En los años 90, Wesley Snipes era uno de los actores que dominaba la taquilla. Entre sus éxitos se encuentran New Jack City, Demolition Man, Los blancos no la saben meter y, por supuesto, la saga Blade, que le convirtió en el cazavampiros de Marvel con alguna que otra licencia. Trabajó en thrillers, cintas de acción, comedias... Llegó a cobrar 13 millones de dólares por Blade: Trinity, pero, en cuestión de unos años, su fama y carrera se fueron al traste.
Hacía tiempo que no era noticia en los medios pero su aparición en la alfombra roja de la pasada edición de los Premios Oscar ha dado que hablar. Snipes está lejos de ese físico que lucía a comienzos de los 2000, incluso de su aparición en Los mercenarios 3 (2014). Ahora está visiblemente más delgado.
Su aparición generó muchos comentarios de fans preocupados por el cambio. "¿Está #WesleySnipes bien? Ha perdido mucho peso e incluso su voz suena entrecortada. #Oscars Espero que todo esté bien", escribía el usuario EZBreezyT. Muchos otros bromeaban con el hecho de que no le habían reconocido. "No es RuPaul, es Wesley Snipes", se podía leer en otro mensaje. En caso de que te lo preguntaras, no hay noticia de que sufra una enfermedad.
Aunque pueda parecer que la delgadez de Snipes se debe a un mal periodo de su vida, lo cierto es que el actor se encuentra en su mejor momento desde hace mucho tiempo. A mediados de los 2000, empezó a hablarse de que era alguien con el que era difícil trabajar. Desde 2005 encadenó una serie de películas que fueron directas a vídeo, con una calidad muy lejos de lo que había protagonizado previamente. Al finalizar esta década, la ley se cruzó en su camino para terminar de rematar su mala racha.
En 2008 fue sentenciado a tres años de prisión y obligado a pagar una multa de 5 millones de dólares por no haber declarado impuestos por un valor de 15 millones de dólares. En 2010 fue encarcelado y, tras dos años y medio encerrado, salió en libertad en 2013. En una entrevista con The Guardian habló de su etapa en prisión, a la que llama "campamento". Asegura que aprendió a apreciar el valor del tiempo y se dio cuenta de que hay que invertirlo en las cosas importantes, como la familia. "Espero haber salido mejor persona. Salí una persona más clara, con valores y un propósito más claro. Más claro sobre mi relación con mis ancestros y el gran dios y gran disoa de arriba. Más claro sobre lo que iba a hacer una vez recuperara mi libertad", cuenta Snipes.
Desde que salió de la cárcel no se ha hablado mucho de él pero, poco a poco, ha ido empezando una nueva etapa en su carrera de mano de buenos amigos. Uno de los primeros que confió en él fue Sylvester Stallone, que le fichó para su particular grupo de superhéroes en Los mercenarios 3. También le dio una nueva oportunidad su viejo amigo Spike Lee, que contó con él para Chi-Raq.
Eddie Murphy ha sido otra piedra angular en su resurección y la que mayores alegrías le ha dado. En 2019, Wesley Snipes participó en Yo soy Dolemite, una película biográfica que cuenta la vida de Rudy Ray Moore, un cineasta conocido por sus películas de blaxploitation. Esta cinta le valió varias nominaciones por su trabajo como D'Urville Martin. Volvió a colaborar con Murphy en El rey de Zamunda, esperadísima secuela de El príncipe de Zamunda.
La pequeña pantalla también le ha dado una segunda oportunidad. En 2021 estrenó Una historia muy real, una miniserie de Netflix junto a Kevin Hart que sigue a un humorista que está a punto de tirar su carrera por la borda después de una noche de fiesta con su descarriado hermano. También ha trabajado en Paper Empire, una serie donde ha podido trabajar junto a Kelsey Grammer, el famoso Frasier.
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