¿Saltar entre rascacielos en coche? ¿Por qué no? ¿Atravesar una tienda de escaparate a escaparate y salir ileso? ¿Por qué no? ¿Viajar al espacio en un Pontiac Fiero? ¿Por qué no? La saga Fast and Furious se ha construido a base de romper los límites de la realidad y no tener miedo a crear acción surrealista. Esa es justo la esencia de la franquicia y lo que los espectadores van buscando cuando acuden a la sala de cine a ver la última entrega de Vin Diesel.
Capítulo tras capítulo, Fast and Furious ha ido aumentando sus ganas de ir contra las leyes de la Física, algo que solo ha podido conseguir agrandando su presupuesto -ojo, también respaldado por su recaudación en taquilla-. Este fin de semana hay maratón de Rápidos y furiosos en Cuatro -no te pierdas Fast and Furious 6 a las 22.15h- y lo aprovechamos para echar un vistazo a las escenas más caras de la saga.
El momento de 'Fast & Furious 5' que costó 25 millones de dólares
Hay un momento en Fast and Furious 5 en el que Dominic Toretto y sus hombres roban un cargamento de coches exóticos de un tren en movimiento. ¿Por qué? Porque pueden. Para hacerse con ellos los cargan en camiones modificados, una secuencia que conllevó una gran complejidad técnica.
Uno de los coches utilizados en la escena es un Chevrolet Corvette Grand Sport de 1963. Lógicamente, no podían destruir el coche auténtico, por lo que los productores encargaron 12 réplicas para la grabación, muchas de las cuales quedaron totalmente destrozadas. Los que se utilizaron para las acrobacias estaban prácticamente huecos, mientras que el que conducen los protagonistas tenía el equipamiento de otros coches. Varios de ellos fueron lanzados por un cañón de aire a través de un tren y hacia el lago en el fondo de un acantilado.
¿En qué se traduce esta espectacularidad? En la friolera de 25 millones de dólares, parte de los cuales también fueron destinados a comprar un tren y construir 600 metros de vías férreas.
El coche más caro de todas las películas
El coche que más ha costado aparece en Fast and Furious 7. Se trata del Lykan Hypersport, de W Motors, el vehículo que eligieron para saltar entre rascacielos mientras Dom huye de Shaw. Para que sepas qué tiene de especial este coche, aquí van unos datos. Los faros del coche están hechos de oro blanco, diamantes y zafiros azules, puede alcanzar los 394km/h y solo se han fabricado 7 en el mundo.
Cuesta 3,4 millones de dólares, un detalle que por sí solo encarece la escena que protagoniza, pero es que detrás de las cámaras hay mucha logística que encarece el rodaje. Se construyeron 10 réplicas para poder maltratarlo a gusto y sin remordimientos, 9 de las cuales quedaron totalmente destrozadas.
La escena de 'Fast and Furious 6' que inventó un coche
Rodar películas como las de Fast and Furious requiere mucho dinero, sí, pero también un gran ingenio para poder hacer realidad lo que se les pase por la cabeza a los productores. En Fast and Furious 6, por ejemplo, el equipo de Dennis McCarthy tuvo que diseñar un Flip Car específico para las escenas de acción llevadas a cabo por Owen Shaw (Luke Evans). Equiparon al coche con una cuña baja en la parte delantera para que cualquier otro vehículo que se aproximara pudiera usarlo como rampa.
El Flip Car lleva el sistema de transmisión de una lancha rápida que le proporciona ese empuje adicional. De todo el equipamiento, el escape fue lo más complicado de hacer. Pesa unos 1.800kg y los conductores necesitarion varios días para aprender a manejarlo.
8 meses de preparación para unos segundos de acción
Los productores de Fast and Furious se esfuerzan mucho para realizar sus locas escenas y no temen invertir el tiempo suficiente en que todo salga bien, dure lo que dure la escena. En Fast and Furious 9 hay una escena en la que un coche a toda velocidad impacta contra una tienda, la atraviesa y choca con un camión que pasa por el otro lado. Apenas dura 4 segundos, pero conllevó 8 meses de preparación y 3 coches destruidos. No sabemos lo que costó realizarla, pero los vehículos que aparecen en pantalla tienen un valor de casi 4 millones de dólares, por lo que seguramente fue una de las secuencias más caras de la película.
La escena que no llegó a rodarse por ser demasiado cara
En Fast and Furious 9 tiene lugar la que, sin duda, será la escena más recordada de la franquicia. Tej (Ludacris) y Roman (Tyrese Gibson) viajan al espacio dentro de un coche armado con el equipamiento necesario para soportar la velocidad que se necesita para tal hazaña. Para hacerla lo más auténtica posible, el director Justin Lin contactó con científicos y trató de aprender todo lo posible sobre combustible y física. Costó, pero llegó a aparecer en pantalla y durante el proceso hubo más de un cambio de planes.
Como confesó Lin en una entrevista con SlashFilm, en un plan inicial iban a hacer volar el coche mediante un globo sonda, pero lo descartaron porque costaba demasiado dinero. "Estaba en un viaje en tren a Edimburgo y tenía un plan para llevar un Fiero a la atmósfera exterior en un globo meteorológico. El coste no paraba de aumentar, yo seguía luchando por él. Si miro hacia atrás ahora, habría pagado personalmente por el globo meteorológico", aseguró el cineasta.
Si quieres estar al día y recibir los estrenos en tu mail apúntate a nuestra Newsletter
