Daniel Monzón empezó su carrera dentro del mundo del cine sin colocarse detrás de la cámara. Lo hizo como periodista y crítico, pero desde pequeño sabía que quería dirigir. Por eso, cuando le tocaba entrevistar a algún director, intentaba sonsacarle todo lo que podía. "Más que preguntarles como periodista, era cómo sacarles sus secretos", afirma Monzón en el programa El TolChou del canal de Twitch ElStream. Ahora, después de seis películas como realizador, Monzón estrena este viernes, 8 de octubre, su último proyecto: Las leyes de la frontera.
"Quería recuperar esa frescura de películas interpretadas por delincuentes", comenta el director sobre el filme y el género quinqui, un tipo de cine en el que se circunscribe esta película y que fue muy popular en los años 70 y 80. Se trataba de películas sociales que reflejaban del momento histórico que vivía España.
Las leyes de la frontera, protagonizada por Marcos Ruiz, Chechu Salgado y Begoña Vargas, es una adaptación de la novela homónima de Javier Cercas. La historia, ambientada en los años 70, sigue a Ignacio, un joven de clase media que se adentra en la banda de delincuentes de El Zarco al enamorarse de Tere. Todo ello con el telón de la Transición de fondo.
Monzón recuerda también que tuvo contacto con quinquis en su barrio. "Yo era un niño en el 78, era de clase media pero vivía cerca de los descampados en los que vivían los quinquis, con los que me cruzaba con cierta frecuencia", cuenta.
"Era gente a la que yo veía con una mezcla de temor y fascinación porque significaban algo que todo adolescente desea: una peña unida, que les veías vivir de una manera más libre y que destilaban un aire de esa aventura que tú, que observabas las normas, estabas como deseoso". Monzón incluso ha reconocido que esos quinquis llegaron a atracarle con navaja en alguna ocasión.
LA IMPORTANCIA DEL TRÍO PROTAGONISTA Y LA BANDA SONORA
Detrás de esa etiqueta de "cine quinqui" que lleva su nueva película -la cual siente que está más cerca de Celda 211 que de otros títulos de su filmografía- para Monzón Las leyes de la frontera "es una historia de amor adolescente". "Ese tipo de historias que siempre me han encantado", añade.
Aunque el filme se ambienta en el año 1978, el director cree que es una película que conecta con aquellos que vivieron esa época, pero también con la juventud actual. "Para la gente que vivió aquella época es un viaje a sus recuerdos, a su juventud [...] A los jóvenes de ahora les queda muy cerca la película", explica. "Habla un poco de esa necesidad de rebeldía que tiene la adolescencia".
Cuando se puso manos a la obra con Las leyes de la frontera, Monzón tuvo muy claro que el trío protagonista eran "el eje sobre el que se tenía que asentar todo el reparto". Por eso pasó mucho tiempo buscando al Ignacio, al Zarco y a la Tere perfectos. "Yo tengo una clave, que es que cuando siento un escalofrío digo: 'Esto es", revela. Y cuando Monzón vio la prueba conjunta entre Ruiz, Vargas y Salgado pasó esto: "No es que se me erizara el pelo, es que me puse como los gatos. Dije: 'Es esto".
Para la banda sonora, otro de los puntos fuertes de Las leyes de la frontera, Monzón contó con el grupo Derby Motoreta’s Burrito Kachimba. "La película tenía ese trasfondo de quinquis y hablé con la mejor banda del momento, que son unos fieras que hacen ese 'rock' progresivo psicodélico entre Triana, Led Zeppelin...", comenta. Aunque al principio solo les pidió alguna canción, finalmente les propuso encargarse de la banda sonora. "Teníamos tal conexión que les dije: '¿Os atrevéis con la banda sonora?". Para darles una pista, Monzón decidió leerles el guion con "la energía y el ritmo que tenía que tener para que ellos crearan la música". "Fue un proceso largo pero apasionante", añade.
¿Supondrá Las leyes de la frontera la vuelta del cine quinqui? Monzón no lo tiene muy claro. "No lo sé. El cine quinqui estaba interpretado por los propios quinquis y estos están todos muertos".