Después de 36 años de carrera creando la banda sonora de más de 190 películas como Mujercitas (2019), las dos entregas de Harry Potter y las Reliquias de la Muerte (2010 y 2011) y El discurso del rey (2010); y con dos Oscar y más de 50 nominaciones a sus espaldas en diferentes premios cinematográficos, Alexandre Desplat sigue sintiendo lo mismo cuando se pone manos a la obra con un nuevo proyecto: miedo. "Es cuando empiezo y siento que no sé cómo voy a encontrar la música a tiempo", cuenta el compositor a SensaCine a través de Zoom desde su estudio en París.
Como explica:
Es parte del reto de este trabajo. Tienes que ser capaz de superar tus miedos. Cada vez tienes que escalar una montaña. A veces hay nieve, otras hay lluvia, otras el suelo está resbaladizo... A veces el tiempo es bueno, no es tan alta, tu cabeza está fuerte y vas muy rápido. Pero no siempre es así, así que siempre tienes que estar preparado. Es como cruzar el océano en barco y nunca sabes si todo va a estar bien y cómo es la gente que va en él
Una de las últimas veces que Desplat ha tenido que enfrentarse a esa barrera ha sido con La Crónica Francesa. "Cuando escribí las piezas de piano de la primera parte de la película y se las envié a Wes le dije: '¿Te gusta esto?'. Fue un buen momento porque pude superar ese miedo". La nueva película de Wes Anderson está ya disponible en Disney+, y compositor y director han ido creando una fuerte relación laboral desde 2009, cuando Desplat se encargó de la banda sonora de Fantástico Sr. Fox. "Muchos años. No está mal... Fiuuuu", reacciona al calcular que el inicio de todo fue hace más de una década. Después vendrían Moonrise Kingdom (2012), El gran Hotel Budapest (2013) e Isla de perros (2018).
"Había visto sus películas anteriores y podía sentir una voz especial. Estaba muy emocionado con el proyecto. Sentía que podía ser muy bonito. La fantasía, la imaginación que había. Así que dije que sí", recuerda. Desde entonces, ambos suman cinco películas trabajando codo con codo. Y pronto serán seis, pues el compositor también creará la música de Asteroid City, el filme que Anderson está rodando en Chinchón.
UNO MÁS DE LA PANDILLA
Desplat se ha convertido en un miembro más de la banda de Anderson, ese grupo de actores y actrices que le siguen allá donde va, como Owen Wilson, Bill Murray y Jason Schwartzman. El compositor afirma que Anderson es muy activo a la hora de crear las bandas sonoras y que, aunque llevan tanto tiempo juntos, todavía tiene una tarea pendiente: acudir a uno de los rodajes. "Este verano quería ir al de España, pero no pude porque estuve trabajando en otra cosa. Nunca he estado en uno".
Lyna Khoudri, la nueva musa de Wes Anderson en 'La Crónica Francesa' que no persigue el sueño americanoLa confianza trabajada a lo largo de los años es clave en su relación y eso les permite ir, cada vez, más rápido. "Ahora sé mejor qué es lo que espera y creo que confía más en mí que cuando comenzamos a trabajar. Pero siempre es un 'brainstorming' entre los dos", cuenta.
Como destaca:
Es un proceso muy extraño. Es un sueño para un compositor tener una relación larga con un director. Recuerdo, en el pasado, empezar a trabajar con un director y decir: 'Es genial. Me encanta. Espero que podamos trabajar juntos en el futuro'. Y, por alguna razón, o no me vuelve a llamar o no vuelve a hacer una película. Es algo muy extraño. Es casi intangible. He tenido suerte, a lo largo de los años, con gente que ha sido muy fiel
Cuando habla de relaciones largas como la que él experimenta con Anderson, Desplat pone de ejemplo nombres como John Williams, Ennio Morricone y Georges Delerue. Historia del cine a la que Desplat también pertenece. Pero si el compositor tuviese que quedarse con una única banda sonora, esa es la de Drácula de Bram Stoker (1992). "La hizo Wojciech Kilar. Es una maravilla. Es pura belleza. Esa es una banda sonora que me hubiese encantado escribir".
Anderson no es el único habitual de la filmografía de Desplat. El compositor también trabaja normalmente con Guillermo del Toro -por razones de agenda, Desplat ha tenido que abandonar su nuevo filme El callejón de las almas perdidas- y George Clooney. Sus dos premios Oscar son fruto de su trabajo junto a Anderson por El gran Hotel Budapest (2014) y con Del Toro por La forma del agua (2018). Para Clooney, por ejemplo, compuso la banda sonora de su último largometraje Cielo de medianoche (2020) durante el confinamiento. "Un compositor está encerrado en su habitación todo el día, así que no ha sido muy diferente", reconoce.
MÚSICA PARA CUATRO HISTORIAS
Cuatro historias, a modo de cortometrajes, del último número de una publicación estadounidense con sede en una ciudad francesa ficticia. Así es la estructura de La Crónica Francesa, una película que ha supuesto que Desplat se aproxime a la música de una forma diferente.
"No diría que fue un reto, pero sí que fue diferente. Es una película dadaísta. Es un 'collage", afirma. "Así es como empecé, pensando en la música para diferentes personajes y no solo un tema con la misma instrumentación. Por eso tenemos el piano al principio, una orquesta extraña después que mezcla tubas, flautas... Es una mezcla de instrumentos muy extraña. Eso da a la película ese tono impredecible y dadaísta".
Ritual para amantes de Wes Anderson. Dos fans te explican sus películas y te cuentan por qué el mundo sería un lugar peor sin élAntes de darle a cada fragmento de La Crónica Francesa su presencia musical, Desplat ya pudo hacer algo diferente con Fantástico Sr. Fox, su banda sonora favorita con Anderson. "Fue la primera colaboración", recuerda mientras se levanta, cámara en mano, para enseñarnos un par de figuras que tiene en su estudio: una de Fantástico Sr. Fox y otra de Isla de perros. "Me permitió hacer, en una escala diferente, cosas que había hecho antes a lo largo de los años de composición para el escenario, para las películas y el ballet, y nunca lo había hecho para el cine".
Desplat parece la persona idónea para responder a la pregunta de por qué a la gente le gusta tanto el cine de Anderson. "Porque no son como otras películas. Él abre una puerta a la extravaganza, a la poesía, al humor. Si es violento es como un dibujo animado. Incluso cuando es acción real puedes sentir la influencia de la animación. La forma en la que pone la cámara, cómo se mueve, los actores”, explica. "Se ha convertido en algo tan especial que nos lleva mucho a la niñez, así que es muy reconfortante y dulce en el buen sentido. Incluso cuando es brutal siempre es amable y eso es lo que le gusta a la gente. Son objetos especiales y únicos".
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