Cuentan los actores de El Último Duelo que cuando Ridley Scott dice “acción”, uno nunca sabe cuándo lo está enfocando la cámara porque, como mínimo, cuatro de ellas graban cada toma. Y parte de esa esencia, en la que la historia debe narrarse desde todos sus puntos de vista, es la clave de esta brillantísima cinta, una historia de violencia medieval contra la mujer, narrada desde tres perspectivas: la del marido, la del asaltante y la de la víctima. En definitiva, una película sobre la supervivencia y sobre cómo se puede distorsionar la verdad para que la mentira se convierta en la historia válida. La película ya está disponible en Disney+ y realmente es una de las películas del año.
El último trabajo de Ridley Scott, que te permitirá experimentar el viaje en el tiempo al siglo XIV al que nos arrastra, lo tiene todo para ser una de las mejores producciones del año: una traición brutal, una heroína poderosa y admirable, una historia basada en hechos reales perfectamente documentada, unas escenas de acción y violencia asombrosas y un elenco excepcional con Matt Damon, Adam Driver, Jodie Comer y Ben Affleck como protagonistas. Además, Damon y Affleck también son guionistas -junto a Nicole Holofcener-, y cada uno de ellos se encarga de escribir el papel de un personaje. A continuación, repasamos cómo ha construido el director esta epopeya medieval que retrata el último duelo documentado del siglo XIV.
Entre archivos y pergaminos
Fue Matt Damon quien descubrió la historia del que es considerado el último duelo de la Francia medieval. Lo relata Eric Jager, profesor en UCLA y Columbia de Literatura medieval- en su libro El Último Duelo: Una historia real de crimen, escándalo y juicio por combate en la Francia medieval.
El libro está basado en documentos oficiales de la época que describen lo ocurrido en torno a este duelo con sorprendente nivel de detalle. Jager pasó más de 10 años investigando crónicas de la época, registros legales y registros históricos centenarios. Incluso pudo ver el manuscrito original del testimonio legal que se conserva en un pergamino del siglo XIV. Y encontró también que la historia no fue exactamente como la habían contado. “Descubrí que lo que los juristas e historiadores llevaban siglos diciendo, que Marguerite [el personaje de Comer] mintió, era falso”. Y sintió que había que hacer justicia por Marguerite de Carrouges, que se lo jugó todo y se arriesgó a una muerte horrible, pero optó por defender la verdad y su honor.
¿Quiénes fueron las personas reales que inspiraron 'El último duelo'?Damon comprendió su potencial e imaginó a Ridley Scott al frente del proyecto debido a su potencial visual y a su experiencia en epopeyas históricas. Para el proyecto contrató como asesor histórico al autor del libro -que leyó y corrigió dos veces el guion- y se asoció con Ben Affleck -amigo suyo desde hace 40 años y con quien escribió el libreto de El Indomable Will Hunting,que consiguió un Oscar al Mejor guion original en 1998-. Tras descartar varios guionistas, a ambos se les ocurrió que la mejor manera de contarlo todo era con los tres puntos de vista; las tres historias. Y cada historia, escrita por un guionista, con Damon y Affleck siendo dos de ellos. Y, obviamente, la de la verdadera heroína, Marguerite, debía escribirla una mujer: Nicole Holofcener.
Dignificando y haciendo justicia a una mujer vapuleada
La perspectiva de Marguerite era imprescindible porque ofrecía una rectificación de las opiniones que los hombres tienen de sí mismos y del mundo que les rodea. Lo explica en las notas de producción de la película Matt Damon. “En la guerra de los Cien Años estos hombres solo conocían un mundo increíblemente violento donde la violación y el saqueo era lo habitual. Y al leer el libro sentí que la única historia que realmente merecía la pena contar era la de ella: su increíble valentía bajo la presión tan terrible en la que estaba; la forma en la que la interrogaron y avergonzaron y cómo ella no cedió y siempre dijo la verdad sobre lo sucedido”, apunta el productor y actor que interpreta a Jean De Carrouges.
Como retrata El último duelo la historia de Marguerite ocurrida hace más de 600 años es un magnífico homenaje a los supervivientes y a todos aquellos que luchan en silencio pero con firmeza a lo largo de la historia. Porque cuando contó lo ocurrido, puso en peligro su vida y su reputación. Y, como muchas supervivientes de agresiones sexuales, soportó un extraordinario escarnio público siendo ella la víctima y pasó injustamente a la historia como una mentirosa que se inventó el asalto sexual. Para que el retrato permitiera devolverle la dignidad que los hechos demostraban y que le fue robada, varias organizaciones ejercieron como asesoras sobre la historia del abuso sexual, las consecuencias y la recuperación de las víctimas.
La asesora de intimidad de 'Sex Education'
Para el rodaje de las escenas sexuales y de la violación, el equipo contó con la asesora de intimidad de la serie Sex Education, Ita O’Brien, para garantizar la seguridad y comodidad de todos durante el rodaje. “Es una labor muy parecida a la que hace un coordinador de especialistas en las escenas de lucha, pero aplicado a los contenidos íntimos”, explica O’Brien, también en las notas de producción. Su principal preocupación era contar la violencia sexual con la máxima sensibilidad.
Así se preparó Jodie Comer para rodar las escenas más traumáticas de 'El último duelo'El director decidió rodar la escena del asalto sexual para no dejar dudas sobre lo que pasó, ya que el relato histórico de Marguerite se había visto empañado en los siglos posteriores por cronistas históricos y miembros del clero, que lo habían distorsionado hasta eliminar la violación. La escena se rodó sin ningún tipo de desnudo, porque a los realizadores les interesaba más mostrar el coste emocional de la experiencia en lugar de explotarla cinematográficamente.
150 lanzas, 50 escudos, espadas de goma y más de ocho armaduras completas
La encargada de diseñar el vestuario y las armaduras, Janty Yates, es la misma que tuvo que vestir a los romanos de Gladiador (2000) o a los bandidos medievales de Robin Hood (2010), ambas dirigidas por Scott. Y, dado que no existen armaduras completas del siglo XIV, Yates se inspiró en un modelo del Museo Metropolitano de Nueva York y, a partir de este, construyeron ocho armaduras completas que luego vistieron los actores y los especialistas y que debían irse modificando -todas a la vez- para garantizar que no hubiera errores de continuidad según avanzaba el duelo.
Estaban formadas por láminas de plástico similares a las de los parachoques de los coches, que imitaban acero. A su vez, la cota de malla es la misma que se utilizó para El reino de los cielos en 2005, también hecha de plástico, con cada aro fabricado individualmente y después todos ellos enlazados a mano. El vestuario femenino se hizo con telas compradas en las ciudades de Florencia, Roma y Lyon.
El encargado de las armas fue Tim Lewis, que también se encontró con la falta de referentes reales de la época en buen estado. Así pues, se crearon versiones de cada arma de goma dura, 150 lanzas y 40 escudos rompibles. “Los detalles son fundamentales. Sin ellos, los actores y el realizador no tienen con qué trabajar. Si le explicas a un actor por qué su personaje lleva algo en concreto, le ayudas a definir mejor su personaje”, asegura Lewis.
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Castillos recreados y ambientaciones reales
Para ganar en verosimilitud, muchas de las escenas se rodaron en ambientaciones reales en castillos de Francia, donde rodaron en la región de Pèrigord Noir, el mismo lugar donde Scott filmó su primera película, Los duelistas, en 1976. Entre los castillos donde rodaron destacan el de Baynac, el de Berzé-le-Châtel, el de Fénelon en Sainte-Mondane o el de la ciudad de Monpazier. Y gran parte de los interiores se tuvieron que recrear en estudio, donde se reconstruyeron algunas estancias. Todo para que el viaje en el tiempo y para que ese último duelo fuera casi real y el honor de Margherite le fuera devuelto.
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