Nicolas Cage es uno de los actores más versátiles de Hollywood. El intérprete, consciente de que se ha convertido en un icono pop, últimamente tiende a alternar papeles en cine comercial de acción (Jiu Jitsu, Willy's Wonderland), con papeles más serios en cine independiente (Pig, Mandy), sin olvidar su faceta doblando cintas de animación (Los Croods: Una nueva era, Spider-Man: Un nuevo universo). Ahora, se atreve a trabajar con uno de los directores más prolíficos de Japón, Sion Sono, en Prisioneros de Ghostland.
Sono, responsable de películas como Love Exposure o Tag, ha escogido a Cage para protagonizar Prisioneros de Ghostland, la que es su primera película cuyos protagonistas son esencialmente occidentales: Sofia Boutella, Ed Skrein, Nick Cassavetes o Bill Moseley, entre otros. Cuando preguntaron a Cage por su participación en la película, este no dudó en calificarla como "la película más salvaje que jamás he hecho".
En el filme Cage encarna a un atracador de bancos que acaba en prisión cuando su último golpe junto a su sádico compañero (al que interpreta el director Nick Cassavetes) acaba en un cruento baño de sangre. Tras pasar un largo tiempo a la sombra, un misterioso y poderoso hombre conocido como El Gobernador le libera y le pide que vaya a buscar a su nieta Bernice (encarnada por Sofia Boutella), que ha desaparecido en un sombrío lugar al que llaman Ghostland. Para obligarle a ejecutar la misión, le hace ponerse un traje cargado de bombas que irán explotando si la cosa se tuerce. Ahora, tendrá sólo unos pocos días para rescatar a la joven de su prisión, un lugar plagado de peligrosos locos y que esconde un oscuro secreto.
La cinta, que pasó por la Sección Oficial del pasado Festival de Cine Fantástico de Sitges, es una mezcla de géneros que va desde la ciencia ficción al 'Jidaigeki' (cine de samurais japonés), salpimentado con grandes dosis de dramatismo y surrealismo. Por la pantalla circulan espadachines, cowboys y extras que parecen sacados de Mad Max... Sin duda, Prisioneros de Ghostland es una película que no dejará a nadie indiferente. Tal es su nivel de locura, que en una de las escenas una de las bombas que lleva Cage en su traje hace explosión y el protagonista pierde uno de sus testículos. El crítico de Polygon, Matt Patches, dice de ella: "Es el esfuerzo más grande de su director por resultar convencional. Lo que fácilmente podría convertirse en un ejercicio de hiperactividad similar al de Crank (Veneno en la sagre) se rueda con mano firme y apreciación de los detalles. Sono quiere que su público disfrute de la belleza brutal de Boutella empuñando una ametralladora Gatling".
Nicolas Cage promete que nunca se va a retirarCage tiene pendiente el estreno internacional de The Unbearable Weight Of Massive Talent en la que se interpreta a sí mismo y donde no ha dudo de reírse de su propia imagen. En esta comedia de acción comparte protagonismo con Pedro Pascal, Tiffany Haddish y Neil Patrick Harris. Además acaba de terminar el rodaje de un misterioso western a las órdenes de Brett Donowho (Acts Of Violence) titulado The Old Way. También podemos ver al actor en la ficción documental de Netflix La historia de las palabrotas, considerada como una de las mejores series de la plataforma.