Más de siete años tardó la dos veces nominada al Oscar Jessica Chastain (Criadas y señoras, La noche más oscura) en convertirse en Tammy Faye, la telepredicadora evangelista y estrella televisiva durante los años 70-80 que construyó todo un imperio antes de caer en desgracia y ser vilipendiada.
“Vi un documental sobre su vida en 2012 -The Eyes of Tammy Faye (2000)-, y desde entonces no pude quitarme de la cabeza lo injusta que había sido con ella la vida, los medios y la sociedad. Me documenté, me reuní con sus hijos —porque ella ya ha fallecido— y trabajé mucho para poderme meter en su piel y poder devolverle el homenaje que se merecía”. La propia Chastain relataba así en el marco del pasado Festival de San Sebastián cómo llegó a convertirse en la protagonista de Los ojos de Tammy Faye, la nueva película de Searchlight Pictures que llega a los cines hoy viernes 4 de febrero.
Además de Chastain, el filme también cuenta con Andrew Garfield (Tick, Tick... Boom!), que interpreta al marido de la protagonista y también telepredicador, Jim Bakker. Y a uno y a otro los dirige Michael Showalter, con una amplia trayectoria como director de comedias (La gran enfermedad del amor), que aquí trata de hacer justicia por fin con ella. Aunque con un tono a veces cómico, en realidad contando una historia dramática.
Una transformación increíble
Chastain, que por momentos resulta irreconocible gracias a las prótesis y el maquillaje, ha sido nominada a los Globos de Oro por su actuación, en concreto en la categoría de Mejor actriz de Drama. Y, aparte, ha resultado ganadora de hasta cinco premios cinematográficos por haber hecho de Tammy Faye Bakker, entre ellos el de la Concha de Plata de San Sebastián, donde tuvo lugar el debut español de la cinta.
No es de extrañar que haya explicado que para llegar a ser Tammy Faye tuvo que desprenderse totalmente de sí misma.
“Tienes que estar dispuesta a que te humillen, a sentirte y parecer incómoda, estar dispuesta a no estar atractiva, o a no estar estupenda, y a la vez estar abierta, encantadora y contenta, porque así era Tammy Faye”, ha comentado.
La historia que cuenta Los ojos de Tammy Faye es una visión íntima del extraordinario ascenso, caída y redención de la predicadora televisiva evangelista Tammy Faye Bakker junto con su marido, Jim Bakker. En los años 70 y 80, Faye y su esposo pusieron en pie casi de la nada la red televisiva de cadenas religiosas más grande del mundo, PTL, así como un parque temático y una urbanización en EE.UU que gozaron de una inmensa popularidad por sus mensajes de amor, aceptación y prosperidad.
Aunque en España Tammy Faye no llegó a ser conocida, en EE.UU fue una auténtica estrella televisiva y una máquina de hacer dinero. También fue el cerebro detrás del multimillonario imperio construido con su marido, aunque siempre estuvo a la sombra de éste.
Pero cuando las cosas les empezaron a ir mal a los Bakker, ella se acabó convirtiendo en la diana de todas las burlas de los late-nights televisivos. Conocida por sus pestañas postizas, su original maquillaje, sus peinados, su look exagerado y su peculiar forma de cantar, la evangelista pasó a la historia de la televisión casi como una caricatura. Y por el camino se olvidó su gran generosidad, su espíritu de acogida y cómo con su actitud predicaba el amor sobre todas las cosas.
“Era un personaje muy auténtico con un sistema de creencias muy fuerte y particularmente era un referente para la comunidad LGTBIQ+ cuando nadie más lo era ni daba un paso al frente por ellos. Y además fueron los inventores del evangelismo televisivo”, explica a SensaCine el director de la película Michael Showalter.
Pero las irregularidades financieras, las rivalidades y los escándalos no tardaron en derrocar un imperio construido con gran trabajo y meticulosidad. Y eso es también lo que retrata la película de la que Chastain es además productora. “Yo estaba muy interesada en contar esta historia porque era muy diferente de lo que yo había visto o leído en los medios de comunicación. A ella la trataban como si fuera una payasa. Estaban más preocupados por burlarse de su aspecto físico y de su maquillaje que por lo que era en realidad. Y nadie hablaba de su compasión y su amor”, señala Chastain.
Una película cargada de vigencia
Cuando la familia cayó en desgracia por las malas prácticas de su marido, los medios cargaron contra ella, aunque curiosamente a nunca pudieron procesarla porque no cometió delito alguno. Para Chastain, esta es también la ocasión de ser justos por fin con Tammy. “Los medios la culparon a ella por los errores que cometió su marido”, añade la actriz. “Pero a ella no pudieron acusarla ni procesarla por ningún crimen porque no los cometió.
Pero la sociedad la trató como si ella hubiera hecho cosas terribles. Creo que es algo que les ocurre a las mujeres a lo largo de su historia al verlas como parte de sus maridos y por eso yo quería separarla de su marido Jim Bakker y lo que hizo y hacerle por fin justicia”
Chastain cree además que Los ojos de Tammy Faye cobra en estos días plena vigencia. “Vivimos en un mundo que celebra el cinismo y el pesimismo y al que le gusta despreciar las cosas que no son guays”, continúa. “Y si alguien es una persona de corazón abierto, amorosa y generosa hay cierta tendencia a reírse de ella. Y quería celebrar a alguien que realmente tenía los brazos abiertos para todo aquel que mereciera amor. Y eso es precisamente lo que predicaba Jesús. Así que el simple hecho de que ella dijera ‘Jesús te ama como eres’ fue revolucionario entonces y es importante ponerlo sobre la mesa ahora mismo”.
Recuerda: Los ojos de Tammy Faye, con Jessica Chastain y también con Andrew Garfield, Cherry Jones o Vincent D'Onofrio, desde este viernes en pantalla grande.
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