En Fast and Furious 9, los chicos de Dom Toretto llevan a cabo su misión más complicada: viajar al espacio. En una de las escenas más esperadas y surrealistas de la franquicia, Tyrese Gibson y Ludacris consiguen llevar sus coches a donde nadie antes había llegado en una espectacular secuencia. Sabemos que la magia del cine hace posible estas hazañas, pero, ¿qué pasaría en la vida real si alguien intentase llevarlo a cabo?
Costas Efthimiou, profesor de Física de la Universidad de Florida Central, ha analizado para ScreenRant el momento más aplaudido de la cinta dirigida por Justin Lin. Aunque el cineasta asegura que consultaron a científicos de la NASA para construir la escena, lo cierto es que nadie podría ver la Tierra desde el espacio a bordo de un simple coche. Por muy bien equipado que esté.
No creo que eso sea realmente posible", asegura el profesor Efthimiou, "Si se necesita tanto esfuerzo y diseño para hacer un cohete real, imagina lo que pasaría en el caso de un coche. Es imposible. No es tan simple como tomar el coche y decir 'Ok, vamos a poner dos lanzadores ahí
Aunque las declaraciones del experto no sorprenden a nadie, ¿qué efecto podría tener en el coche el atravesar la atmósfera? Para empezar, un coche no tiene espacio para la cantidad de combustible que se necesita para viajar a tanta altura. Si encontrasen la forma de conseguir los litros necesarios, tendrían que tener en cuenta otros problemas. La fricción del aire que se produce en el traslado podría hacer que el coche explotase. Eso sin contar los aspectos técnicos. Los cohetes tienen sistemas informáticos muy complejos que solo una persona altamente cualificada puede utilizar. Hasta donde sabemos, ni Roman Pearce ni Tej Parker son ingenieros.
¿Y cómo funcionan los imanes?
Otra secuencia famosa de la saga es cuando un coche atraviesa un edificio gracias a los imanes que utiliza el equipo de Toretto. Si en la realidad utilizasen esta herramienta, la ciudad se vería envuelta en un terrible caos y en absoluto sería tan fácil como nos han hecho creer en la cinta.
Cualquier objeto metálico se vería atraído hacia el imán, como el resto de coches o materiales de construcción, algo que no se ve en el filme. Y otra cuestión a tener en cuenta: el coche no se pegaría al imán del modo que vemos en pantalla. "Si aplicas una fuerza a un objeto, el otro objeto aplica la misma fuerza contraria, así que ambos van a moverse hacia el otro. Como el camión que conducen no está asegurado a nada, deberíamos verlos moverse hacia los lados".