Alfred Hitchcock es uno de los grandes nombres de la historia del cine. El apodado como rey del suspense creó, a lo largo de su vida, filmes que siguen apareciendo en las listas de las mejores películas de todos los tiempos. Es el caso de Vértigo. Aunque parece que este título, protagonizado por James Stewart y Kim Novak, siempre ha estado presente, lo cierto es que desapareció durante casi 30 años. En concreto, Vértigo pertenece a un grupo de cinco películas del famoso director conocido como Los Hitchcock perdidos.
Durante su carrera como realizador, Hitchcock creó varias películas para Paramount, con quien firmó un peculiar contrato. En él se especificaba que los derechos de explotación de esos filmes volverían al director ocho años después. El estudio cumplió con lo acordado y estos largometrajes apenas fueron emitidos en televisión o en cines durante unos cuantos años.
De ahí que se les nombrara como Los Hitchcock perdidos. ¿Qué filmes eran? La soga (1948), La ventana indiscreta (1954), Pero… ¿Quién mató a Harry? (1955), El hombre que sabía demasiado (1956) y Vértigo (1958).
De las antes mencionadas, por ejemplo, La ventana indiscreta se quedó fuera de circulación desde 1968 hasta 1983. El caso de La soga es un poco diferente al del resto de títulos. Hitchcock recuperó sus derechos después de que esta hubiese pertenecido durante mucho tiempo a su productor Sidney Bernstein, lo que la hizo un poco más visible que a las demás.
EL REGRESO DE 'VÉRTIGO' Y SUS COMPAÑERAS PERDIDAS
Tras la muerte del director en 1980, su hija Patricia Hitchcock heredó los derechos de distribución de estos cinco clásicos, pero no hizo nada con ellos. ¿El resultado? Se hicieron todavía más invisibles. A día de hoy, se siguen desconociendo las razones de Hitchcock para guardar estos títulos.
El director incluso buscó que las copias en circulación de los filmes fueran destruidas, lo que hizo que algunas se movieran de forma clandestina y fueran proyectadas en cineclubes y actos culturales, pero no comercialmente.
Durante muchos años, diferentes festivales de cine y cinematecas intentaron conseguir copias para proyectarlas, pero se encontraron con la negativa del director. Ni siquiera se mostraron en el Festival de Berlín en 1982 con motivo de una retrospectiva dedicada a James Stewart, que protagonizó cuatro de Los Hitchcock perdidos.
Fue el Festival de Londres el que tuvo el honor de presentar estas cinco películas en 1983. ¿Qué cambió ese año? Pues que Universal pagó 6 millones de dólares (unos 16,7 millones de dólares en la actualidad) para adquirir los derechos de distribución. Al estudio le llevó tres años convencer al agente del director, Herman Citron, de venderlos.
Como curiosidad, en 1969, el National Film Theatre preguntó si había una copia de Vértigo disponible para su exhibición con motivo de una retrospectiva del director. Fue Henri Langlois, director por entonces de la cinemateca francesa, el que la proporcionó. No obstante, para poder proyectarla, el NFT tenía que revelar la fuente de la copia. Como sabían que Hitchcock tenía el deseo de destruir las copias de estas películas, la NFT se negó a revelar su fuente, y la película no pudo exhibirse.
Vértigo adapta la novela escrita por Boileau-Narcejac. La historia sigue a Scottie, un detective contratado por un hombre para vigilar de cerca a su esposa Madeleine, que está actuando de una forma extraña. Ambos se enamoran, pero, finalmente, Madeleine se arroja desde lo alto de un campanario. Scottie, derrumbado por lo ocurrido, se encuentra tiempo después con otra mujer muy parecida a Madeleine llamada Judy. El protagonista decide desentrañar el misterio para comprender así el pasado y muerte de su amada.