El director Mario Camus, de 86 años, ha fallecido en su casa de Santander. El director que nos conmovió con la adaptación cinematográfica de la obra de MIguel Delibes Los Santos Inocentes y que retrató a nuestro país de posguerra en la adaptación de La Colmena con la que ganó el Oso de Oro en Berlín en 1982.
El director, que recibió el Goya de honor en 2011, realizó adaptaciones cinematogrñaficas de clásicos literarios también más allá de Delibes o Camilo José Cela adaptando novelas como Fortunata y Jacinta o La Ciudad de los Prodigios. Con más de 45 años de carrera y más de 30 trabajos tantocomo guionista como director e incluso como director de la serie del bandolero Curro Jiménez, que marcó a toda una generación.
Su carrera como director no estaba entre las prioridades de este santanderino nacido en 1935, y que se Licenció en Derecho. Aunque poco después se diplomó en dirección en la Escuela Oficial de Cinematografía. Y comenzó sus adaptaciones literarias al cine con la obra de Aldecoa, aunque luego llegaron muchos más.
En su labor como guionista escribió 'Los golfos', y 'Llanto por un bandido' para Carlos Saura, y también varias películas para la directora Pilar Miró que también pasaron a la historia del cine: 'Beltenebros' y 'El pájaro de la felicidad'.
Por "Los santos inocentes" consiguió en la Bienal de Cine "Ciudad de Bogotá" en 1984 el premio a la mejor película, el premio Ecuménico a la mejor película en 1984 en el Festival de Cine de Cannes, el premio al Mérito Artístico y a la mejor película en el Festiva de Cine de Alejandría y también el premio a la mejor Película en los Festivales de Cine de Durban y de Varna en 1985. Ha recibido también un Premio Nacional de Cinematografía concedido por el Ministerio de Cultura en 1985 y un Goya al mejor guión concedido por la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas de España por la película "Sombras en una batalla" en 1993. Además del Goya honorífico en 2011 recibió el Goya al Mejor Guion Original por Sombras en una batalla.
Cuando recibió el Goya de Honor reflexionaba sobre su vida: “
He trabajado mucho, y mi concentración y dedicación han sido al cien por cien. Seguramente en todas mis películas hay pequeñas manías, un toque personal. Y esa persistencia se llama personalidad
”, manifestaba este creador, según una nota de la Academia de Cine, que hizo largometrajes con Raphael y Sara Montiel, y que en dos de sus producciones, Sombras en una batalla y La playa de los galgos, abordó el tema de ETA.