Para que Elvis, el 'biopic' sobre el rey del 'rock and roll', se convirtiera en realidad hubo que sortear unos cuantos problemas. "Además del confinamiento por la pandemia, cuando la película casi nunca ocurre y tuvimos que pelear, pelear y pelear para asegurarnos de que íbamos a hacerla, creer en que iba a encontrar a un Elvis", cuenta Baz Luhrmann en SensaCine.
El director y guionista de Romeo y Julieta y Moulin Rouge reconoce que, a medida que estudiaba más y más sobre el cantante, sus miedos sobre quién iba a interpretarle crecían. "De verdad pensé que no lo iba a conseguir porque, cuanto más aprendía sobre Elvis, más me daba cuenta de lo espiritual, sensible, amable y extraordinario que era". Y entonces llegó Austin Butler. "Me encontró a mí porque él es todas esas cosas".
Tráiler de 'Elvis', el 'biopic' de Baz Luhrmann sobre el rey del 'rock & roll': "Su vida es el mejor lienzo para explorar América en los 50, 60 y 70"Butler se mete en la piel del icono musical en Elvis, la película que relata, no solo la vida del protagonista, también la evolución de Estados Unidos en los años 50, 60 y 70. Butler trabajó duro durante años para transformarse en Elvis, pero fue una dramática conexión con el cantante lo que le llevó a ser el elegido para protagonizar el filme: el cantante y el actor perdieron a su madre con 23 años. "Y condujo a esta cosa extraordinaria de tocar el piano una noche, cuando tuvo una pesadilla sobre su madre, e hizo un vídeo y su representante le hizo mandarlo. Y así es como terminó en la película", cuenta Luhrmann.
Una vez elegido para el papel, Butler estuvo aprendiendo a moverse, hablar y gesticular como el cantante. Según Luhrmann, de forma incansable:
Nunca paró de trabajar. En un momento dado tuve que decirle: 'Austin, no puedes hacerte esto todos los días y noches porque te vas a romper'. Creo que trabajó como si su vida dependiera de ello
LOS ELVIS Y PRISCILLA DE BAZ LUHRMANN
Butler tiene que pararse a pensar antes de responder a la pregunta de cuál fue la parte más fácil de interpretar a Elvis. "Uf, ¿cuál es?", medita. "Probablemente, la colaboración con Baz. Fue muy fluida. Nos lo pasamos muy bien juntos". El actor también menciona al resto del reparto: Tom Hanks, que interpreta al representante de Elvis el Colonel Tom Parker, y a Olivia DeJonge, que da vida a la mujer del protagonista Priscilla.
Y si hubo una parte fácil, también hubo una difícil. Según cuenta Butler:
Superar todas las caricaturas de Elvis y las malinterpretaciones y él como icono. Eliminar todo eso y encontrar quién era realmente por dentro. Esa era mi misión
La tarea de Butler era difícil, pero su compañera de reparto tenía un importante reto por delante: dar vida a una persona real y viva que iba a ver el resultado de su trabajo. "Se me metió un poco en la cabeza", cuenta DeJonge. "Cuando vas a interpretar a una persona real vas a enfrentarte al “oh, Dios, ¿van a ver algo veraz? ¿Van a creerme? ¿Estoy haciendo que se vean bien? ¿Van a odiar lo que he hecho?". Pero Baz nos animó a jugar y creó un ambiente muy seguro", añade.
DeJonge sintió que la parte física del personaje estaba bien cubierta, por lo que "siempre y cuando trabajara con la voz y entendiera las escenas, que siempre y cuando fuera veraz y lo hiciera con empatía, con suerte iluminará algo, algo real".
UN REBELDE, SU AMOR POR EL GÓSPEL Y SU PARTE ESPIRITUAL
¿Qué hay detrás de ese hombre que se subía al escenario y maravillaba a todos con su música? Esa es la pregunta a la que intenta responder Elvis. El filme va más allá del icono que se vestía con un mono de brillantes y cantaba en Las Vegas.
"Para mí fue descubrir lo profundo y espiritual que era", cuenta Butler sobre lo que más le sorprendió aprender de la historia de Elvis. "Y lo generoso que era con sus amigos Y lo divertido que era. Y su personalidad. Todas esas cosas fueron muy magnéticas para mí. Me enamoré de eso".
Para DeJonge, fue aprender sobre su rebeldía "contra la sociedad y contra la ley por la música". "También volver a la historia de B.B. King y Little Richard y Big Mama Thornton... saber que no habría un Elvis sin ellos también fue muy muy revelador".
Por último, Luhrmann destaca su parte espiritual. "El góspel fue su verdadero amor. Lo amaba más que otra cosa", señala. "Su vida interior era tan grande que creo que encontró el más allá algo difícil de tratar. Creo que por eso, cuando estaba en el escenario, conseguía hacer que el público también se volviera espiritual. Hacía que la gente alcanzara un estado espiritual".
Y esa capacidad que tenía Elvis cuando se subía al escenario de unir a las personas es lo que Luhrmann espera que se lleve la gente que vaya a ver la película: "Te guste Elvis o no, eso no es importante. Lo importante ahora es que nos falta gente que esté preparada para ver más allá de las diferencias, y alguien que sea mucho más grande que todo el ruido que hay fuera, alguien que con un mensaje simple de amor a través de la música nos puede hacer reflexionar sobre las cosas buenas que tenemos que recordar sobre la condición humana: bondad, sensibilidad, amor".
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