Cuando una franquicia tiene entregas que se desarrollan a lo largo de varias décadas, es lógico pensar que no todas van a mantener el mismo nivel. Terminator es una de las más míticas. Comenzó en 1984 y ha continuado la historia hasta nuestros días, más de 30 años después. La última, Terminator: Destino oscuro, se estrenó en 2019 y le salió más de un detractor. Uno de ellos es su propio director, Tim Miller, quien ha recocido que "estaba equivocado".
En un panel que tuvo lugar en la pasada Comic Con de San Diego, Miller habló junto a Steve Weintraub sobre la decepción cinematográfica que se llevó con este proyecto. El director intentó hacer algo que a él le gustase como seguidor de la franquicia de Arnold Schwarzenegger, pero descubrió que no bastaba con su pasión.
Llegué con la fuerte creencia nerd de que si hacía una buena película que quisiera ver, iría bien. Estaba equivocado. Fue uno de esos momentos '¡Eureka!' pero en el mal sentido porque la película se hundió
Terminator: Destino oscuro hizo una taquilla de casi 300 millones de dólares para un presupuesto de 185 millones. No podemos hablar de ella como un fracaso comercial, aunque si lo miramos con lupa encontramos algunos detalles reveladores. Tratándose de una de las sagas más míticas de la industria de Hollywood, Destino oscuro tan solo recaudó 62 millones de dólares en su país de origen. Una cifra que se queda lejos de los 89 que Terminator: Génesis alcanzó en Estados Unidos -440 en global- y de los 125 de Terminator Salvation en EEUU -371 en todo el mundo-. Los resultados de Destino oscuro no son catastróficos, pero el estudio esperaba más.
Entonces, ¿por qué Miller habla de ella como si fuese la mayor decepción de su carrera? ¿Se debe a las críticas? Pues no especialmente. La cinta no cuenta con críticas especialmente malas. La prensa especializada la aprobó con holgura y la presentó como una buena actualización de las entregas previas. Quizás Miller esperaba valoraciones que rayasen el sobresaliente, cosa que no sucedió.
El problema parece estar en la magnitud del proyecto y, sobre todo, en las expectativas de Miller. El director continúa diciendo que una producción más humilde podría haber dado un resultado mejor y que lo bueno de la franquicia es su materia prima. "Creo que si haces una película de Terminator de menor coste, un buen director y una estrella de cine podrían hacerla genial. Se podría hacer con títeres de calcetines y sería increíble", continuó Miller.
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