Ismael Córdoba es criminólogo, experto en el perfil criminal en el cine y las series y el responsable de la cuenta de Instagram: @decineva
Oscuridad. Con esa palabra se podría ilustrar casi a la perfección el personaje de Bruce Wayne que encarna Robert Pattinson en The Batman de Matt Reeves. Fascina y a la vez angustia al espectador por su estado de embotamiento psíquico o anestesia emocional, sumido en un malestar permanente, e invadido por los recuerdos dolorosos y recurrentes y el miedo a cualquier apego.
Por supuesto tiene que ver con la agotadora lucha contra el crimen del héroe de Gotham, pero lo que le ocurre es mucho más habitual de lo que podría parecer en las consultas de los psiquiatras. Porque el detonante del nacimiento del superhéroe en realidad es consecuencia de su trauma y los mecanismos que él pone en marcha para superarlo. Pero vamos a rebobinar y empezar por el principio.
Filtran la escena eliminada de 'The Batman' y Joker, ¡y es de lo más espeluznante!Cuando solo era un niño fue testigo directo del brutal asesinato de sus padres a manos de un delincuente callejero. Aquello se convirtió en un hecho lo suficientemente traumático como para cambiar su personalidad, o lo que los psiquiatras llaman “cambio permanente de personalidad tras experiencias catastróficas” y en la jerga comiquera “el nacimiento de un héroe”.
Porque para hacer frente al dolor y sus ansias de venganza, que son las que tejen su malestar permanente, el joven Bruce Wayne acabará enfundándose su traje de murciélago. En su alter ego como justiciero de la noche encontrará las propiedades curativas que le ayudarán a cicatrizar la herida que ha tenido siempre dos nombres propios, el de sus padres Thomas y Martha Wayne.
Warner Bros. Entertainment Inc. All Rights Reserved. / Jonathan Olley/™ & © DC Comics
En una sociedad civilizada como en la que vivimos la Justicia es el valor supremo, fuente inagotable de virtud que impele al individuo a hacer el bien y luchar contra el mal; sin embargo, la búsqueda (y supervivencia) de esa Justicia se presenta en la figura heroica de Batman como una necesidad vital de destruirse cada noche para renacer. Un eterno retorno que contribuye a apaciguar su alma atormentada.
Apesadumbrado, bisbiseante, macilento y emocionalmente frágil el Bruce Wayne de Robert Pattinson, captura a la perfección los efectos a largo plazo de aquel evento traumático al que estuvo expuesto cuando sólo era un niño.
Las secuelas psicológicas de este asesinato son habituales en aquellos que se han visto sometidos a una fuerte carga de violencia o estrés. Se llama Estrés Postraumático, y se descubrió en los años 80 cuando los soldados americanos que habían pasado por la Guerra de Vietnam presentaban patrones psiquiátricos similares a los que sufre el Batman de Robert Pattinson.
A este trastorno debemos añadir la dificultad que supone el desgaste psicológico, la frustración y el resentimiento de quien lucha contra el crimen en la disfuncional, oscura y corrupta ciudad de Gotham. ¿Cómo debe ser luchar contra el pecado en la ciudad del pecado? Y ese es el retrato que Matt Reeves y Peter Craig trazan en este Batman. El de un hombre que debe lidiar con la corrupción endémica que impide que aflore el valor supremo que defiende -La Justicia- pero que además debe bregar con sus demonios internos.
'The Batman': ¿Quién es Barry Keoghan, el misterioso personaje que aparece al final de la película de DC?En conclusión, cada vez que Bruce Wayne se pone el traje de Batman es un poco su penitencia: como si se autrodestruyese para salvarse, porque lo hace para llevar la Justicia a unos bajos fondos donde el asesinato y la violencia son ley de vida. De manera que cada noche re-experimenta y vive, a través de la mirada de las víctimas a quienes Gotham no se preocupa por proteger, el crimen de sus padres que le cambió para siempre.
Si quieres estar al día y recibir las novedades en la newsletter suscríbete aquí
