El pasado 14 de enero se estrenó en Netflix Sin pudor, un thriller erótico protagonizado por Alyssa Milano que se ha colocado entre lo más visto de la plataforma desde entonces. En una única semana ha llegado a los 45 milones de horas reproducidas. Esta buena acogida por parte de los suscriptores del servicio de 'streaming' ha estado acompañada de polémica. De dos, en concreto.
La primera de ellas tiene que ver con sus críticas. Ser una de las películas más reproducidas de Netflix no es sinónimo de una buena valoración y, en el caso de Sin pudor, llama la atención que gran parte de los que la han visto le dan baja nota. La plataforma suele encontrar el público para cada una de las producciones que estrena. Es experta en crear contenido para pequeños nichos que en el modelo tradicional están olvidados, pero en esta ocasión no han acertado.
Sin pudor, basada en la novela Brazen Virtue de Nora Roberts, cuenta cómo Grace, una exitosa escritora de novelas de crímenes (Milano), se ve sorprendida por el asesinato de su hermana. Está dispuesta a ayudar con la investigación y usar todo lo que ha aprendido escribiendo sus novelas para descubrir qué ha ocurrido. En el proceso, salen a la luz los secretos de su hermana, algo para lo que no estaba preparada.
Dejando a un lado lo que pueda decir la prensa especializada -que ya sabemos que quizás no es el 'target'-, el público tampoco ha apoyado demasiado la propuesta. Según los comentarios, tiene una historia predecible y un guion mediocre que resultan en una película poco creíble y, en determinados momentos, despierta risas donde no debería haberlas. Para varios espectadores, recuerda a las películas de crímenes y pasión que aparecen por las tardes en canales como Antena 3.
Las críticas generadas ha sido una de las polémicas que ha sufrido Sin pudor. La otra se produjo mucho antes de su estreno. Cuando la película dirigida por Monika Mitchell anunció que Alyssa Milano sería la protagonista, parte de los lectores de la novela en la que se basa tomaron las redes sociales para mostrar su indignación. ¿Cuál era el problema? Las tendencias políticas de la actriz. Milano ha sido una ferviente opositora del gobierno de Trump, está muy involucrada en la causa feminista y fue la que inició el movimiento #MeToo, donde las víctimas de agresión sexual podían aportar su experiencia.
Cierto sector más conservador se opuso a este fichaje, lo que provocó que la propia Nora Roberts escribiese un comunicado de prensa en su página web apoyando a la actriz. "He leído muchos de los comentarios sobre el anuncio de Sin pudor, protagonizada por Alyssa Milano, y estoy, simple y sinceramente, horrorizada", aseguraba la escritora, "El odio, la ira, la amargura y las peticiones me sorprenden. Algunos nunca volverán a leerme porque Milano encabeza esta adaptación. Un lector dijo que tenía la intención de quemar todos mis libros tras la elección de esa actriz. Mira la película cuando se estrene o no, pero insultar a la actriz o amenazarme no hace más que ilustrar tus propias limitaciones".
Estas dos polémicas no parecen haber enturbiado el camino de Sin pudor en Netflix. La película continúa en el Top 10 de los contenidos más vistos por los suscriptores. Si no te apetece ver al cinta de Milano, recuerda que Netflix tiene muchas otras películas originales.
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