Apenas tenía 17 años cuando Verónica Forqué trabajó en Mi querida señorita. Y casi 50 años después el mundo del cine despide a una actriz que es historia del cine español. Ha trabajado bajo las órdenes de Fernando Trueba, Pilar Miró, Luis García Berlanga, Antonio Mercero, o Pedro Almodóvar. En su palmarés conserva cuatro premios Goya de la Academia.
Muere Verónica Forqué, estrella del cine español, a los 66 añosSubió hasta cuatro veces a recoger un premio Goya, fue la primera actriz española en recibir dos en la misma ceremonia en 1988 por Moros y Cristianos y La Vida Alegre. Un hito que solo ha vuelto a lograr Emma Suárez, en 2017.
La carrera de la actriz podría resumir la historia del cine español durante el último medio siglo. Y se convirtió en uno d elos rostros más cómicos y conocidos del cine español en los 80. Fue chica Almodóvar hasta en tres ocasiones ¿Qué he hecho yo para merecer esto? (1984), Matador (1986) y Kika (1993). Y ha sido uno de los rostros de referencia de historia de la comedia española, su último papel el año pasado en la serie Señoras del (h)AMPA.
Hija del director y productor José María Forqué, con él comenzó en sus primeros trabajos en los años 70. Y a él le entregó en 1995 el Goya de Honor junto a Luis García Berlanga. Su madre era la escritora Carmen Vázquez-Vigo, y su hermano era el director Álvaro Forqué (1953-2014), cuya muerte fue un durísimo golpe para la actriz.
Aunque su salto a la fama fue tras interpretar a la prostituta Cristal en su primer papel para Pedro Almodóvar en 1983, su primer Goya le llegó en 1986 por El año de las luces, de Fernando Trueba, en 1986. Dos años después lo ganó como protagonista de La vida alegre (1988), también de Fernando Colomo y en 1988 por Moros y Cristianos de Berlanga. Aún ganaría otro más por Kika, de nuevo de la mano de Pedro Almodóvar, en 1993. Nos hizo reír también con Bajarse al moro o Salsa rosa. En el mundo del cine internacional se la recuerda por ser la inconfundible voz de Shelley Duvall en la versión española de El resplandor, de Stanley Kubrick.
Fue una de las caras más inconfundibles y reconocibles de la historia de la televisión española. Se estrenó en series que marcaron nuestra infancia, como Curro Jiménez, El jardín de Venus, y creció y se consagró con Platos rotos, Eva y Adán, agencia matrimonial, La mujer de tu vida o Pepa y Pepe, junto a Tito Valverde.
También en teatro tuvo una amplia carrera. Fue Carmela en la primera representación de la obra de José Sanchis Sinisterra, ¡Ay, Carmela! (1986). Fue también Doña Rosita la soltera (2004), La abeja reina (2009) y Shirley Valentine (2011). Como directora escénica se puso al frente del montaje de la obra Adulterios, de Woody Allen en 2009.
En 2020 se estrenó uno de sus últimos papeles en el cine, Salir del Ropero, una comedia donde protagonizaba una historia de amor con su amiga Rosa María Sardá y que está disponible en Netflix.
Pero tras casi medio siglo bajo los focos, ya no pudo más. Lo decía en una de sus últimas apariciones públicas en el programa Master Chef, que tuvo que abandonar por su estado de salud. "
No me encuentro bien. Estoy agotada. (...) No puedo, el cuerpo no puede, no puedo con mi alma", aseguró entonces en antena.
Tras conocer la noticia, el presidente de la Academia Mariano Barroso ha lamentado el fallecimiento de la actriz. "Toda la profesión llora la pérdida de esta emblemática y querida actriz. Era una mujer de una extraordinaria sensibilidad", ha declarado.
Compañeros de profesión, como Antonio Banderas también le han dedicado unas palabras. "Trabajé hace años con ella - Bajarse al Moro- y mi recuerdo es el de una mujer dulce, espiritual y buena compañera", rememoraba el actor en redes sociales.