Una película de terror que además de aterrorizarnos nos pone ante un espejo como sociedad, y nos lleva a asustarnos de lo que somos capaces. Esta es la premisa de la nueva versión de Candyman que llega a los cines el 27 de agosto y reinterpreta la peli clásica de terror de los años 90, Candyman.
Ambientada en Chicago, en el barrio exacto donde ocurrió la historia original que da lugar a la leyenda, la nueva versión de Candyman, escrita por el ganador de un oscar Jordan Peele, y dirigida por la joven cineasta Nia DaCosta, habla también de la gentrificación, del cine de terror como manera de retratar la sociedad, del trauma y de la importancia de recordar. SensaCine ha charlado de todo ello con su directora y con sus protagonistas Yahya Abdul-Matheen II, Teyonah Parris y Colman Domingo.
La nueva versión de Candyman cuenta la historia de Anthony (Yahya Abdul Matheen II), un artista que se muda al barrio en el que nació la leyenda de Candyman en busca inspiración y le fascina la historia del personaje y acaba atrapado por la leyenda que le transforma.
"Me parecía una manera muy interesante de explorar cómo esas leyendas terroríficas de la gente negra contra la policía pero a la vez nos servía para hablar sobre la violencia reciente, y de cómo pasan de generación en generación, y además era muy fan de la primera película. Y me ha parecido genial usar la metáfora de la reconstrucción para expandirla en estos otros asuntos", explica Nia DaCosta.
La directora optó por implicar a los habitantes reales de la comunidad de Green, en Chicago, y contó también con algunos de los actores de la película original que interpretan a los mismos personajes de entonces. "Tuvimos que analizar donde se encontraban estos protagonistas hoy, 30 años después, pero fue una experiencia interesante", explica DaCosta en la entrevista.
"Algunos de los mejores días que tuve rodando en el set los pasé hablando con los residentes originales sobre la película, sobre otras películas, escuchar su visión de lo que estábamos contando, nosotros allí éramos los invitados, y tratarlos con amor y con respeto, sin imponerles nuestra visión, y colaborar para poner su historia en el mapa, es un gesto honorable para mí", explica el actor Yahya Abdul Matheen II, que interpreta a Anthony, el artista en busca de inspiración que llega a un barrio gentrificado y choca con sus habitantes originales.
Uno de ellos lo interpreta Colman Domingo, que también se mostraba fascinado por la experiencia del rodaje en Chicago:
"Esta película habla de nuestra cultura hoy. No podemos separar el arte, el sentido crítico, la cultura negra, el drama y una generación traumatizada, todos ellos son asuntos muy necesarios de examinar ahora mismo. Y es una oportunidad para que la industria del entretenimiento entre en esos lugares oscuros usando el miedo, despertándonos y desvelando algunas verdades, de forma inteligente", asegura el intérprete.
La película está basada en el relato de terror The Forbidden escrito por Clive Barker, además de ser "continuación espiritual" del filme de Bernard Rose, Candyman (1992), según dijo su guionista. "La película toma la original como punto de partida y la expande y profundiza en algunos temas como el trauma en una comunidad negra, la curación, el empoderamiento, y realmente nos llevaba a plantearnos preguntas, nos lleva a mirar en el espejo el estado de nuestra comunidad. Y quería ser parte de este legado, y de esta conversación", señala la actriz Teyonah Parris.
La película propone una historia terrorífica pero como explica Abdul-Mateen II lo hace de manera diferente a otras historias de miedo.
"Candyman' da miedo por cosas que no son habituales en las películas de terror. Era un abordaje bastante peculiar, y también arriesgado, que no temía dejar claros sus postulados, y ese aspecto tan ambicioso del guión en el que plantea un camino diferente para traer el poder de vuelta es lo que me gustó", señala el actor
Y precisamente para la directora es clave este aspecto de exploración colectiva de nuestras ansiedades que permiten las películas de terror: "Nos permiten hacer un recorrido por los miedos a lo largo de la historia. Las películas de terror de los 60, 70, 80, 90… nos permiten descubrir que nos preocupaba en las distintas culturas en las distintas generaciones lo que es realmente especial", señala DaCosta, que confiesa que entre sus miedos más comunes hoy en día están el morir ahogada o el cambio climático.
Otro de los aspectos que aborda el filme es la gentrificación y la autoimagen de la propia comunidad negra. "Candyman habla de cómo la gente que vivía en el barrio desde hace más tiempo se ha convertido en 'los otros' para los recién llegados, y es lo que ocurre en los lugares gentrificados", apunta Abdul-Mateen II.
A lo que Colman Domingo añade que había una energía especial en el set de rodaje: "El equipo de la película era casi como el mundo. Recuerdo mucha gente de color en departamentos clave, y traté de caminar mucho por el barrio para tomar conciencia de que la historia que estábamos contando era una historia de ahora, sobre la gentrificación, sobre ser un hombre negro y como era un mundo que se transformaba una y otra vez y también cómo el trauma era olvidado. Y cómo mi personaje quiere que se recuerde a la gente, recordar los nombres, recordar a George Floyd… Y todo ello es una responsabilidad increíble rodar en Chicago, una ciudad que ha estado expuesta al trauma", concluye Domingo.
