene 55 años aseguró hace unos días que su hermano David era un enfermo mental y todo este relato era fruto de las alucinaciones que vivía el niño. Además, acusó a los Warren de intentar lucrarse con su caso, del que se publicó un libro, y se realizó una película para televisión en los años 80.
¿Cómo llegó el demonio a Arne?
Cuando los Warren intervinieron en este caso, realiaron "cuatro ritos menores de exorcismo" para expulsar a los supuestos demonios, ya no pudieron realizar un exorcismo formal porque el obispo de Bridgeport se negó a autorizarlo, ya que el protocolo de la Iglesia en aquel momento era realizar una serie de pruebas psicológicas antes en el niño para descartar problemas mentales. Pero los Glatzel se negaron a hacerle estas pruebas.
Llega la tercera entrega de Expediente Warren, la historia del primer asesino que alegó estar poseídoLa madre asegura que había llevado a su hijo a un psiquiatra y no le dio ninguna respuesta concluyente, y pidió ver a toda la familia, pero los Glatzel no lo vieron claro. Así que el diagnóstico quedó en manos de la familia y de los Warren. La propia Lorraine Warren aseguró que eran 42 demonios los que habitaban en el cuerpo de David. "En uno de los exorcismos les pedimos sus nombres y nos dieron 42", explicaría la medium. Fue durante uno de esos ritos, cuando Arne Cheyenne Johnson desafió a los demonios a entrar en él y que dejaran en paz a David. Poco después, Johnson empezó a comprtarse de forma extraña, entró en trance hasta cinco ocasiones, según explicó entonces su novia Debbie Glatzel, que en ese momento tenía 27 años.
Arne y Debbie se mudaron poco después a un apartamento junto a la perrera de Alan Bono, que les daba trabajo y alojamiento a cambio de que se hicieran cargo de los animales. El día del crimen, el dueño d ela casa había estado bebiendo. Junto a Arne y Debie estaban tres primas de la chica. Bono, borracho, agarró a una de ellas en actitud de propasarse con la niña, de 9 años, según explicó su prima en el juicio. Entonces, según describieron en el juicio los testigos, Arne entró en una especie de trance, sacó su cuchillo ya puñaló varias veces a Alan Bono, que cayó al suelo, mientras Arne desaparecía vagando lentamente por el bosque.
Durante el juicio, Martin Minnella, abogado defensor de Johnson, citó 2 casos judiciales británicos que habían utilizado en la defensa el argumento de la posesión demoniaca, pero el juez Robert Callahan rechazó el argumento alegando que tales afirmaciones no podían ser probadas científica u objetivamente. Minnella entonces recurrió al argumento de la defensa propia. El jurado consideró a Johnson culpable de homicidio involuntario en primer grado el 24 de noviembre de 1981. Le condenaron de 10 a 20 años, de los cuales cumplió 5, por buena conducta. Cuando salió de la cárcel se casó con Debbie con la que vivió hasta que la mujer murió de cáncer.
'Expediente Warren: Obligado por el demonio' y otras películas de terror que no sabías que están inspiradas en hechos realesUna vez que el juez rechazó la posesión demoniaca como atenuante, la atención de los medios se evaporó. Pero en 2006, el libro de los Warren sobre el caso fue reeditado recordando el caso que conmovió a la pequeña comunidad de Brookline, Connecticut, que había vivido el primer asesinato en sus 193 años de historia.
Expediente Warren: Obligado por el demonio es la tercera película de esta saga que recorre los casos reales a los que se enfrentó esta pareja de investigadores especialistas en sucesos paranormales.