Rasputín sin duda es el más fascinante de todos los personajes históricos que salen retratados en The KingsMan: la primera misión, la nueva película de la saga basada en los cómics The Secret Service de Mark Millar y Dave Gibbons, que se estrena en cines hoy 29 de diciembre y que cuenta el origen de la agencia de espías independiente e internacionl más sorprendente.
En la nueva película de Matthew Vaughn, la ficción y la realidad se mezclan para construir una fantasía fascinante, que se convierte en un desfile de personajes geniales. Pero desde luego el que se lleva la palma es Rasputín, el místico ruso que tenía bajo su control al zar y la zarina en la corte de Nicolás I. Y nos ofrece una versión conspiranoica muy divertida de cómo se gestó la I Guerra Mundial.
Un Rasputín bailarín, pringarse de natillas y recuerdos del rodaje. Así se creó el folclore de la agencia secreta en 'The King's Man: La primera misión'El actor Rhys Ifans durante toda su vida estuvo obsesionado con este personaje histórico. "Cuando estábamos organizando el casting nos llegó un mensaje suyo en el que explicaba que siempre había querido interpretar a ese personaje. Me encanta la pasión y el entusiasmo. Así que me senté con Rhys y nos entendimos muy bien. Y nadie habría podido crear un villano mejor, y eso que lo único que hacíamos era dejar fluir e imaginarnos al verdadero Rasputín en estas situaciones", explica el director Matthew Vaughn en las notas de producción del filme.
El verdadero Rasputín debía tener mucho del magnetismo que suelen desprender las estrellas del rock y también bastante de actor en sí mismo.
"Aunque ha llegado a nuestros días como un místico y sacerdote, jamás fue ordenado por la Iglesia Ortodoxa en el fondo era un pagano disfrazado", explica Rhys Ifans, el actor que lo encarna.
Para el guionista, Karl Gajdusek, nadie mejor que Ifans pudo haber interpretado a este monje loco. "Comparte el magnetismo que debía tener Rasputín, que cuentan que entraba en una habitación y nadie podía apartar los ojos de ojos de él. Aunque era una especie de monje maloliente y loco, te sentías atraído por él. Y Rhys tiene una energía similar. Los dos juntos se funden en un solo personaje. Es algo increíble", explica el guionista.
'The King’s Man: La primera misión': esta Navidad descubre el origen de la agencia secreta en una película repleta de acciónPara el propio Ifans era un "papel de ensueño". Y lo explica: "Lo que sabemos de él son cotilleos. Es una figura tan misteriosa, tan poderosa, y tan bien referenciada en la historia, que sorprende que gran parte de su vida es un misterio", afirma Ifans.
"Eso ha dado lugar a muchas suposiciones descabelladas sobre Rasputín. No solo en la cultura rusa, sino en cultura mundial. En cierto modo, ejercía la fasciación que ejercen en su público las estrella de rock renegadas. También hay algo del asesino Charlie Manson en él, el charlatán místico que hipnotizó y sedujo a una generación entera", explica Ifans.
Una transformación física
Transformar a Rhys Ifans en Rasputin resultó una tarea de lo más interesante por los referentes reales. "Investigamos a Rasputín y el personaje que hemos creado es muy parecido a cómo se vestía con abrigos largos y botas rusas. Pero hemos añadido un par de cosas para darle un poco de altura cuando se encuentran por primera vez con él. Así que le pusimos un abrigo de piel muy ancho y grande con un cuello de piel y un sombrero grande, parece una especie de oso. Como un animal. Una criatura del bosque. Salvaje", dice el actor.
Además, le añadieron un traje con forma de campana con vuelo, que al moverse se abría como las faldas de los derviches. Lo que le da un aire fascinante, casi como si fuera una peonza que reparte puñetazos y patadas a su paso.
Un arte marcial a la medida cosaca
Ifans también tuvo que ponerse las pilas en lo que se refiere a la lucha y la acción de este personaje. Y de hecho protagoniza una de las escenas de cción más brillantes de la película, e incluso del cine de acción del último año, pero para ello hay detrás un trabajo incluso de años de preparación y de hastatres semanas para terminar de rodar la escena.
De hecho el director estuvo investigando las danzas cosacas y descubrió qe los estlos de baile cosaco eran algo así como los distintos estilos de kárate. Se basaron en estilos de lucha para sus danzas, y luego se les prohibió luchar así, por lo que mantuvieron las rutinas y la disciplina como si se tratara de una danza. Así que el director junto con los especilistas decidieron crear una especie de arte marcial propio para Rasputín. Los bailarines rusos que contrataron para ayudar eran trabajaron estrechamente con el jefe del equipo de especialistas para diseñar el estilo de lucha de Rasputín.
"Cuando trajimos a los bailarines del Ballet Nacional de Georgia hacían cosas que mi equipo de dobles no podía hacer, y mis especialistas se quedaban boquiabiertos. Tienen una fuerza central que es única. Así que nos entusiasmó utilizarlo para construir un Rasputín bailarín. Pero mientras baila, está matando. Queríamos hacer un estilo de acción diferente, pero también que pareciera real, coherente. Todo lo que se le ve hacer, nos aseguramos de que se pudiera hacer en la realidad, por bailarines entrenados", explica el director.La Gran Guerra, espías y hasta un Rasputín karateca. Visitamos el rodaje de 'The King's Man: La primera misión' en Turín
Luego Ifans tuvo que ponerse manos a la obra para conseguirlo. Aprendió este arte marcial que mezcla judo, ju-jitsu, karate, y danza rusa. "Es extraordinario. Porque es como si con su baile Rasputín hiptonizara a sus víctimas, con una sensación de vértigo musical. Gira y baila con ellos y, de repente, de lo que parece una danza benigna surge de forma siniestra un golpe mortal", describe Ifans.
Una muerte inquietante
Corría el rumor de que Rasputín había pactado con el diablo. Y tiene también también algo de Terminator y criatura inmortal, como el personaje real al que fueron necesarios varios intentos de asesinato en la misma noche para, finalmente, eliminarlo. Víctima de una conspiración de varios nobles rusos -y también con varios agentes británicos implicados, como muestra la película-, primero lo trataron de envenenar con cianuro, después de dispararon varias veces sin que muriese, y finalmente lo tiraron al río helado, y cuando le hicieron la autopsia descubrieron que ni el veneno, ni las balas ni el frío habían logrado matarle, sino que falleció ahogado.
Antes de morir habia dejado una carta a la zarina, con la que supuestamente mantenía una relación amorosa, en la que le anunciaba que moriría violentamente a manos de varios nombles, y que dos años después de muerto, la familia real rusa también desaparecería. Ambas predicciones se cumplieron al pie de la letra.