Interpretar a Predator es una profesión de riesgo. Dane DiLiegro se mete en la piel del mítico cazador en La Presa -la última película de la franquicia recién llegada a Disney+- y para hacerlo de la manera más auténtica posible pasó por una dura experiencia. Durante varios meses, tuvo que llevar sobre sus hombros el impresionante traje que le convertía en la criatura, aprender a andar con la cabeza agachada y sin poder mirar hacia delante. "Durante la mayor parte de la película estuvo ciego", asegura el director Dan Trachtenberg en una entrevista con SensaCine. El equipo quería una criatura lo más realista posible y los pasos que conllevaba fueron toda una pesadilla para el actor.
"Durante la mayor parte del filme es Dane mirando hacia abajo, hacia el suelo, porque queríamos que la cabeza fuese más proporcional con el cuerpo de lo que era en películas previas, así que, en lugar de tener una cabeza gigante para que pudiera encajar la cabeza y los robots animatrónicos, esta vez pegamos la cabeza encima", desvela el cineasta.
Dane tenía que mirar por dos diminutos agujeros que había en el cuello. Si queríamos que Predator mirase hacia adelante, Dane tenía que mirar directamente al suelo. Durante la mayor parte de la película estuvo ciego
Aunque la participación del departamento de efectos visuales es necesaria, Trachtenberg apostó por un Predator creado casi en su totalidad de la manera tradicional. La ayuda del ordenador solo entró en acción para terminar de redondear su aspecto. Por ejemplo, para que sus piernas se flexionaran de una manera muy específica que no podían conseguir con el traje o para que las mandíbulas fueran lo más realistas posibles.
"Nos queríamos asegurar de que el movimiento fuese tan parecido a Alien como fuese posible y no estar nunca limitados por el traje. Utilizamos la interpretación de Dane DiLiegro con captura de movimientos para impulsar algunos de los movimientos más sobrenaturales", determina el director. Este aspecto ayudó mucho a la protagonista de la historia, Amber Midthunder, quien realmente agradeció contar con la criatura en el rodaje, en lugar de recurrir a técnicas de CGI. "Fue genial tener el traje delante. Que todo fuesen efectos convencionales es como un regalo en una película así. Realmente podía verlo delante de mí", cuenta Midthunder a SensaCine.
Un rodaje en mitad del bosque
A las duras condiciones que vivió Dane DiLiegro para dar vida al famoso depredador hay que sumar que no fue un rodaje fácil. La mayor parte de la grabación tuvo lugar en exteriores, en mitad de un bosque sin acceso a las comodidades más cotidianas. "Fue mucho más físico de lo que me esperaba, lo que fue ridículo porque había leído el guion. Fue una experiencia alucinante, pero sí, muy física. Rodamos la película en exteriores, solo estuvimos en plató durante una semana, de los 4 o 5 meses que rodamos", revela la actriz protagonista.
"Solo olía mal con los seres humanos": El curioso fenómeno del rodaje de 'Predator: La presa' que sigue sin explicaciónEsto daba lugar a situaciones peculiares. Por ejemplo, en una fascinante escena, la protagonista debe sumergirse en un lago lleno de lodo para escapar de Predator. Amber Midthunder terminaba cubierta, literalmente, en barrio y no tenía ninguna ducha cerca. Para limpiarse y poder seguir rodando tenía que meterse en un barreño y disponer de la ayuda de cuatro mujeres.
Predator: La presa está disponible para ver en Disney+.
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