Pete Mitchell vuelve a la academia de pilotos de combate 30 años después como instructor en Top Gun: Maverick, la secuela de la mítica película de los años 80 Top Gun (Ídolos del aire). Dirigida por Joseph Kosinski, el filme vuelve a contar con Tom Cruise en el papel protagonista y, al igual que su personaje, el actor también entrenó a los actores que interpretan a la nueva generación de pilotos.
Glen Powell, Greg Tarzan Davis, Miles Teller, Danny Ramirez, Jay Ellis, Monica Barbaro y Lewis Pullman interpretan a los alumnos de Pete Mitchell en Top Gun: Maverick y fichar por este filme suponía ser capaces de subirse a un F-18. Con todo lo que eso conlleva. Tanto Cruise como Kosinski quisieron que el filme fuese lo más real posible y para ello había que rodar escenas dentro de los aviones de combate en pleno vuelo. Así que Cruise sometió al reparto a un intenso entrenamiento de unos tres meses que les permitió poder actuar mientras soportaban una fuerza g de 7,30 y el avión, pilotado por aviadores de la marina, hacía una caída libre, daba vueltas o se colocaba boca abajo.
"Pasaron tres meses de entrenamiento aéreo con tolerancia a la fuerza g. Fue agotador", cuenta en THR el productor Jerry Bruckheimer. "Tom diseñó el programa. Entrevistamos a muchos actores y a algunos los perdimos porque no se comprometieron. Algunos tenían miedo de volar y no querían pasar por eso".
El camino hasta meterse dentro de un F-18 tuvo ciertos pasos. El equipo fue experimentando las sensaciones de forma gradual. Comenzaron volando en un Cessna 1, después pasaron a un Extra 300, luego a un un L-39 y, finalmente, a un F-18. "El proceso de entrenamiento fue muy espécifico para poder soportar una fuerza g alta y no vomitar y desperdiciar tus dos horas de rodaje", ha declarado Ramirez.
Los actores que se unieron al elenco de la película no solo tuvieron que aprender a manejar las sensaciones que provoca volar dentro de un F-18, también a sobrevivir en caso de que ocurriera algún accidente.
Como explica Bruckheimer:
Les pusieron en un fuselaje, les vendaron los ojos, les arrojaron al agua, les volcaron y tuvieron que averiguar cómo salir de esa cabina, con los ojos vendados
Y, aunque Cruise ya había pasado por eso en el pasado, quiso repetir la experiencia. "Tom dijo: 'Voy a hacerlo de nuevo'. No necesitaba hacerlo, pero dijo: 'Si ellos van a hacerlo, yo voy a hacerlo'. Él era la fuerza impulsora", añade el productor.
En nuestra entrevista con el reparto de la película, Teller -que da vida al hijo de Goose, el compañero de Maverick fallecido en Top Gun (Ídolos del aire)-, afirma que volar en un F-18 tenía una parte divertida y otra no tanto. "Los primeros 25-30 minutos en el aire son divertidos y había mucha adrenalina y es muy emocionante", cuenta. "Después empiezas a sudar mucho, y empiezas a sentir la claustrofobia y sientes algo de náuseas. Pasas por muchas cosas cuando vuelas en esos jets".
Entrenar a esta nueva generación para subirse a un avión de combate también supuso encontrar la forma de poder rodar todas esas escenas en el aire. "Queríamos capturar algo real", cuenta Kosinski. "Estuvimos 15 meses averiguando cómo conseguir poner una cámara dentro de la cabina [...] Había que hacer mucha innovación tecnológica y los actores tuvieron que prepararse para ser capaces de rodar estas escenas, porque no es fácil actuar cuando estás sufriendo 7, 30 g. Intentas mantenerte consciente. Hubo mucha preparación".
Por eso, los actores también tuvieron que aprender a componer planos y utilizar la iluminación de la forma correcta. No quedaba otra, pues dentro del F-18 solo estaban el piloto y ellos. Como cuenta Ramírez en CBM: "Cuando empezamos a rodar nuestras escenas con diálogo, tuvimos que componer el plano con la luz adecuada, que el sol estuviese en el sitio adecuado, el jet, el jet que le sigue en el lugar correcto del plano...".
Sobre estas líneas, no te pierdas nuestra entrevista con el reparto de Top Gun: Maverick. ¡Ya en cines!
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