Bruce Willis estrenó 8 películas en 2021 y es posible que no hayas escuchado hablar de ninguna de ellas. Ninguna de ellas ha sido un éxito, ni de crítica ni de taquilla. De hecho, algunas tienen una puntuación de 0%, directamente. Una mala racha que le ha dado al actor el dudoso honor de tener su propia categoría en los Razzie, los anti-Oscar que premian las películas más destacablemente malas. El actor, a lo largo de su carrera, ha recibido alguna que otra nominación a los Globos de Oro y los Emmy, y es, por excelencia, uno de los grandes actores de acción, pero en los últimos años su filmografía ha ido hacia el lado contrario.
A modo de resumen, estas son las películas que estrenó el año pasado. Entre paréntesis está su puntuación en la plataforma de acumulación de críticas Rotten Tomatoes -el valor que aparece es la nota que le da la prensa especializada-: Cosmic Sin (3%), Tras la pista del asesino (8%), Sin escapatoria (0%), En tierras peligrosas (14%), Apex (0%), Deadlock (no tiene críticas de prensa), Fortress (20%), American Siege (0%). El panorama parece desolador, ¿no?
Dos nuevas películas de Bruce Willis han aterrizado en la lista de las peores películas de la historiaCon excepción de Tras la pista del asesino, todas ellas son largometrajes que se han estrenado directamente en vídeo, sin pasar por salas de cine. Aunque llama la atención las notas tan bajas de sus últimos estrenos, hace tiempo que Willis tomó este camino. Dejando a un lado cintas como Glass o Rock the Kasbah, la gran mayoría de sus proyectos en los últimos 7 años han estado destinados al ámbito doméstico. Y no hablamos precisamente de Netflix.
Este giro hacia producciones de bajo presupuesto llama especialmente la atención si tenemos en cuenta que tuvo una época muy interesante al comienzo de la década de los 2010. Fue cuando protagonizó Moonrise Kingdom o Looper, cintas sin la dosis de acción a la que nos había acostumbrado y, además, con buenas valoraciones. Parecía que estaba dispuesto a cambiar de registro, pero no duró mucho tiempo.
Como recoge Collider, hay un punto de inflexión. En 2015 había firmado para participar en Café Society, de Woody Allen, un proyecto que seguía esa tendencia de participar en filmes alejados de la acción. Willis llegó a grabar algunas escenas, pero su personaje se cayó del proyecto y Steve Carell ocupó su lugar. Hay muchos rumores detrás de este suceso. La explicación oficial es que había conflictos de agenda con la obra de Broadway que lideraba en ese momento -una adaptación de Misery-, pero hay quien asegura que tenía problemas para memorizar sus diálogos.
¿Problemas de memoria? ¿Pocas ganas de trabajar? No está claro. Se dice que Bruce Willis siempre ha tenido temperamento en los rodajes y es posible que, cumplidos los 60, haya decidido quedarse en un terreno familiar y dejar de asumir retos. Eso es lo que parece decir su filmografía. En los últimos años ha trabajado en repetidas ocasiones con el productor Randall Emmett, fundador de la compañía Emmett/Furla/Oasis Films. Según Collider, la empresa paga al actor un millón de dólares por una semana de trabajo en una película. Es un trato que beneficia a todos. Las películas cuentan con la participación de un actor que atrae espectadores y el actor recibe una gran cantidad y trabaja poco.
Esta racha de películas mediocres no parece haber afectado a la imagen que el público tiene de él. Para empezar, porque toda esas cintas no tienen una distribución muy amplia y son poco conocidas. Por lo tanto, la gente le sigue recordando por papeles como el de El quinto elemento, 12 monos, Armageddon y, por supuesto, Jungla de cristal. La decisión de los Razzie de crear la categoría 'Peor actuación de Bruce Willis en una película de 2021' ha arrojado un poco de luz a esta oscura etapa de su carrera, pero, a nivel general, ¿a quién le importa que haya sacado un par de títulos malos? Sigue existiendo John McClane.
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