"El cine de terror nos sirve para hablar de las cosas que nos preocupan y nos acaban destruyendo". Así explica el cineasta Paco Plaza (Valencia, 1973) el impulso que le llevó a crear La Abuela, su última película que llega a las salas este fin de semana después de haber triunfado en festivales como San Sebastián o Sitges. Plaza es uno de los maestros del terror reciente más relevantes de la escena española, responsable de Verónica o la saga Rec.
En esta última propuesta une sus fuerzas con su amigo Carlos Vermut, (Magical Girl) responsable del guión de La Abuela, y que según Plaza trabajar con él "ha sido un lujo. Me estaba haciendo un traje a medida pero en los tejidos se nota la mano de Carlos, sus temas recurrentes una austeridad a la que yo nunca llego", explica. Y quizás en ello hay que leer lo atípico de La Abuela una película sin monstruos del más allá, y repleta de los más cercanos que nos cuenta la historia de una aspirante a top model (Almudena Amor) que ve su carrera en París interrumpida cuando su abuela sufre un colapso que la deja postrada en una silla de ruedas, y ella debe viajar a Madrid para atenderla. Pero al volver a casa, apenas puede reconocer a la mujer que le crió desde niña.
Goya 2022: Dónde ver las películas ganadorasSensaCine entrevista a Plaza junto a su protagonista, la debutante Almudena Amor (Madrid, 1994), tras el estreno de la película en el Fetsival de San Sebastián.
Pregunta: ¿De dónde sale ‘La Abuela’?
Paco Plaza: Cuando hice Quien a hierro mata pasé mucho tiempo en residencias geriátricas con ancianos y me di cuenta de que estamos siendo tremendamente injustos con los que nos han precedido: no hablamos de ellos, los apartamos y dejamos fuera de plano y los aparcamos en residencias que son una especie de desguace al que llevarlos cuando dejan de ser útiles para nosotros, o al menos cuando lo creemos. Todo esto me empezó a rondar mucho la cabeza y de ahí surge la idea de hacer una película sobre este miedo que todos acabamos sintiendo a nuestra propia vejez y la de nuestros seres queridos sobre todo.
P: Y la vejez en el monstruo en esta historia
P.P.: Quería reflexionar sobre la vejez como un demonio porque es así como la tratamos en nuestra sociedad. Estamos evitando todo el tiempo mirar al proceso inevitable del envejecimiento y el paso el tiempo. Parece un pecado que pase el tiempo y el halago más grande que te pueden decir hoy es no aparentas la edad que tienes. La juventud y la belleza en nuestro tiempo son un valor en sí mismo. Me interesaba mucho retratar la vejez como una entidad que nos posee y nos acaba destruyendo.
El cine de terror nos sirve para hablar de las cosas que nos preocupan y nos acaban destruyendo
P: Vuestras abuelas tendrían algo que decir después de veros en esta película con una villana de la tercera edad
Almudena Amor: Me ha servido muchísimo la relación que tengo con mis abuelas para construir este personaje. Me apoyaba en ellas y en mis abuelos todo el rato. Uno de ellos falleció y lo tenía muy presente, a uno de ellos que falleció le gustaba mucho Sinatra y lo escuchaba para preparar el papel. Tengo un amor muy puro hacia mis abuelos, una admiración profunda. Ellos me han cuidado mucho, y yo me llevaba todo ese amor y lo ponía en Susana, mi personaje, y su relación con Vera, la abuela.
Nació en un teatro, pasó por la cárcel, y fue musa de Chanel, así es Vera Valdez, 'La Abuela' de Paco PlazaP.P.: Yo tuve una relación muy especial con mi abuela que era una mujer extraordinaria. También me da mucho qué pensar cuando hablamos de buenos y malos, todo el mundo tiene sus motivos, los personajes también y según en qué lado estés te parece que los buenos son unos y los malos son otros. En este caso el personaje que encarna Almudena es una víctima y en eso estamos todos de acuerdo, pero que la abuela sea buena o mala eso no está tan claro: si le está dando una oportunidad a Almudena para redimirse o le está castigando por algo, hay cierta ambigüedad que deja el terreno para que lo interprete el espectador.
P: Ambas comparten la vanidad, otro de los demonios de la película…
A.A.: No creo que la vanidad esté tanto en ellas sino en la sociedad y el lugar en el que a Susana (su personaje) le coloca su trabajo, ella es modelo y eso implica una importancia en el físico, en la juventud.. Es una profesión con una fecha de caducidad más clara. Y en ella está presente ese conflicto en el que la sociedad te invita a vivir tu vida, tus sueños, y la familia se va quedando en otro plano. Pero vivimos en España y aquí la familia tiene un peso importante todos hemos vivido mucho con los abuelos y tenemos una relación muy fuerte y hay un conflicto entre que quiero hacer mi vida pero a la vez estar con mi familia y a veces eso no se puede y genera un conflicto en muchos jóvenes que sufren por ello. Y en esta película hay un personaje que empieza a tener su vida y otro en el que su vida está desvaneciendo y es en ese encuentro onde hay una conexión muy bella: ella, la abuela, ha sido lo que yo soy y yo voy a llegar a ser lo que es ella ahora. Todos podemos llegar a identificarnos con eso, me pasa a mí misma con mis abuelas, nos vemos reflejadas.
P.P.: Creo que en nuestra sciedad atual estamos intentado ver la realidad como si tuviera un filtro de instagram. Todo tiene que ser diversión a tope: bikinis, juventud, gente guapa, mucho pelo -sino te vas a Turquía-, sin una arruga, cremas para estar lustrosos... y hay algo en eso de construcción de una ficción que queremos interpretar como la realidad. Pero si nos creemos que eso es la realidad, es muy decepcionante, la vida no es así. Por eso me interesaba mucho que hubiera solo dos personajes, esa mujer que ve en la otra la que va a acabar siendo y la otra ve en la una, quien fue.
Porque todos llevamos dentro a quienes nos han precedido: en los ojos de Vera puedes ver la niña, la adolescente, la mujer adulta y la anciana y nunca dejas de ser el niño, el adolescentes las capas se van sobreponiendo como en una matrioska que es el símbolo de la película y nos vamos poniendo capas encima pero por dentro seguimos siendo quienes somos y quienes nos precedieron
P: ¿Y cómo ha sido el trabajo con Vera, una actriz de más de 80 años que a su edad cruza medio mundo para hacer una película?
A.A.: Para mí ha sido toda una lección de vida. Mucha admiración, es una mujer a la que la edad no le impide vivir experiencias. Se cruzó el mundo, llegó la pandemia y ella, a pesar de su fragilidad, mayor que la nuestra frente a la pandemia, estuvo al pie del cañón: vino cada día a rodar como una más... Para mí ha sido todo aprender, admirarla y verla como referente. Me ha enseñado que cumplir años no significa dejar de hacer cosas, sino llegar hasta donde tú quieras llegar.
P.P.: Me interesaba Vera porque ella había sido modelo para Coco Channel en Paris en los años 60 y nos ofrecía esa belleza en una mujer ajada por la edad pero en la que puedes seguir viendo a esa mujer pletórica de belleza y que se ve en cómo sonríe, cómo le brillan los ojos, y me interesaba para ver esos ecos tanto de ellas dos y sus biografías personales en concreto la de Vera con el personaje de Almudena en la película.
'La abuela': La triste historia personal que llevó a Paco Plaza a hacer su película de terrorP: En 'La abuela' resulta aterrador el pensar que los monstruos están más cerca de lo que creemos
P.P.: Es que las cosas que más miedo nos dan son las más cercanas, y el hecho de que en tu casa con tu abuela tengas miedo es como el terror del que no puedes escapar.
Tu casa es el hogar, el refugio y tu abuela es la persona que te quiere y que te protege. Si todo eso se demuestra falso, y en tu casa no estás seguro ni tu abuela te protege ¿que te queda? Ese es el terror máximo que siente el personaje de Almudena, que no tiene escapatoria
P: Y aterra también esa sensación tan inquietante de ¿Qué estará pensando (o planeando)?
P.P.: Es un enigma. Yo tuve una tía, mi tía Matilde, que tuvo alzhéimer y para mí en 30 años fue un referente, culta, emprendedora, y de repente verla como un recipiente con la mirada perdida, era una sensación extraña como si estuviera mirando un cascarón ¿Y ahí dentro sigue estando mi tía? Y cuando Almudena mira a su abuela a los ojos y le dice "no me estás escuchando, ahí no hay nadie" es esa sensación de que somos el envoltorio que acaba teniendo el cuerpo.
P: 'La abuela' en medio del terror tiene también tiene un mensaje sobre el género y el cuerpo casi como prisión…
P.P.: Tanto en la exaltación de la belleza, como la ocultación de la vejez se fustiga más a las mujeres que a los hombres. Nada simboliza más ese mundo que una modelo joven, guapa, que anuncia colonias, eso es como lo aspiracional, lo mejor que se puede ser en la vida y me gustaba contraponer a esas dos mujeres como espejos de la una en la otra.
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